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«La mona ilustre» y su ciclo retrospectivo: Cuando los muñecos y los actores dialogan en escena En Teatro Mori Bellavista

«La mona ilustre» y su ciclo retrospectivo: Cuando los muñecos y los actores dialogan en escena

El aplaudido colectivo hispano-chileno –uno de los activos internacionalmente- está presentando durante agosto tres de sus obras en el Teatro Mori Bellavista, ocasión que les ha permitido examinar su trabajo y pensar en los caminos por venir. “Buscamos mostrar el reflejo de las personas en las marionetas”, explica su director, Miguel Bregante.


Ocurrió hace muchos años, cuando Los peces no vuelan (2009), la obra debut de la compañía La mona ilustre, recién había despegado.

Llegaron por primera vez a Zaragoza, España, la ciudad natal del director Miguel Bregante, con la idea de pedir apoyo para su nuevo montaje. “Fui a la municipalidad y pedí 90.000 euros para montar un espectáculo. Ehhh, me dijeron, y ¿por qué? Bueno –les respondí- tengo esta obra que ha ganado premios y ha hecho giras. Me dijeron: lo que tienes que hacer es seguir moviendo esta, tienes el mundo para girarla. Y tenían razón”, recuerda el director.

Bregante tomó nota y se lanzó con la obra a nuevos destinos, como el prestigioso Festival de Charleville-Mézières, en Francia, el Taiwan International Festival of Arts (Tifa), de Taipei, y más de un año de presentaciones en España. Y la moraleja de la historia quedó instalada: las obras de la compañía seguirían teniendo vida mientras hayan opciones de mostrarlas.

La Niña de Canterville (Foto Gabriela Larraiìn)

La Niña de Canterville (Foto Gabriela Larraiìn)

«Los peces no vuelan hace más de un año que no se hacía en Santiago, pero sigue saliendo y va ahora a Córdoba (Argentina) y está seleccionada en el Festival de Londres. Como compañía tengo la fuerte sensación de existencia y no nos podemos permitir botar una obra que está en repertorio. Yo no creo que tenga mucho sentido hacer doce funciones de una obra y desaparecer. Es hermoso y efímero, pero a mí no me hace sentido. Una compañía como la nuestra no puede sobrevivir sin una gira fuerte al año”, explica.

Con ocho años de existencia, cuatro obras en repertorio y un nutrido currículum de giras que la ubican como una de las compañías nacionales con más presencia internacional, La mona ilustre está durante este mes presentando la primera retrospectiva de su trabajo en el Teatro Mori Bellavista. Se trata de tres montajes (Los peces no vuelan, Juan Salvador Tramoya y  La niña de Canterville) que necesariamente los obliga a mirar hacia atrás para ver el camino que han recorrido hasta ahora.

“Nuestra historia no deja de sorprenderme”, cuenta Bregante. “Todavía me veo saliendo de la escuela y queriendo hacer algo, y ese algo se llamó Los peces no vuelan, y de repente nos vimos viajando a Taiwán y hoy se hacen ciclos retrospectivos de nosotros”, resume.

Conocidos por ser una compañía que explora con una lúdica sensibilidad el lenguaje del teatro de objetos y marionetas combinado con actores reales, los integrantes de La mona ilustre son egresados de la desaparecida Escuela Internacional del Gesto y la Imagen La Mancha, donde afianzaron el desarrollo del teatro físico y el carácter íntimo de historias cotidianas en que la emoción surge de la interacción entre objetos supuestamente inanimados y seres de carne y hueso.

"La mona ilustre" Mori Bellavista

Bregante dice que no le gusta definirse como una compañía de marionetas, “pero en la marcha siempre sale una. Es atractivo para mí contar desde eso, establecer el reflejo de las personas en las marionetas, mostrar que a veces somos menos de carne y hueso de lo que creemos. Nuestro campo de búsqueda estética es mostrar cómo las cosas, los objetos, nos evocan, provocan, convocan, emocionan y nos hacen sentir cosas que no podemos explicar”.

Después de Los peces no vuelan, “un inicio espectacular, una obra con una imaginación fuera de serie, con una delicadeza estupenda”, como reseñó el crítico teatral de Artes y Letras de El Mercurio, la compañía integrada además de Bregante por Diego Hinojosa, Paula Barraza, Isidora Robeson, Eduardo Jiménez, Emilie Urbas y Andrea Gutiérrez, estrenó el 2012 los montajes Juan Salvador Tramoya y Las cosas también tienen mamá, dos obras que nacieron tímidamente en medio de las intensas giras de Los peces …, y que fueron estrenadas en teatros pequeños, en las que el colectivo trabajó un método de creación colectiva muy intuitivo.

“Es un sistema rocambolesco, muy de ensayo y error, por momentos muy sufrido y difícil. Las cosas también tienen mamá nació en medio de giras internacionales de Los peces no vuelan y quizás debimos poner un freno, debimos quizás decir tomémonos las cosas más con calma, pero fuimos aprendiendo sobre la marcha”, cuenta Bregante.

Este montaje fue seleccionado en el Festival de Charleville-Mézières (el más importante del mundo consagrado al teatro de marionetas) y ha sido la única obra de La mona ilustre que se ha presentado en el GAM.

Juan Salvador Tramoya es un unipersonal inspirado en el teatro físico y el clown, en que gracias a la poderosa interpretación de Diego Hinojosa, vemos a un humilde aseador de un camarín teatral, que construye imaginativas fantasías con los pocos elementos que tiene a mano, como una escoba o un sombrero.

En todas estas obras, hay un sello visual que más allá de la minuciosidad con que construyen sus objetos, tiene una estética un poco retro y anclada en cierta tradición europea. “Siempre he creído que nuestro discurso estético está entre un minimalismo francés y un colorido latino. Por alguna razón, siempre estoy mirando hacia los años veinte o cuarenta, no sé por qué. Encuentro que hay toda una historia en esos objetos viejos que veo en la feria y que terminan conformando un universo estético”, dice el director.

En 2015 estrenaron su cuarto montaje, La niña de Canterville, en el Teatro UC, en lo que es su obra más ambiciosa a la fecha. Inspirada en el cuento de Oscar Wilde, El fantasma de Canterville, la pieza supuso para el colectivo un búsqueda de mayor simplicidad, “con menos artilugios, menos artefactos, donde descubrí una espacie de falencia nuestra que tiene que ver con el abordaje de la escena misma».

«La compañía se analiza todo el rato y por eso me gustaría avanzar en un lenguaje más anclado en las actuaciones. Me gustaría invertir el orden: ahora manipulamos el mono sin saber quién es, el objeto va a seguir siendo un apoyo importante, un generador de sensorialidad, pero en algún momento quiero ponerlo al servicio de una actuación que también emocione”. señala.

Tal vez por eso es que dice que las obras siempre están en proceso de ajustes, sacando y poniendo elementos, pensando en las futuras giras.

«La niña de Canterville me ha hecho entender algunas cosas y quiero aplicarlo. No tengo problemas con ellas, me gustan sus huesos pero me gustaría trabajar sus músculos. No sé si llamarlas necesidad egocéntrica pero siento que no se terminó todavía y podemos darle una vuelta”, finaliza Bregante.

Ciclo La mona ilustre en Teatro Mori Bellavista

“Los peces no vuelan”, hasta el 13 de agosto, jueves a sábado 20:30 horas.
“Juan Salvador Tramoya”, del 6 al 28 de agosto, sábado 22:30 horas y domingo 20 horas.
“La niña de Canterville”, del 18 al 27 de agosto, jueves a sábado 20:30 horas.
Valores: $8.000 general, $4.000 estudiantes y $5.000 tercera edad.

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