«Es la mejor manera de expresar la mente de alguien que concibió entregar su sabiduría a la elaboración de armas de destrucción masiva, pero también puede ser el sentimiento de alguien que conoce la tortura», sostuvo el director.
El filme «Matar a todos», que aborda el caso de Eugenio Berríos, el químico y agente de la DINA asesinado en Uruguay, fue presentado ayer por el director uruguayo Esteban Schroeder.
La película, producida conjuntamente por Uruguay, Chile y Argentina, narra la historia ficticia de una jueza uruguaya que trata de esclarecer el caso de Berríos, pero que se encuentra con la resistencia de los ejércitos uruguayo y chileno, y de su propia familia, integrada por militares.
Eugenio Berríos, a quien se atribuye la fabricación de gas sarín que la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) utilizó para eliminar opositores, fue sacado de Chile en 1991 para evitar que declarara en el juicio por el asesinato del ex canciller chileno Orlando Letelier, perpetrado en Washington en 1976.
«La película pretende echar luz sobre momentos oscuros de la historia reciente en clave testimonial, tiene una mirada hacia el pasado, pero fuertemente empuja hacia el futuro», señaló el director uruguayo durante el preestreno del filme para los medios.
Schroeder agregó que unir el género de acción con hechos históricos recientes le brindó la oportunidad de que «grandes audiencias disfruten de una película que entretiene y emociona por la historia de una mujer que cree que revisando su pasado tendrá una vida más linda».
El cineasta, que reside en Chile desde 2002, señaló que el título de la película permite varias lecturas, como la idea de Berríos, quien fue agente de la Policía secreta de la dictadura, al elaborar gas sarín o el sentimiento de las personas que conocen de primera mano los efectos de la tortura y el asesinato.
«Es la mejor manera de expresar la mente de alguien que concibió entregar su sabiduría a la elaboración de armas de destrucción masiva, pero también puede ser el sentimiento de alguien que conoce la tortura», dijo Schroeder.
La producción tiene un valor especial para el director, que experimentó en persona el terror de un régimen militar en su Uruguay natal, donde varios de sus familiares fueron asesinados.
Eugenio Berríos fue visto por última vez en 1992, cuando se presentó en una comisaría de Uruguay para denunciar que estaba secuestrado, pero fue entregado a unos militares y no se supo más de él, hasta que en abril de 1995 fue encontrado su cadáver en una playa de ese país, atado y con disparos en el cráneo.
Por esos hechos fueron procesados varios funcionarios del ejército chileno y además fueron extraditados a Chile los oficiales uruguayos Tomás Casella, Eduardo Radaelli y Wellington Sarli.
En el elenco del filme figuran, entre otros, la uruguaya Roxana Blanco, que interpreta a la jueza, o los chilenos Patricio Contreras y María Izquierdo.
La cinta, que el próximo 14 de agosto llegará a las salas de Chile, se estrenó en Uruguay en marzo pasado, y está previsto que llegue a Argentina el 27 de noviembre.
El próximo jueves se celebrará en Santiago un preestreno especial, en el que las ministras de Cultura de Uruguay, María Simón, y Chile, Paulina Urrutia, firmarán un memorándum de entendimiento audiovisual y cultural entre ambos países.
EFE
