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Respeto, silencio y emoción reciben en París el estreno de «Sin Sangre»

El montaje de esta adaptación de la novela «Senza Sangue», del escritor italiano Alessandro Baricco, pesa tres toneladas, y la Compañía Teatrocinema cuenta con dos escenografías idénticas, una con sede en Chile y otra en Francia, donde comenzó su gira a principios de octubre.


La resiliencia, la capacidad de «sanarse uno mismo y cerrar una herida», es uno de los temas centrales de «Sin Sangre», obra de la Compañía Teatrocinema, recibida en su estreno parisino con respecto, «silencio impresionante» y mucha emoción, dijo  uno de sus cofundadores, Juan Carlos Zagal.

«En Chile fue así también», explicó el director de escena al evocar el estreno en París, anoche, de esta «tragedia contemporánea, moderna, urbana», que trata temas universales y cuya acción transcurre en una ciudad cualquiera.

La respuesta del público varia según los lugares, añadió el también actor y compositor, que junto con sus compañeros presentó ya esta obra en Brasil, México, Italia, Alemania, Corea y Taiwán entre otros países, desde su creación, en agosto de 2007.

«Sin Sangre» es también una profunda reflexión sobre la relatividad de los hechos en función del punto de vista del observador, además de la narración del proceso personal de dos supervivientes de un acto de venganza entre dos bandos.

Dos bandos «irreconciliables», precisó Zagal, pues si auto-sanarse y seguir viviendo, «cerrar un capítulo, es posible», ni reconciliación ni perdón son posibles, en su opinión, ante atrocidades como las vividas por los protagonistas de esta obra.

Con ella, destacó, la Compañía Teatrocinama recupera «un poco el tema que nos atañe como sociedad chilena», para reflexionar sobre «qué pasó y cual es el grado de daño que tienen las personas después de este enfrentamiento».

El también compositor, entre otras creaciones de la música del documental «Rue Santa Fe», de Carmen Castillo, sobre la dictadura de Pinochet, sus antecedentes y sus consecuencias, recordó que algunas personas «sucumben», víctimas de traumatismos desgraciadamente también universales.

Otras «siguen viviendo, otras trabajan sobre ellas mismas y logran encontrar un sentido a la vida y pueden seguir adelante», añadió.

«Hay salida positiva en la obra pero se tiene que atravesar ese túnel violento» y reconstruir sus fragmentos, explicó este artista que conoce bien la escena francesa donde presentó «Gemelos», en el Festival de Aviñón de 1999, junto también con Laura Pizarro, en el seno de la compañía La Troppa.

A diferencia de «Gemelos», esta es una puesta en escena cinematográfica, en la que se va con total agilidad de un plano a otro, de un mundo a otro, del pasado al presente, en la que los actores se mezclan con los vídeos provocando una «tercera línea», apuntó.

«Aquí lo que hacemos es jugar con absoluta libertad y viajar en el tiempo y el espacio de forma instantánea, como lo hace la literatura y el cine», resaltó.

El montaje de esta adaptación de la novela «Senza Sangue», del escritor italiano Alessandro Baricco, pesa tres toneladas, y la Compañía Teatrocinema cuenta con dos escenografías idénticas, una con sede en Chile y otra en Francia, donde comenzó su gira a principios de octubre.

Esta estrategia permitió a las 12 personas que trabajan en ella ir de gira por México en noviembre y retornar ahora de nuevo a Francia, donde después del Teatro de la Ville de París, «Sin Sangre» volverá a viajar por otras ciudades a partir del 5 de enero.

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