Han innovado desde la tradición y han demostrado que a guitarra limpia se puede desatar una oleada de pañuelos bailando. Este sábado los homenajean en la Recova del Mercado por haber recibido los premios Altazor y Apes. Galardonados y conocidos, está claro que, con dedos para el piano, dedicarse al folclor también es cueca.
Una mujer al piano, un guitarrista y un baterista, a la vieja usanza porteña de algunas casas de "caramba y zamba". Los primeros tonos a cargo de la pianista, y la cueca se desata. Sin pudores, se sale del salón y se zapatea bien. Los "Paleteados del puerto", en pleno, dan rienda suelta al ritmo.
Aunque como grupo nacieron hace apenas 14 años, antes de eso ya tenían varias patitas bailadas. Elías Zamora, Osvaldo Gajardo y Gloria Arancibia tienen toda una vida de cueca en el cuerpo. Zamora -el baterista-, trabajó en el famoso burdel "69" durante su juventud, y Gajardo -director, guitarra y primera voz del grupo- tuvo la oportunidad de tocar, junto a sus hermanos en el "El Siete Espejos", otro estandarte de la noche porteña. El tránsito por esos sitios estaba marcado por las vueltas del baile nacional, y hoy ellos se han transformado en uno de los referentes más importantes del folclor de Valparaíso. Poco más de una década les ha bastado para demostrar que, en realidad, estaban en esto desde siempre.
De hecho, este sábado hay un homenaje a esta agrupación que acaba de ganar los premios Apes y Altazor en la categoría "mejor producción musical de raíz folclórica" por su disco "Tradición de la cueca porteña". Se trata de un disco premiadísimo, pero virtualmente imposible de encontrar, porque se hicieron muy pocas copias, y se vendieron de inmediato. "Ocurre que ‘La tradición de la cueca porteña’ en su primera edición, el día que lo presentamos, en el Teatro Municipal de Viña, se agotó. Bueno, no te voy a decir que eran miles de copias; como era algo independiente, hicimos 200 CDs. Quedamos con muy poco material, y ha sido difícil hacer más copias, así que decidimos hacer el mismo disco, pero de nuevo, y en vivo", cuenta Gloria. Esa cita es el 8 de julio en la Sala SCD de Bellavista.
–¿Cómo es que un grupo relativamente joven como Los Paleteados del Puerto recibe un homenaje?
Eso de "relativamente joven" es difícil decirlo, porque los colegas que están en el conjunto ya tienen más de 70 años, y sesenta de ellos cantando cuecas. El grupo, como "Paleteados del Puerto" es joven. Yo creo que por la trayectoria, y por algunas producciones que hemos hecho, es que nos han honrado con este premio. A veces uno se cuestiona y piensa que es un poco inmerecido, por el hecho de que toda la gente que difunde nuestra cueca, apasionada por el folclor, se lo merece. Nosotros lo recibimos con mucha humildad, cariño, gratitud, y creemos que somos representantes de todos ellos, de todos los que trabajan haciendo folclor, que no es fácil.
-El 2005 ha sido un año sumamente exitoso, ¿Cómo te lo explicas?
La verdad es que sería un poco mezquina al decir que sólo este año fue exitoso. Tal vez ahora nos hemos dado más a conocer. Hemos tenido muchísimos logros y satisfacciones, no solamente en el año 2005, sino también en el 2004 y 2003. Hemos ganado bastantes festivales, que a lo mejor no son tan conocidos, pero que tienen vigencia y son importantes. Sé que es difícil tener tanta cobertura, o haber ganado algunos premios; somos un conjunto cuequero, y más encima del puerto, cuando en general uno piensa que Santiago es Chile.
Nuevas generaciones a la pista
–¿Sientes que de algún modo la cueca urbana está renaciendo, tomando nuevos aires?
–A lo mejor ha tenido más cobertura a nivel de prensa, pero yo he estado en esto siempre, y han surgido muchos conjuntos nuevos, esto viene de hace muchos años.
–Pero ha tenido mayor cobertura. ¿A qué lo atribuyes?
– Sí, eso sí. Gracias a Dios ha habido varitas mágicas que se han apiadado de nuestra danza. Ha salido mucha juventud que ha implementado los pianos en los conjuntos cuequeros. Eso no estaba antes, y es un orgullo, porque nosotros incluimos eso, específicamente con una mujer. Me siento contenta de que niñas y niños lo han implementado en sus grupos. Creo que es por eso que ha habido tanto auge. Además, mucha gente importante se ha interesado también, y eso le da un plus importante. A la gente le gusta mucho.
–¿Qué tan frecuente era antes que las mujeres estuvieran en un conjunto de cueca "chora"?
–Acá en el Puerto, yo de niña veía señoras que cantaban cuecas choras. Tal vez no de huasas, pero sí había muchos lugares -como el lugar de la Avenida- donde se colgaban las guitarras y la gente cantaba. Ahora, que la mujer esté en los conjuntos cuequeros urbanos nuevos, no. Para mí era una tremenda responsabilidad tocar en "Los paleteados del puerto" porque todos los colegas que habían eran gente muy mayor. Y profesionales. Yo tenía un susto muy grande, porque no sabía tocar cuecas. En algún momento de mi vida toqué piano, pero nunca pensé en cueca, porque sabía que era tremendamente difícil. Eran palabras mayores para mí.
Pero tocó. Y lo hizo lo suficientemente bien como para crear un grupo de fieles seguidores, además de influir a una serie de cuequeros de las nuevas generaciones, quienes han adoptado también el piano como eje de su música. "Salimos con esto, y creo que eso despertó el interés de muchos conjuntos de implementar el piano, porque eso era lo que se estilaba hace muchísimos años, según lo que me cuenta mi marido", cuenta la "Paleteada".
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