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Opinión: Lou Reed nunca fue rockero Opinión

Opinión: Lou Reed nunca fue rockero

«Para mí, el rock tiene que ver con la ira, la fuerza, la energía vital. La música de Lou Reed habla desde otro lugar. Yo entiendo que no todos tienen que estar en esa energía, así como no toda la música moderna es rock».


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Y los medios se han llenado de homenajes y de referencias. Se ha planteado la muerte de Reed como el deceso de uno de los grandes próceres del rock.

He leído a mucha gente que ha escrito sobre su desazón y tristeza. Sobre lo importante que fue en sus vidas. Todos hablan de su influencia en la música “alternativa” y de la escena neoyorquina de los 60. De Andy Warhol, de los Velvet Underground, del LSD, de la libertad sexual, de la apertura de mentes… y de piernas.

Entiendo que para cierta gente Lou Reed es considerado una suerte de genio musical que ha marcado los últimos 30 años de música pop, sobre todo en Estados Unidos. Citan muchos discos y gente que dice haber sido conmovida y transformada por su música. No tengo por qué no creerlo, aunque no lo comparta.

[cita]La verdad es que yo no tengo ningún disco de Lou Reed. He escuchado varios. Y los encontré fomes, pretenciosos. Aburridos. A mí no me gusta. Y creo que no tiene nada que ver con el rock. Para mi gusto es la típica música pop. No tiene la energía del rock. No es de esa cuerda.[/cita]

La verdad es que yo no tengo ningún disco de Lou Reed. He escuchado varios. Y los encontré fomes, pretenciosos. Aburridos.  A mí no me gusta. Y creo que no tiene nada que ver con el rock. Para mi gusto es la típica música pop. No tiene la energía del rock. No es de esa cuerda.

Para mí, el rock tiene que ver con la ira, la fuerza, la energía vital. La música de Lou Reed habla desde otro lugar. Yo entiendo que no todos tienen que estar en esa energía, así como no toda la música moderna es rock.

Si te fijas en los seguidores de ese tipo de música, no son rockeros. Es gente que más bien opta por otro tipo de música. Es gente del pop, no del rock.

Y como buen rockero, cada vez que suene algo como Lou Reed o similar, voy a cambiar el dial.

La única vez que tuve que escuchar obligado a Lou Reed y los Velvet Underground fue cuando vi la película «The Doors», de Oliver Stone.

Y la cito porque creo que esa película muestra exactamente lo que pienso sobre el particular. En esa cinta Morrison se desata, enloquece y muere trágicamente, como mueren los rockeros: jóvenes y locos. No ancianos y civilizados como los cantantes pop, como Lou Reed. Recomiendo la película, pues es un resumen de la vida “modelo” de un rockstar. Una tragedia… Pero sin llorar.

En la película se muestra un poco lo que Lou Reed representa. Un grupo de artistas muy especiales, reunidos entre mucha gente especial, con visiones especiales del mundo y de sí mismos. La gran mayoría gente muy “open mind”, con opciones sexuales sumamente diversas, con altísimo consumo de drogas alucinógenas, con cero vinculación con la realidad social y la política de sus países y todos, eso sí, muy especiales, muy artistas. Me parece que esas escenas muestran de manera potente la diferencia entre el ROCK y estilos musicales como los de Lou Reed.

Morrison pone toda la carne a la parrilla y actúa como un rockero de tomo y lomo, con  su parte buena y su parte mala. A veces misógino, algo ignorante, bruto. Pero vivo, sin maqueta, con su decadencia, con la vulgaridad del rock y la catarsis. Con una energía real y viva, que termina la mayoría de las veces en una explosión. Como el orgasmo, como la vida, como la muerte. Real.

En cambio, la gente de The Velvet Underground se muestra tan afectada, tan preocupada de parecer artistas, tan sensibles, tan abiertos, tan elegantes… tan falsos.

Y eso al final se siente, se percibe. Aún para aquellos que, como nosotros los rockeros, no somos tan sensibles ni abiertos como nos hacen parecer. Y ahí es donde hago la diferencia, porque la diferencia está en la simpleza, en la honestidad brutal del rock. No hay pose, no hay afectación, no hay pretensión de “ser artista”. Hay rock, sangre, sudor y bolas, muchas bolas.

Evidentemente no sé mucho de “arte”, pero sé de la vida, porque me ha tocado poder vivirla. Y eso conlleva el alto riesgo de equivocarse. Siempre. La vida es así.

Seguramente la música de Lou Reed debe haber marcado a mucha gente. Hay otros que consideran que las fotos de unas latas de conserva que publicó el Sr. Warhol son geniales. A mí me dan una lata… Pero de aburrimiento. Soy más simple, tal vez más precario.

Pero soy respetuoso y les doy mi más sentido pésame a los seguidores del Sr. Lou Reed, que descanse en paz.

Eso sí, pido una sola cosa: que no se vuelvan a meter con Metallica ni nuestros próceres. Porque el disco que hicieron con Lou Reed el año 2013 (que según se supo después fue una genialidad comercial de los sellos de grabación), es algo que no debe volver a ocurrir nunca más. Y que debe quedar en el olvido. Porque, más allá del respeto, cada cual debe tener su espacio.

¡Qué viva el Rock!

PD: en la recomendación rockera de esta semana, dos discos en dos líneas distintas. El primero de la súper técnica en velocidad: los ingleses de Carcass y su nuevo disco de 2013, «Surgery Steel», sencillamente lo mejor del año en materia de rock duro. El segundo, más tranquilo y más lento, de otro señor cercano a los 70 años, pero rockero de los duros (y que está vivo de milagro), el Sr. Lemmy Kilmister y su  “Aftershock”, el último de Mötorhead, que trae hasta un blues. ¡A disfrutarlos!

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