El productor ejecutivo de la versión 2010 del certamen dijo en el programa SDA Entrevistas de El Mostrador.tv que el evento valdiviano brinda la posibilidad de ver películas que tardarán más de un año en llegar al circuito comercial y que han recibido distintos galardones en otros festivales de importancia mundial.
La ciudad de Valdivia se transforma, por estas fechas, para acoger el cine. Son cinco días (desde el 14 al 19 de octubre) donde toda la urbe se envuelve de la atmósfera cinematográfica. Se corta el tránsito y restaurantes, bares y hoteles se repletan de ávidos cinéfilos.
Para el productor ejecutivo del Festival Internacional de Cine de Valdivia (FICV), Bruno Bettatti, este interés se basa en que el certamen brinda la posibilidad de ver una película que recientemente ganó un premio en Locarno, en Venecia o en Cannes y poder formarse una opinión de un filme que se va a demorar un año en llegar al circuito comercial.
Entrevistado por el programa SDA Entrevistas de El Mostrador.tv Bettani dijo que la novedad de este año es una muestra concentrada de cine disidente cuyo objetivo es generar debate, controversia, conocer distintos puntos de opinión y además reforzar la mirada subjetiva.
Entre estas películas se encuentran la “Doctrina del shock”, basada en el libro de Naomi Klein que pone en tela de juicio cómo se estructuran ciertos modelos capitalistas y que presenta una interesante mirada de la economía chilena. También se podrán ver cintas sobre pueblos originarios, como el polémico documental Newen Mapuche de la realizadora nacional Elena Varela, quien «fue objeto de una requisación y una detención por varias semanas”.
Con el fin de impulsar el desarrollo de las nuevas tecnologías el Festival cuenta desde hace dos años con una sala, la primera en Chile, para poder visualizar las películas en formato digital y así apoyar el cine de las nuevas generaciones de realizadores.
Bettati recordó que FICV se ha caracterizado por impulsar el cine independiente, y este año algunos de los representantes de este genero son el brasilero Julio Bressane, con su film A Erva do Rato y el estadounidense Thomas Andersen, quien presenta “Los Angeles Plays Itself”. El cine de este corte “es muy inspirador para la gente joven que da sus primeros pasos en la realización cinematográfica”, reflexiona el productor de la exhibición valdiviana.
