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Artista instalará su taller de trabajo en sala de exposiciones de MAC

Como »un proceso en el que tiene que haber silencio, para que el público vea cómo me relaciono con mis materiales, el proceso de pintar un cuadro, la lentitud», describe el artista la acción que busca vincular al público con su obra. Muestra »La Presentación» se basa en el neoconcretismo, una corriente poco explorada en el circuito nacional.


Un mes lleva la muestra «La Presentación», de Christian Correa Serey exhibiéndose en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Parque Forestal. Una serie de trípticos acrílicos en pequeño formato junto a un lienzo presentan al visitante la manifestación de una corriente poco explorada en el arte nacional: el neoconcretismo.



Conciente de que su área de desarrollo pictórico puede resultar muy abstracta y árida, el artista realizará durante toda esta semana -entre las 16 y las 18 horas- una intervención de su propio espacio de exposición.



«La gente me pregunta mucho sobre la pintura y la técnica. Y cuando yo les explico, ven las cosas de otra manera", dice el realizador sobre los objetivos de esta experiencia.



La idea, que surgió a partir del diálogo con el público, tendrá a Correa Serey instalado en la sala del segundo piso del MAC, tal como si estuviera en su propio taller de trabajo.



Ahí, en un proceso abierto al público, el pintor retocará una de sus obras a través de lo que describe como un "ritual, que implica el material, el silencio, los tiempos, la concentración. Eso es lo que me interesa mostrar al público, no es un diálogo donde yo responda preguntas. Ellos ven cómo yo trabajo".



A través de esta especie de "clase" -más presencial que expositiva-, el artista pretende que el público observe el proceso de elaboración de una de sus obras, el que aparentemente puede parecer muy simple, pero que en la realidad implica un rigor casi matemático.



Entre 26 y 39 capas de acrílico son dispuestas en amplias zonas de un solo color, junto a delgadas y prolijas líneas rectas que realiza a mano alzada. El resultado es un tipo de pintura no figurativa y muy reiterativa.



Dado que el neoconcretismo destaca la importancia de la relación entre la obra y su entorno, la muestra incluye además una sala de exhibición de fotografías que ilustran las etapas de trabajo del artista en sus talleres de Villa Alemana y Bellavista.



Para Correa, el acercamiento del público a su proceso de desarrollo artístico permitirá que éste descubra otras maneras de ver su obra "y la valoren de otra forma", explica.



De esta forma, pretende también hacer efectivos los lineamientos y poéticas principales de toda su obra: la relación con el no olvido y la no representación. Porque la sala en la que se realizará este proceso fue la misma en que la destacada artista nacional, Matilde Pérez, dictaba clases en la época en que el edificio albergaba a la Escuela de Bellas Artes.



Según el artista, la experiencia devolverá la calidad de taller a este espacio físico. "Yo estoy aquí recordando que el lugar donde estoy exponiendo actualmente fue originalmente una sala de clases. De alguna manera estoy recordando, fijando el espacio, como taller".



"El acto artesanal de retocar un cuadro cuyo objetivo es reparar, mejorar y/o modificar su propia pintura, es transformado en una operación de memoria vinculada directamente con la historia del edificio", explica, y asegura que a través de este pequeño ejemplo -"el tiempo es escaso para lo que es el proceso de pintar un cuadro"- se logrará crear vínculos entre su trabajo, los visitantes, la memoria y el lugar.

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