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Cuando Víctor Jara sonó en la Universidad de Los Andes y Gonzalo Rojas Sánchez amenazó con renunciar

Cuando Víctor Jara sonó en la Universidad de Los Andes y Gonzalo Rojas Sánchez amenazó con renunciar

El miércoles de la semana pasada, en la Universidad de Los Andes, el coro de esa casa de estudios, junto a sus pares de la U. de Santiago, rindieron un homenaje al Canto Nuevo, que provocó la indignada renuncia del columnista mercurial Gonzalo Rojas. El público ovacionó el espectáculo.


El miércoles de la semana pasada, en la Universidad de los Andes, una casa de estudios ligada al Opus Dei, unas quinientas personas llenaron el anfiteatro en Las Condes en un tributo que los coros de esa entidad, junto a sus pares de la U. de Santiago y la UC, rindieron al Canto Nuevo.

Allí sonaron canciones de Víctor Jara e Inti Illimani, pero también Illapu, Congreso, Los Jaivas y Quilapayún. “El aparecido”, el tema que Jara escribió para el guerrillero argentino Ernesto “Che” Guevara, tuvo un bis ante el entusiasta aplauso de los espectadores, entre los que estaban miembros de la comunidad universitaria de la universidad ubicada en Las Condes,  alumnos de otras casas de estudio, vecinos, familias y amigos de los alumnos de los coros participantes.

El evento en sí, en tanto, posee sin duda un peso simbólico enorme, más tomando en cuenta que allí los estudiantes ni siquiera pueden pegar papeles en las murallas. Previamente, una amenaza de renuncia del columnista mercurial Gonzalo Rojas Sánchez, académico de la universidad, no pudo impedir la realización del evento, que se ensayó durante todo el año. Más bien logró todo lo contrario: le dio publicidad gratuita. «(Estos grupos) llaman al odio y la violencia», argumentó.

“Cada uno es libre de tener su opinión y afortunadamente existe la posibilidad de manifestarla”, señala Marta Viviani, subdirectora de Extensión Cultural de la universidad, que organizó el concierto. “Este concierto siempre se pensó como una actividad artístico-musical, que corresponde a un proyecto que durante tres años ha destacado diversos estilos que han tenido alguna trascendencia nacional e internacional”.

concierto 1

Jara en U. Los Andes

“Es primera vez que se rinde un homenaje musical a grupos tan relacionados con la izquierda en la universidad, eso es cierto”, admite Mauricio, un estudiante de la U. de Los Andes, que prefiere el anonimato. “Sin embargo, siempre se han hecho homenajes musicales a distintos grupos, nunca han intentado restringir ningún tipo de música en la universidad, y es poco relevante el hecho de que la Universidad esté ligada al Opus Dei, ya que realmente no tiene tanta influencia en este tipo de cosas culturales que se realizan en la universidad realmente”.

Para Alejandra -otra estudiante de la casa de estudios, que por el temor a posibles represalias también pidió su anonimato- “el evento no era demasiado revolucionario: era una presentación coral. Pero es verdad que en la universidad no se ven nunca manifestaciones de izquierda, no es algo que se fomente precisamente. Acá los alumnos piden permiso y no tienen voz ni voto en las decisiones, por lo menos a nivel de escuela. De hecho, los alumnos ni siquiera pueden pegar carteles en las paredes, porque los sacan. Yo creo que va más por ahí la cosa, cuando la información va en un sólo sentido se dificulta que se desarrollen las ideas nuevas”.

Aún así, la organización de este tipo de eventos le parece “muy bueno, creo que de a poco se está formando la política universitaria, y que es importante que haya espacio para el pluralismo. Está bien que haya un proyecto educativo, pero también tiene que haber retroalimentación por parte de los estudiantes y espacios para que todos se sientan cómodos”.

concierto 3

Sin duda se trató de un hecho “interesante”, admite Marta Gajardo,Marta Gajardo, directora del conjunto coral de estudiante de la U. de Santiago. “Me sorprendió. Que ellos, desde adentro, se atrevieran con cosas así, con ese repertorio, nos sorprendió gratamente. Que nos invitaran a nosotros también”.

Caso Rojas

En cuanto al caso Rojas, que prometió que dimitirá el próximo 1 de diciembre tras no poder impedir la realización del evento, la directora del conjunto coral señala que “toda la gente piensa diferente. Si alguien no está cómodo trabajando en un lugar, tiene derecho a irse, pero nosotros hicimos un trabajo muy limpio, musicalmente limpio, con un espíritu muy limpio”.

“Él habló de la lucha de clases sociales (contenida en algunos temas). Nosotros somos el coro de la Universidad de Santiago, y somos amigos con el coro de la Universidad de Los Andes, y los niños se tratan como iguales. Ellos vienen a ensayar acá y nosotros vamos a ensayar allá. Y no tenemos ninguna dificultad, tal vez porque la música tiene ese poder de unirnos, de re-unirnos, en torno a algo que no puede ser malo”, afirma.

Gonzalo Rojas

Gonzalo Rojas

Para Alejandra, la amenaza de Rojas fue una exageración. “Yo creo que la mayoría de la gente estaría de acuerdo conmigo, en realidad yo no sé cómo se le ocurrió a Gonzalo Rojas que iban a cancelar un presentación que han venido preparando todo el año con esa argumentación. Además, yo diría que todo lo contrario, un trabajo presentado con cariño y en conjunto con otras universidades no puede decirse que promueva el odio y la violencia. Es cosa de haber ido al concierto, o de escuchar las letras de las canciones. Encuentro que su forma de actuar a través de amenazas es más violenta, y considero positivo que las personas que no fomentan el pluralismo dentro de la vida universitaria se autoexcluyan de la universidad y dejen espacio para las ideas nuevas”.

Su compañero de universidad coincide. “Me parece muy bueno que Gonzalo Rojas haya decidido renunciar a raíz de esto, claramente tener a alguien capaz de renunciar de un ambiente de trabajo, por el simple hecho que se hará un concierto coral en que se tocará música compuesta por personas con una mentalidad distinta, trabajando en la universidad no ayuda a nadie”, expresa. “El único que realmente ha incitado el odio en todo este tema es él, así que me parece excelente que renuncie”.

“Es música”, zanja Claudio Martínez, estudiante de Ingeniería de la U. de Santiago, asistente de Gajardo e integrante del coro, que también estuvo en el tributo. “Nosotros estuvimos en un tributo a la música. Si bien tiene un sentido, bajo un contexto histórico, no representa el sentir actual”.

concierto 4

“Para nosotros interactuar con los chiquillos (de la U. de Los Andes) es muy grato. Nosotros llegamos allá y es prácticamente como si siguiéramos acá, porque es el mismo nivel de interacción, nos hacemos bromas de la misma forma, no existen diferencias. No hay una diferencia tan grande en cuanto a estatus económico o pensamiento en general, somos jóvenes, luchamos por lo mismo, queremos sacar adelante nuestras carreras, y nuestra pasión por la música es lo que nos llevó a hacer esto”.

Éxito

El concierto de 90 minutos fue un éxito. “Vinieron más de 600 personas a pesar del frío y de la lluvia de esa noche”, resalta Viviani. “Se pudo presenciar un espectáculo de alto nivel musical y del cual disfrutaron personas de todas las edades. Había familias completas y al terminar hubo unanimidad de opiniones respecto de la gran calidad de lo escuchado”.

Esa noche hubo coros y también temas instrumentales. Debido a lo extenso del repertorio y para dar un descanso a los artistas, algunas canciones las interpretó cada coro en forma individual, otros se hicieron en conjunto.

El coro de la U. de Santiago, por ejemplo,  interpretó en solitario “La muralla” (Quilapayún), “Palabras de nuestro tiempo” (Illapu) y “De vuelta y vuelta”  (Congreso). En conjunto, en cambio, sonaron los dos “Vuelvo” (las versiones de Inti Illimani e Illapu), “Mi patria” y “Samba Landó”  (Inti Illimani), “Alturas de Machu Picchu”, “Mira niñita” y “Todos juntos” (Los Jaives), “Luchín”, “Te recuerdo Amanda” y “El aparecido” (Víctor Jara).

El público se fue feliz. “Me pareció increíble el concierto, fue realmente muy bonito, y me pareció una excelente interpretación de la orquesta y el coro”, destaca un estudiante local. “Lo más destacable es sin duda el arreglo musical que se le hizo a las canciones, porque llevar canto popular a orquesta y coro no es nada fácil”.

“El público estaba muy contento y muy metido en la función, todos se veían muy felices, y coreaban las canciones bajito, para no desconcentrar al coro”, agrega. “Había mucha gente de la universidad, pero además habían muchas personas mayores, familias”.

Viviani destaca la unión que hubo en los tres coros universitarios que se presentaron, porque lograron transmitir todo el trabajo previo realizado por ellos y que estuvo marcado por el compañerismo y profesionalismo.

“El público estaba muy emocionado, y eso que hacía mucho frío”, destaca Gajardo. “Cantaban, aplaudían, lloraban. Aplaudieron mucho algunos temas. Tuvimos que repetir ‘El aparecido’, fue el tema bis final”, cuando el público se puso de pie y ovacionó a los artistas. Nadie se quería ir».

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