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Doble Oso de Plata para Chile en Berlín: Patricio Guzmán en Guión y Pablo Larraín Premio Gran Jurado Chile coronó una gloriosa jornada en la Berlinale 2015

Doble Oso de Plata para Chile en Berlín: Patricio Guzmán en Guión y Pablo Larraín Premio Gran Jurado

Los premios para “El Botón de Nácar” a Mejor Guión (Oso de Plata) y el Premio del Jurado para “El Club” (Oso de Plata) hacen de esta  edición del Festival de Cine de Berlín una versión histórica para la cinematografía chilena, puesto que es primera vez que dos cintas nacionales vuelan dentro de lo más alto en el cine mundial.  A estos reconocimientos se suman los Premios Teddy, a las temáticas homosexuales, donde también arrasó Chile.


Chile triunfó en Berlín. Si el 2013, fue el año de Paulina García al recibir el Oso de Plata a la Mejor Actriz en la película Gloria de Sebastián Lelio, este año el premio fue por partida doble. El club, de Pablo Larrín, se llevó el segundo premio en orden de importancia al ser galardonado con el Oso de Plata Premio Especial del Gran Jurado, y Patricio Guzmán, que obtuvo el Oso de Plata al Mejor Guión con el documental El Botón de Nácar, secuela de laureada película Nostalgia de la Luz. El Oso de Oro con sabor político fue  para Taxi del iraní Jafar Panahi, ausente por imperativo de Teherán.

Chile acudía a Berlín con dos nombres de peso, dispuesto a refrendar el buen momento de su cinematografía y logró con creces su objetivo.

«Ese club que vemos es una extensión del gran club que es la Iglesia y que finalmente es una organización que no cree en la justicia civil ni en la justicia laica. Cree que sus miembros deben sólo rendirle cuentas a dios», señaló Larraín en su discurso de premiación.Pablo Larraín recibiendo el Oso de Plata - Gran Premio del Juradoo

Pablo Larraín recibiendo el Oso de Plata – Gran Premio del Juradoo

El Club», filme retrata la impunidad de una iglesia obstinada en lavar de puertas para adentro pecados tales como la pederastia o la complicidad con torturadores, entre otras atrocidades.

Le siguió en el palmarés Patricio Guzmán, con el documental El botón de nácar,  Oso de Plata al mejor guión con un filme que se abre en el desierto de Atacama y discurre hacia el sur, en la Isla de Dawson, cementerio tanto para los indígenas que casi exterminó el colonialismo como para los desaparecidos de la dictadura de Pinochet.

«Larga vida al jurado y a este festival», dijo, por su parte, Guzmán en la ceremonia de premiación. Además, aprovechó de mandar un mensaje a su esposa, la también productora de la cinta: «Sin ella, esta película nunca podría haber sido posible».

Guzmán se mostró orgulloso con el premio de la Berlinale a un documentalista, que es «la música de cámara del cine», cuando la ficción es la ópera».

«¿Cómo puedo competir con Juliette Binoche?», se preguntó un hombre que, como explicó, se dedica a «encontrar en la vida misma el movimiento dramático

El realizador de la Batalla de Chile además obtuvo el galardón independiente que entrega el Jurado Ecuménico.

Patricio Guzmán recibiendo el Oso de Plata al Mejor Guión Foto: EFE

Patricio Guzmán recibiendo el Oso de Plata al Mejor Guión Foto: EFE

Pero Chile no fue solo uno de los grandes triunfadores en la competencia oficial, sino que también arrasó en los Teddy Award, importante sección que premia a películas de temática LGBT. La películaNasty Baby de Sebastián Silva ha ganado el prestigioso Teddy Award a mejor largometraje de ficción. A su vez, San Cristóbal de Omar Zúñiga Hidalgo y la coproducción chilena-uruguaya El hombre nuevo de Aldo Garay, han sido galardonados con los Teddy a Mejor Cortometraje y Documental respectivamente, obteniendo así triunfos para Chile en las 3 categorías principales.

Este premio, creado en 1987, se da a películas de temática gay, lésbica o transgénero, el día antes de la gala de premiación del Festival Internacional de cine de Berlín. El primer premio Teddy fue entregado a la película La ley del deseo de un joven cineasta desconocido en esos años que era Pedro Almodóvar y ese mismo año ganó en la categoría Mejor Cortometraje Gus Van Sant. En 1994 obtuvo uno de estos galardones el famoso filme cubano Fresa y Chocolate de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, por señalar sólo algunos de los directores más conocidos que se han alzado con este reconocimiento.

Además de estos, Marcela Said ganó Premio Internacional por su proyecto Los Perros que se entrega a los proyectos cinematográficos «excepcionalmente creativos».

Oso de Oro

El jurado, presidido por el director estadounidense Darren Aronofsky y con la cineasta peruana Claudia Llosa entre sus miembros, hizo honor al compromiso del festival con el cine que incide en los conflictos de este mundo con un palmarés marcado por las denuncias contra las injusticias o la impunidad.

«Taxi» ganó el Oso de Oro con un alegato, disfrazado de amable comedia, contra la represión que sufren creadores como el mismo Panahi, inhabilitado por Irán, y convertido en taxista ocasional que recoge las opiniones de sus compatriotas.

Era un reconocimiento a un viejo conocido del festival -estuvo presente en la competición en 2011, con «Offside», y en 2013 con «Courtain Close, con una película irónica, sencilla, de guion impecable, que saca partido de las restricciones impuestas.

El cine de corte indígena, un eje temático de la 65 edición de la Berlinale fue para película de Guatemala Ixcanul que obtuvo el premio Alfred Bauer.

Los Osos a las mejores interpretaciones fueron para Charlotte Rampling, excelente en el papel de esposa desgastada en el filme 45 Years, de Andrew Haigh, mientras que el correspondiente al mejor actor fue, como no podía ser de otro modo, para su marido en la cinta, Tom Courtenay.

En lo que respecta a la Plata al mejor director, lo compartieron el rumano Radu Jude y la polaca Malgozata Szumowska, con las películas Aferim y Body, respectivamente, ambas exponentes del buen cine de bajo presupuesto procedente del este europeo.

La alemana Victoria, de Sebastian Schipper, estaba entre las favoritas como exponente de un nuevo lenguaje cinematográfico, en un filme rodado en una sola secuencia, en que la cámara sigue a una muchacha española -la actriz Laia Costa- por la noche berlinesa.

La película obtuvo un Oso de Plata a la aportación artística por el singular movimiento de la cámara del filme, premio que se complementa con otros dos de los jurados independientes del festival -el «Guild» a la creación artística y el de los lectores del diario «Berliner Morgenpost».

Tras la ceremonia de entrega de los premios, la Berlinale dedicará una jornada adicional, mañana, al «Día del Espectador», consagrado al público y según la práctica de este popular festival, que saca a la venta unas 300.000 entradas, para sus diez días de vida y las 400 películas que proyecta en sus distintas secciones.

 

 

 

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