Primera película chilena en llegar uno de los eventos mejor posicionados de Europa, el festival de cine de Rottedram, no pasó inadvertida. El premio de la crítica internacional y una excelente recepción del público anteceden al debut en Chile de »El Cielo, la tierra y la lluvia», previsto para el segundo semestre de este año.
Todavía no se estrena en Chile, pero ya cosecha frutos en el extranjero. "El Cielo, la tierra y la lluvia" es el primer largometraje del joven realizador José Luis Torres Leiva, recientemente distinguido con el premio Crítica Internacional del Festival de Rótterdam, en Holanda.
Conmovidos por la excelente amalgama entre un sonido sutil y la importante presencia del paisaje como elemento protagónico, el jurado del certamen decidió otorgar este reconocimiento a la primera película chilena que llega hasta el festival holandés, impresionados por "el enfoque empático del director, que examina a personas que añoran el cariño mas son incapaces de expresar las emociones de una manera directa", según aseguraron. 
La película se estrenó en la categoría Tiger Awards Competition, que reúne los largometrajes óperas primas y también a las segundas producciones. Fueron cuatro funciones repletas en su máxima capacidad, aspecto que para Torres Leiva es el más destacable de su participación en los países bajos y que le otorga seguridad para su debut en Chile, estimado para el segundo semestre de este año.
"Fue una total sorpresa la recepción del público", cuenta el cineasta, también autor del cortometraje "Obreras saliendo de la fábrica" y del documental "Ningún lugar en ninguna parte", ganador del Festival Internacional de Documental 2005. Para Torres Leiva, los comentarios, apreciaciones y aplausos de los asistentes fue lo que lo dejó más satisfecho.
"Da tranquilidad porque es primera vez que mostraba la película. Lo que más me interesaba era el respeto del público y eso me dejó muy contento. El tema del premio es más un regalo adicional", cuenta sobre el reconocimiento que espera le abra nuevas puertas en su camino audiovisual.
La complejidad de lo sencillo
"La historia es bien simple", asegura. Son cuatro personas -Ana, El Toro, Verónica y Marta- que viven aisladas y cuyas existencias se entrecruzan por trabajos y otras circunstancias. Así, el filme devela "cómo aprenden a lidiar y sus instancias de comunicación", cuenta Torres Leiva sobre la película, que prácticamente prescinde de los diálogos y que gira en torno a la temática de la soledad.
Interpretada por actores tradicionalmente vinculados al teatro y nunca antes presentes en cine, "El cielo, la tierra y la lluvia" reúne a Julieta Figueroa, Pablo Krögh, Angélica Riquelme y Mariana Muñoz en torno a personajes aparentemente sencillos, pero con complejos mundos interiores.
"Quería utilizar otros rostros, porque me servían para la historia. Además los conocía desde antes por teatro, los admiraba mucho y por eso quise trabajar con ellos", cuenta el director. El filme cuenta con locaciones en las sureñas ciudades de Valdivia y Corral, destacando como elemento preponderante el paisaje. 
"Es otro protagonista más. En esta película era importante que la imagen hablara por sí sola sobre la historia de los personajes, a través de los lugares, el clima y todos los elementos, porque en la película no hay diálogos", cuenta Torres Leiva.
De esta forma, a través de la conexión entre hombre y entorno, se crea una historia cuyos ejes indagan en la soledad, el transcurso del tiempo y el silencio. "Es una invitación al espectador para construir sobre la historia, otras posibles que no han sido narradas en el filme" dice Torres, quien actualmente prepara el guión para su próximo largometraje.
