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Brian Little, el experto en genética de la personalidad que asegura que la astrología es estúpida CULTURA|CIENCIA Crédito: Koji Furukawa

Brian Little, el experto en genética de la personalidad que asegura que la astrología es estúpida

Todos vinimos al mundo con una personalidad determinada, cuya intensidad y carácter oscilan en la escala de la extroversión y la introversión. A partir de este fenómeno que escapa de nuestro control, surgen interrogantes que el doctor en Psicología Brian Little respondió en el marco del Congreso Futuro. «La gente que cree en la astrología es estúpida y solo le fascina poner a otros en una categoría, y eso detiene el camino de la evolución», afirma.


¿Cómo la personalidad podría definir nuestro futuro? Los secretos que explican el comportamiento de los seres humanos forma parte del campo de investigación del doctor en Psicología Brian Little. En su charla magistral que dio en el marco del Congreso Futuro, explicó cómo el cerebro influye en el desarrollo de la personalidad a través de 5 dimensiones: extroversión vs. introversión; abiertos a la experiencia vs. cerrados de mente; cuidadosos vs. despreocupados; amigables vs. desagradables; neuróticos vs. estables.

Todas estas dimensiones son independientes entre sí, las cuales regulan el carácter de la persona a través de factores genéticos, químicos, fisiológicos y socioculturales. «La personalidad es un fenómeno que no es fijo, tiene una serie de dimensiones positivas en su bienestar, pero, al mismo tiempo, muchos impactos negativos», comenta el académico de la Universidad de Carleton, Ottawa.

El futuro en manos de introvertidos y extrovertidos 

Para Brian Little, uno de los rasgos más importantes de estas dimensiones es la extroversión, la cual tiene un alto grado de heredabilidad. «Las personas extrovertidas se caracterizan por un deseo de estímulos, son intensas en sus declaraciones y presentan bajos niveles de excitación en la neocorteza cerebral», explica el doctor durante su charla magistral en Congreso Futuro.

A diferencia de los extrovertidos, la actividad cerebral de las personas introvertidas tiene altos niveles de excitación frente a los estímulos de su entorno. «Este fenómeno produce comportamientos de evasión y resguardo, donde las personas introvertidas tienden a cerrarse a las nuevas experiencias «, afirma el pionero en estudios de la personalidad.

Esta actividad cerebral se ve reflejada en la ejecución de proyectos personales y actividades del diario vivir,  las cuales requieren de un nivel óptimo de excitación y motivación. En este sentido, «los extrovertidos buscan aumentar sus niveles de excitación, mientras que los introvertidos están tratando de disminuir los suyos».

Crédito: Koji Furukawa.

Para los extrovertidos, la búsqueda de estímulos es necesaria para aumentar sus niveles de excitación, por lo que tienden a frecuentar encuentros sociales, tienen facilidad para hacer amistades y proponerse muchas metas a corto y largo plazo. En esta rama de la personalidad, el doctor Little identificó a aquellos que, además, son conscientes, postulando que «las personas conscientes funcionan bien en sus proyectos personales, obtienen buenas notas en el colegio, los promueven en sus trabajos, entre otras retribuciones positivas».

Contrastando las características descritas anteriormente, los introvertidos están por sobre el nivel optimo de excitación, por lo que los estímulos del exterior sobrepasan sus emociones. Esta podría ser la explicación por la cual tienden a aislarse, «quizás no es antisocial, quizás solo se dio cuenta de que puede realizar sus tareas de manera efectiva cuando hay menos estímulos», reflexiona.

A pesar de ser polos opuestos, Brian Little concluye que «el compromiso y la unión entre las personas extrovertidas e introvertidas podrían llegar a cambiar el mundo», ya que, al fusionar sus herramientas sociales, «conformarían un gran equipo capaz de enfrentar las adversidades».

La sociedad necesita a los neuróticos

En el extremo de la extroversión, Brian Little describe a los individuos neuróticos como personas hipersensibles, capaces de «ver cosas que el resto no ve». Es por esto que presentan trastornos de personalidad caracterizados por la ansiedad, depresión y vulnerabilidad.

Sin embargo, en la escala de la personalidad humana, el experto declara que «los neuróticos son un recurso para las adversidades», ya que pueden detectar problemas al sobreanalizar situaciones, por tanto, «la sociedad necesita de ellos».

La personalidad es proporcional a la salud

En los extremos de las dimensiones de la personalidad, también se encuentran problemas que repercuten en la salud física y mental, además de perjudicar directamente las relaciones sociales. Un ejemplo de ello es el caso del extremo más bajo de la dimensión de la amigabilidad. «Los que no son amigables, es mucho más probable que tengan conductas hostiles, y eso incide directamente en las enfermedades cardiovasculares», afirma el doctor Little.

No obstante, la hostilidad también tiene sus virtudes, ya que «el individuo podría detectar injusticias y enfrentar con mejores herramientas las amenazas del entorno, porque son más críticos y confrontacionales».

En contraparte, una persona consciente y amigable podría vivir más tiempo. Según el PhD en Psicología, las personas conscientes desarrollan más actividades en torno a su salud, como seguir regímenes alimenticios o realizar rutinas de ejercicios constantemente.

«Las personas conscientes serán capaces de levantarse todos los días a las 5 a.m. para ir a entrenar a un gimnasio, sacrificando otras prioridades con el objetivo de mantenerse saludables», ejemplifica el doctor.

A pesar de venir al mundo con una personalidad determinada por los genes y el entorno, existe un punto de flexibilidad que podría alterar rasgos del carácter de las personas. «Creo que todos mostramos un acuerdo en torno a la adaptabilidad, por ejemplo, tenemos la habilidad de mostrarnos extrovertidos en una fiesta y actuar introvertidamente en un funeral».

La veracidad del horóscopo

Muchas culturas alrededor del mundo, tales como las egipcias, mayas, aztecas, entre otras, crearon sus propios sistemas de clasificación de la personalidad, los cuales no tienen bases científicas propiamente tales, más bien, están fundadas en la astrología.

Ante el fenómeno de establecer patrones comunes en el comportamiento humano, Little dice que «nada puede combatir los estudios duros de la personalidad. La gente que cree en la astrología es estúpida y solo le fascina poner a otros en una categoría, y eso detiene el camino de la evolución».

El amor atenta contra nuestra personalidad

Un estudio de Brian Little aborda la existencia de los rasgos libres, aquellas características de la personalidad que se ven alteradas en contextos determinados. Esto quiere decir que «actuamos fuera de nuestra propia naturaleza para lograr nuestros proyectos personales o cuando hacemos cosas por amor».

Por ejemplo, «los introvertidos actúan fuera de su propio carácter o naturaleza cuando están enamorados, atreviéndose a vivir nuevas experiencias o realizar sacrificios que antes no habrían hecho», afirma el doctor Little, y agrega que «la lección que quiero dejar, es que cuando amas a una persona, actuamos fuera de nuestros rasgos, desafiando incluso la genética solo por amor».

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