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Guillermo Amoedo y su reciente premio en Sitges: «Es bueno que (en Chile) no se estén haciendo sólo películas cerradas para festivales»

Guillermo Amoedo y su reciente premio en Sitges: «Es bueno que (en Chile) no se estén haciendo sólo películas cerradas para festivales»

Hace pocos días, la co-producción “El Extranjero” recibió el prestigioso premio Blood Window de SITGES en la categoría a Mejor Película Iberoamericana, dejando atrás a filmes de la talla de “Rec 4” y “Las Musarañas” del reconocido director Alex de la Iglesia. Es “un thriller sobrenatural», dice el director, quien explica que la película narra «la historia de un hombre que llega a un pueblo muy remoto buscando a su esposa para matarla y luego suicidarse y así erradicar una enfermedad que ambos poseen que los hace adictos a la sangre”.


Corría el año 2007 y Guillermo Amoedo llegaba a Chile a sumarse a un master de guión gracias a una beca a la que postuló. Estando allí, matriculado, postuló como guionista a la miniserie cómica Transantiaguinos de Sobras Producciones, que transmitió Canal 13. “Tuve que escribir como 50 capítulos en 2 meses. Pagaban bien, eran buenos tiempos”, confiesa entre risas. Así fue como conoció a Nicolás López y comenzó una aventura que los ha hecho realizar en conjunto una decena de producciones entre las que está su primer gran éxito como director, el largometraje “El Extranjero”.

Tiene una sonrisa a lo ancho de su cara, y con razón de ser. Su filme ganó como Mejor Película Iberoamericana en SITGES, la cita del cine de género más importante del mundo que cuenta con una producción que ya se quisiera cualquier festival de cine de Clase A.

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El Extranjero, se encuentra en plena negociación de exhibición fuera del país y aún no tiene fecha de estreno para Chile que sería en 2015.

Su director la explica como “un thriller sobrenatural”. “Es la historia de un hombre que llega a un pueblo muy remoto buscando a su esposa para matarla y luego suicidarse y así erradicar una enfermedad que ambos poseen que los hace adictos a la sangre”.

En el marco de SANFIC 10 podrá ser vista  ya que será la película de clausura del certamen capitalino el domingo 26 de Octubre a las 20:00 horas en el Cine Hoyts del Parque Arauco.

¿Cómo te tomaste el premio sabiendo que competías con una franquicia como Rec y con una película de Álex de la Iglesia?

La verdad es que no me esperaba el premio para nada. De hecho ya me había ido de SITGES. Me enteré en Madrid antes de tomar el vuelo de regreso a Chile. López me mandó varios mensajes contándome que habíamos ganado. Es un honor, imagínate. SITGES es el más importante festival de cine de género del mundo, fue la primera vez que iba, pero siempre supe de él. Tiene una infraestructura y una producción de clase A, con un público muy exigente y una competencia buenísima. Rec 4 por ejemplo, tenía un museo, una puesta escena para un estreno masivo con mucha gente, y nosotros entramos por el costado, así que estuvo muy bueno llevarse el premio.

Guillermo Amoedo Foto: Gonzalo Rubio

Guillermo Amoedo
Foto: Gonzalo Rubio

Lo recibió Nicolás López, ya que habías comenzado tu regreso ¿te entregó el premio?

El premio está en la productora –risas- pero la verdad es que es para todo el equipo. Hicimos un gran esfuerzo, era una película muy chica que comenzó a crecer y se fueron motivando con la historia. Estamos sorprendidos, pero muy felices.

¿Cómo fue eso de dirigir en actores chilenos en inglés?

Eso fue un desafío, pero sobretodo para ellos más que para mí. Obviamente trabajar en la lengua nativa es mucho más fácil que hacerlo en una extranjera, pero hay actores como Cristóbal Tapia Montt que se crió en EE.UU. Lorenza Izzo también o Nicolás Durán que habla muy bien inglés, entonces para ellos era casi nativo y no hubo ningún problema. Luis Gnecco y Alessandra Guerzoni también. Hay cosas que había que manejar porque en inglés tienes menos margen que en el español, pero la verdad es que logramos un muy buen trabajo.

Es el debut de Nicolás Durán el co-protagonista… que de algún modo “se robó la película”…

Lo conocimos en un casting abierto por casualidad que hicimos por Twitter. Llegó el último día que teníamos que cerrar el tema sí o sí y quedamos sorprendidísimos con la actuación de él. Incluso Cassian Elwes (Dallas Buyers Club – Blue Vallentine), que se metió como productor ejecutivo de la película Knock Knock se fijó mucho en él, así que con Eli tenemos que hacerle un contrato a este chico porque tiene un talento gigante. Es su primera película y un tipo con la experiencia de Elwes lo identificó de inmediato.

Nicolás López recibiendo el premio en SITGES

Nicolás López recibiendo el premio en SITGES

Sobras venía haciendo comedias, con el proyecto que suma a Eli Roth, se expande la oferta de temáticas de la productora…

Claro, mi película es una película de género para todo el mundo y por suerte encontré ese espacio. Puede ser que desde afuera se vea como algo muy grande porque ha participado Keanu Reeves por ejemplo, pero la verdad es que es algo bastante más pequeño. Por ahí nace de alguna idea como Green Inferno, Eli tiene una idea y nos lanzamos. Y eso pasa en medio del rodaje de Aftershock. Nos juntamos y comencé a escribir mientras terminaban el rodaje, luego Nicolás y Eli siguieron re-escribiéndola, pero son igual producciones cerradas, no es que haya reuniones en Los Ángeles ni nada de eso, nos reunimos en torno a un café y compartimos las ideas, desarrollamos escaletas o tratamientos visuales hasta que los sacamos. Todo es muy ameno y cercano.

Más allá del glamour o no, lo cierto es que han desarrollado una conquista de pantallas en el extranjero, cuestión que para la producción chilena ha resultado muy difícil de alcanzar… Se tiene un volumen alto de producciones que no alcanza a ser vista en las salas y menos a distribuirse en el concierto internacional…

La idea es hacer películas para el público y lo más ampliamente posible. Hay cada vez más películas chilenas, me parece que el objetivo no puede ser solamente hacer plata de ellas, pero sí hay que tratar de hacer películas para el público.

Hay que tratar de ser honesto con lo que uno quiere hacer, pero congeniando varias cosas, digo, no hacer películas solo para festivales.

Aftershock, Green Inferno y Knock Knock se han vendido muy bien afuera, pero tampoco es el foco de nosotros. No estamos pensando en sus resultados comerciales, sino en que es lo mejor para la historia. Y bueno, creo que una cosa lleva a la otra. Si tienes una buena historia al público igual le gusta.

¿Y cómo se da la dinámica creativa en estos proyectos?

Los tres trabajamos mucho en conjunto. Por lo general nos juntamos a desarrollar las historias y una vez que tenemos una más o menos clara en cuanto a principio y fin, por lo general yo me pongo a escribir la primera versión del guion porque soy bastante rápido en eso y luego vamos pimponeando entre nosotros. Siempre se trabaja en el guión hasta el último día antes de rodar, lo que debe ser un infierno para la gente de producción, porque tienen que hacer cambios a último minuto.

Siempre es un trabajo constante y muy veloz, porque hemos hecho varias películas en poco tiempo.

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Guillermo Amoedo y Luis Gnecco durante la filmación de «El extranjero»

Es casi como un laboratorio o incubadora de ideas que pasa rápidamente al desarrollo…

Es que la presión hace maravillas, no sé. Tienes que trabajar y con un deadline encima. Con Knock Knock, por ejemplo, yo llegué a rodar  The Srtranger el 23 de diciembre del año pasado y al otro día junto con felicitarme por mi primera película como director con Sobras, me comunicaron que teníamos que hacerla en abril… Por lo que luego de navidad, tuve que ponerme de cabeza a escribir Knock Knock, entonces ya en enero teníamos un guión y mantuvimos la idea de rodar en abril con una estrella grande, Keanu Reeves pudo hacerla y ya está, es decir, la idea es no parar de hacer películas. Nos ponemos, por así decirlo, un deadline antes que cualquier otra cosa.

¿Cuál fue el interés particular de Eli Roth de incorporarse a esta vorágine de hacer películas con ustedes? Sabiendo que en Chile carecemos de apoyos estatales en cuanto a impuestos como en Colombia, por ejemplo…

Claro, tampoco es un tema de economía, o que sea más barato hacerlo en Chile. Si te fijas, Canadá y algunos otros países tienen devoluciones de impuestos mucho más atractivas para las producciones fílmicas que en Chile, es un tema que va por la fluidez. A Eli lo que le gustó es que no depende de toda la burocracia que hay en Los Ángeles y Hollywood, que está amarrado todo, es decir, no se trabaja y no se escribe nada hasta que no haya un contrato y esté todo pagado a un montón de agentes. Eso para escribir un primer guion se transforma en demasiado tiempo invertido y al final, muchas cosas no se terminan haciendo por la burocratización.

Esto es más simple, digamos más básico. Se escribe un guion y luego se busca la plata para hacer la película. Eso es más dinámico y con ello podemos aprovechar las ventanas que hay afuera. Así no estamos atados a las cadenas que hay en EE.UU.

Respecto del momento del audiovisual en Chile ¿Cuál es tu impresión?

Cada vez me sorprende más la cantidad de películas que se están haciendo en Chile, de hecho se te pierde el número de realizaciones. Ahora en SANFIC hay algo como 15 películas chilenas y seguramente varias quedaron fuera, me parece buenísimo que se hagan tantas películas. Capaz que también sea bueno que no se estén haciendo sólo películas cerradas para festivales, sino que también se puedan hacer películas de género o comerciales sin culpas.

¿Crees que persiste ese prejuicio entre el cine arte y el comercial?

Y claro. Existe un prejuicio por las películas más comerciales. Es como que existieran solo dos alternativas, o haces una película de arte o una comercial, pero como que no existiera un término medio, salvo honrosas excepciones de películas que por el camino ganan premios y logran llevar gente a las salas. Creo que no es malo buscar un camino intermedio para hacer películas que tengan varias lectura, pero que lleguen a un público más amplio.

 

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