«No es tan fácil dibujarla porque cambia bastante físicamente. Puede resultar bastante masculina o bastante femenina, muy agresiva o al contrario…», resume el autor de las viñetas.
Los «secretos» de Marine Le Pen, que pretende ser la próxima presidenta de Francia, irrumpen en campaña electoral con un cómic que muestra a la candidata ultraderechista como mujer autoritaria, aficionada a la bebida y al dinero.
«Conociendo a los personajes en cuestión, estamos muy por debajo de su carácter cómico y caricaturesco real», explicó hoy a Efe la periodista y socióloga Caroline Fourest, autora de «La vie secrète de Marine Le Pen» en colaboración con el dibujante Jean-Christophe Chauzy.
En 102 páginas, el álbum editado por Grasset y Drugstore —que se basa en un libro de investigación de la autora— transita por el itinerario vital de 43 años de Le Pen, analizando con sorna el entorno en el que se crió, su breve carrera como abogada, su recorrido político y la admiración que siempre ha profesado por su padre y fundador del Frente Nacional (FN), Jean Marie Le Pen.
«Es el hombre de mi vida. Ha hecho de mí la mujer que soy», dice uno de los bocadillos de la historieta la candidata a la Presidencia de Francia, que ha heredado de su progenitor una formación política a la que ha intentado insuflar una brisa más refrescante.
Con dibujos que no llegan a la caricatura, retratando siempre a Le Pen como una fumadora empedernida con tendencia a perder los estribos, la novela gráfica recuerda los aspectos más descarnados de la vida de la candidata de extrema derecha.
El cómic se fija, entre otros, en la figura de su padrino, Henri Boetey, al que se conocía como «El rey de Pigalle» y sobre el que pesa una imputación por «proxenetismo agravado», o en la serie fotográfica que su madre, Pierrette Le Pen, protagonizó tras su divorcio para la revista erótica «Play Boy», en la que aparece semidesnuda y disfrazada de empleada del hogar.
«Es más interesante contar la vida de personajes entre los que hay una gran diferencia entre su posicionamiento público y su vida privada», sintetiza Fourest, que también es experta en comunicación política.
Escrito por una periodista que colabora habitualmente con «Le Monde» o «Charlie Hebdó», la obra abunda en el apego del padre de Le Pen por el dinero, antes y después de heredar una fortuna y una mansión ajardinada en París del constructor Hubert Lambert.
Poco antes, en 1976, el domicilio de los Le Pen había sufrido un atentado con 5 kilos de explosivos, evento que marcó a la pequeña Marine y que el jefe de la prole vinculó a un ataque político, aunque las pesquisas posteriores lo relacionaron con un supuesto desencuentro por el suculento legado de Lambert.
El áspero retrato de la candidata —que el Frente Nacional no ha querido comentar con Efe— insiste también en una predilección por los devaneos nocturnos, su paso por la facultad de Derecho en la Universidad de Assas de París, sus inicios como letrada y su llegada a la primera línea de la política.
«Los jóvenes de la ‘generación Le Pen’ pasan más tiempo en las discotecas que en la biblioteca», puede leerse a mitad de la obra, cuando una Marine en proceso de divorcio, con un hijo y embarazada de gemelos desagrada cada vez más al ala más católica de su partido.
«No es tan fácil dibujarla, porque cambia bastante físicamente. Puede resultar bastante masculina o bastante femenina, muy agresiva o al contrario…», resume el autor de las viñetas.
La biografía visita cada uno de los momentos claves del FN, como las escisiones internas, los procesos legales contra Jean Marie Le Pen o su inesperado acceso a la segunda vuelta en las Presidenciales de 2002, por delante del socialista Lionel Jospin, antes de perder estrepitosamente contra el conservador Jacques Chirac.
Y se centra en particular en los aspectos que afectan a la hija del fundador de un partido que se compara con un «clan familiar» en el que todo estaba de cara para que Marine se colocara al frente de sus siglas.
«Escuchad este consejo: la indignación se organiza», le dice a sus ayudantes la protagonista cuando intenta hacer su feudo electoral de Hénin-Beaumont, un pequeño municipio del norte de Francia víctima del paro y la desindustrialización.
Narra también el congreso de enero de 2011, en el que Marine se hizo con las riendas del partido, o sus esfuerzos por modernizar la formación y distanciarse de las posiciones más radicales de su padre con vistas a las elecciones del próximo 22 de abril.
Una historieta, resume la autora, que sirve para «reirse de un tema serio» y que, más allá de «derechas o izquierdas», funciona como cómic, porque Le Pen tiene «un lado cómico con relieve».
