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Iron Maiden: Estamos tocando mejor que en los ochenta

Bruce Dickinson, voz y líder del grupo, señaló que durante la gira de «Give Me Ed…Til I’m», que los trae hoy a Chile luego de recorrer diversos países de Europa, ha sentido nuevamente la adrenalina que significa tocar en conciertos masivos.


La mítica banda británica de «heavy metal» Iron Maiden afirmó hoy que está tocando mejor en vivo que en los ochenta y que no tiene problemas en recuperar en su último disco, «Dance of Death», la esencia de su rock más clásico.



Bruce Dickinson, voz y líder del grupo, señaló, tras su llegada hoy a Santiago, que durante la gira de «Give Me Ed…Til I’m», que los trae hoy a Chile luego de recorrer diversos países de Europa, ha sentido nuevamente la adrenalina que significa tocar en conciertos masivos.



«No queremos ser un grupo que toca para pagar sus cuentas, queremos seguir siendo músicos que tocamos por el placer de entregar música», dijo Dickinson, quien advirtió que no volverá a alejarse de la banda como lo hizo por casi seis años.



«No me interesa repetir la experiencia», indicó el cantante, que agregó que en la última producción Iron Maiden recupera la potencia y vitalidad de grabaciones emblemáticas en su carrera como «Number of the Beast» (1996).



En «Dance of Death» hay baladas, como la que da el nombre al álbum, temas potentes como «Rainmaker» y «Montsegur», otros de corte épico y metálico como «Paschendale» y algunos muy Iron Maiden como los sencillos «Wildest dreams» o «Pass the jam».



«El objetivo de este disco al igual que todos los anteriores es que la gente se divierta», comentó el batería Nico McBrain, quien confesó estar muy ansioso con la presentación de mañana, martes, en el estadio Nacional.



El último concierto que ofreció en este país la banda, que a principios de los noventa fue censurada por sectores conservadores, fue en 2001 en el mismo recinto.



«Realmente -resaltó McBrain- todas las experiencias en Chile han sido muy buenas, por eso regresamos; siempre nuestra audiencia en Suramérica ha sido fantástica, aunque sabemos que hay gente que, tal vez, no les gusta que vengamos».



La declaración del batería se produjo en momentos en que cerca de 100 fanáticos trataban de ingresar sin éxito a las dependencias del hotel, en el que la banda estaba realizando su conferencia de prensa.



Al respecto, otro integrante de Iron Maiden, el guitarrista Janick Gers, comentó escuetamente: «no tenemos problemas en que los chicos se manifiesten».



«Dance Of Death», el decimotercer álbum del grupo, comenzó a gestarse en la primavera boreal de 2002, cuando Steve Harris y David Murray, miembros fundadores del grupo en 1976, Bruce Dickinson, Nico McBrain, Adrian Smith y Janick Gers volvieron a reunirse tras tomarse un periodo de descanso.



Una vez más, llamaron al productor Kevin Shirley, que ya trabajó con ellos en su anterior álbum, «Brave New World» (2000), junto a Steve Harris. El disco fue grabado y mezclado en los Sarm Studios, al oeste de Londres.



«La grabación del disco ha sido una experiencia fantástica, porque todos nos hemos dado cuenta que tenemos muchas ganas de seguir tocando juntos por un largo tiempo. Hay Iron Maiden para rato», destacó Stevens Harris.



Harris, quien no tiene problemas en definir a su banda de «anormal», agregó con ironía que en «Dance of Death» queda claro el gran momento que están viviendo los «jóvenes veteranos Iron Maiden».



«Hoy más que nunca estamos haciendo música no para competir, sino por convicción y justo, la idea es fluir y dejar que las letras surjan», añadió el músico, que se declaró en contrario a la piratería.



«La idea -subrayó- es sacudir y también emocionar con nuevos temas a nuestro público»



En estos casi 28 años de trayectoria, la mítica banda británica ha vendido más de 50 millones de discos y se ha mantenido en el tiempo como uno de los máximos exponentes en el mundo de «heavy metal».



EFE

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