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El transgresor mundo político de Joseph Beuys, el artista alemán que desafió el concepto de educación La exposición se inaugura el 22 de julio en el MAC

El transgresor mundo político de Joseph Beuys, el artista alemán que desafió el concepto de educación

A lo largo de su vida, Beuys desarrolló una obra artística multidisciplinaria en el que planteó ideas radicales sobre temáticas políticas, sociales e incluso espirituales. Entre ellos, su reflexión respecto del rol del artista en la sociedad, su cuestionamiento al sistema de enseñanza tradicional, su crítica al elitismo en el arte, su defensa del medio ambiente y su propuesta de libertad a través de la creatividad.


En los años 60 sorprendió con provocadoras performances en las que utilizaba elementos como miel, fieltro o animales, y que definió como acciones políticas. Escultor, dibujante, líder político, intelectual y docente –en suma, uno de los artistas clave del arte contemporáneo-, la obra del alemán Joseph Beuys llega a Chile gracias al esfuerzo conjunto del Museo de Arte Contemporáneo y Fundación Itaú, y la co-organización de Galerie Thomas Modern (Alemania) y el Instituto Plano Cultural (Brasil), con la colaboración de Fundación Proa (Argentina).

La revolución somos nosotros, 1972

La revolución somos nosotros, 1972

La muestra Joseph Beuys. Obras 1955-1985 se presenta como parte de una itinerancia por Latinoamérica que la llevó en 2013 al MAC de Niteroi  y este año a Fundación Proa. A partir del 23 de julio estará en el MAC Parque Forestal. Serán más de 90 dibujos, objetos, esculturas, instalaciones, videos y performances, que dan cuenta del amplio universo estético de este influyente artista, bajo la curatoría de Silke Thomas (Alemania) y Rafael Raddi (Brasil).

Boris Buvinic G., vicepresidente de Fundación Itaú, destaca que “es muy importante para nosotros formar parte del gran esfuerzo que ha significado traer la obra de Joseph Beuys a Chile porque, tal como él lo expresó en su vida y en su obra, compartimos la firme convicción de que el arte tiene un tremendo potencial transformador. Sin duda, esta es una oportunidad para acercar a un público cada vez más amplio expresiones artísticas de relevancia internacional”.

En esta exposición se podrán ver sus primeros trabajos y las obras que produjo tras su contacto con el grupo Fluxus. A lo largo de su vida, Beuys desarrolló una obra artística multidisciplinaria en el que planteó ideas radicales sobretemáticas políticas, sociales e incluso espirituales. Entre ellos, su reflexión respecto del rol del artista en la sociedad, su cuestionamiento al sistema de enseñanza tradicional, su crítica al elitismo en el arte, su defensa del medio ambiente y su propuesta de libertad a través de la creatividad.

No podemos hacerlo sin rosas, 1972

No podemos hacerlo sin rosas, 1972

Según la curadora Silke Thomas, “Joseph Beuys dejó tras de sí el trabajo de una vida que es inmenso en su enfoque, provocativo en su intención, emocionalmente conmovedor, que plantea problemas, estimula el pensamiento y despierta asociaciones. A través de su obra, quería lograr principalmente una cosa: provocar una revolución de la mente”. Con esta exhibición, el MAC y Fundación Itaú ofrecen la oportunidad de conocer la obra y la vida de un artista imprescindible para el desarrollo del arte contemporáneo.

La educación como arte

Para el artista alemán, el tema de la educación, y en específico el arte de enseñar, es más importante incluso que sus obras. “Enseñar es la función más importante que desempeño. Enseñar es mi mayor obra de arte. El resto es un producto gastado, una demostración, que sólo tiene la función de un documento histórico”, señala el pintor.

Por esa razón es que la obra de Beuys de las décadas del 60 y 70, está marcada por la figura del artista como maestro. Con sus acciones y pensamientos, volcados en entrevistas o manifiestos, el artista se abocó a generar un cambio en los sistemas educativos del arte a través de un método experiencial.

El violín verde, 1974

El violín verde, 1974

Beuys concede, entonces, a la expresión oral un carácter clave de su “obra total”, y que desarrolla tanto como profesor de la Academia de Bellas Artes de Dusseldorf, como en la Universidad Internacional Libre que él mismo fundó, un espacio educativo pero sin restricciones, no competitivo y abierto, que ofrece enseñanza interdisciplinaria como estimulo para una creatividad integral.

Las clases de Beuys, adoptaban la forma de extensos debates sin asignación de tareas, para estimular a los estudiantes a desarrollarse libremente mediante la desestabilización de los patrones de pensamiento establecidos. Detestaba los conceptos de “estudiante exitoso” o “alumno rechazado”, lo que agigantó su fama entre los estudiantes y el disgusto institucional, que terminó con su expulsión de la academia, en 1972.

En todas sus clases y conferencias, el artista utilizaba pizarrones como forma de “dibujo público” para ilustrar sus ideas en diagramas que luego fijaba para no perder lo escrito en tiza.

Coyote

‘Coyote’ es una de las acciones más famosas del artista. La misma se desarrolló durante 3 días, 24 horas compartiendo el espacio de la galería con un coyote salvaje. Sucedió en mayo de 1974, cuando su galerista en Alemania, René Block, inauguraba un nuevo espacio de arte en Nueva York e invitó a Beuys a realizar una obra.

Coyote, 1974

Coyote, 1974

Durante la semana de la acción, “hombre y bestia” desarrollaron un modo de coexistencia, mudo, lento, alerta y desafiante. Un período detrás de un alambrado en el que el público podía ver su vida, sus posturas chamánicas, y juegos hasta la confianza entre el animal y el hombre, hacen que se alimenten y duerman en el espacio compartido. Cada día, se distribuían para el espectador de esta escena, herramientas de transformación de la realidad sugeridas por Beuys, armas simbólicas pero también concretas para estar informados.

Beuys realizó otras acciones en las que involucra a animales; incluso el coyote es una imagen repetida en otros momentos, como la liebre, entre otros que son todos parte de su relación con la naturaleza, combinados con sus objetos “fetiche”: un bastón metálico; la manta de fieltro; la grasa, la miel y el aceite; sus guantes, su gorro y su linterna.

Sobre Joseph Beuys

Nació en 1921 en Krefeld, Alemania. Durante la Segunda Guerra Mundial, se enlistó en la Fuerza Aérea (Luftwaffe) como piloto de bombarderos de combate. En este contexto surgió una historia, entre real y mítica, que marcó su producción artística: en 1943, sobrevolaba la península de Crimea durante una tormenta de nieve, cuando su avión fue derribado. Fue rescatado por los tártaros, quienes lo salvaron de morir congelado, lo alimentaron con miel de abejas, trataron sus heridas con hierbas y grasa y lo recubrieron con fieltro para que recuperara el calor y la vitalidad. Este hecho marcaría su posterior trabajo artístico, con el uso reiterativo de esos objetos y materiales para hablar de profundas necesidades humanas.

Traje de fieltro, 1970 y Trineo, 1969

Traje de fieltro, 1970 y Trineo, 1969

Para Beuys, el acto artístico es sinónimo de acción política. A lo largo de su carrera, desarrolló discusiones, diálogos y acciones performáticas con el fin de reflexionar respecto de problemáticas que iban más allá de lo estético, y alcanzaban la política y el sistema de educación. Para él, el arte era un mecanismo de transformación social y en eso estaba su fuerza revolucionaria. Según Silke Thomas, en su obra artística “se encuentra al inconformista, al visionario. Fue un hombre, un artista, un pensador y un político para quien la libertad de la mente y la autonomía individual formaban la base de una sociedad futura”.

En esta postura fue clara influencia el grupo Fluxus, a partir de 1962. Este movimiento artístico criticaba el arte tradicional y promovía una noción renovada de arte como “estado de vida”. Así, Beuys planteó que “todo hombre es un artista” y generó tanto piezas artísticas como instancias de discusión, reflexión y espacios de diálogo.

Junto a otros intelectuales de la Alemania posguerra, Beuys investigó y reflexionó sobre filosofía, alquimia, chamanismo y antroposofía acercándose a grandes pensadores de la época, como Rudolf Steiner y Martin Heidegger, y a artistas como Marcel Duchamp. Estos pensamientos están presentes en muchas de sus obras y escritos.

 

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