Publicidad
Deutsche Welle
¿Es posible hacer ciencia en Corea del Norte? CULTURA|CIENCIA

¿Es posible hacer ciencia en Corea del Norte?

Corea del Norte está políticamente aislada, pero la ciencia es diferente: un volcán activo y un nuevo observatorio astronómico requieren cooperación internacional. Aunque las cosas no son tan fáciles


En julio de 2004, Richard Stone viajó a Corea del Norte por primera vez como periodista de la revista «Science”. Conseguir visa como estadounidense era entonces muy difícil, reconoce en entrevista con DW: «Estados Unidos no tiene relaciones diplomáticas con Corea del Norte. En principio, ambos países están todavía en guerra”. Sin embargo, tuvo suerte y  pudo ser oficialmente invitado al país. Esto por una mediación del agregado económico de Corea del Norte en Rusia.

A partir de entonces, Stone entró en otro mundo: «Los investigadores trabajaban en una especie de burbuja. No podían asistir a conferencias, ni discutir con otros científicos fuera del país, y su literatura científica se basaba en fotocopias de revistas occidentales de antes de 1991”, describe. Aún así, el periodista encontró proyectos científicos con sustancia, más allá del armamento nuclear. Por ejemplo, supuestamente consiguieron clonar conejos con éxito muy pronto. «Los conejos se parecían al original”, comenta divertido: «no publicaron sus resultados en revistas, así que tuve que creérmelo”.

Abierto a la cooperación

Actualmente, Corea del Norte está científicamente mucho menos aislada que entonces, explica el experto, miembro del Comité Nacional de Corea del Norte, una ONG que promueve el intercambio entre el país y Estados Unidos: «Estuve allí varias veces desde 2004 y la comunidad de investigadores está mucho más abierta al mundo. Hoy tienen mejor acceso a literatura científica y un país que ha entendido que la ciencia requiere de cooperación”.

Entre los miembros del Consejo  Científico de Corea del Sur se habla incluso del «amanecer de una nueva Era”. Durante una reciente reunión de la American Science Association (AAAS) en Washington DC, Corea del Sur organizó una ponencia sobre este tema. «Creemos que la ciencia es el mejor lugar para generar confianza entre los dos países», dijo Sun Hwa Hahn, directora del Consejo Científico. Obviamente se refería a Corea del Norte y del Sur. Sin embargo, ni entre el público ni entre los oradores había participantes del norte. Conseguir visa para entrar en Estados Unidos sería algo prácticamente imposible para cualquier norcoreano.

Conectados por las estrellas

En el encuentro de la AAAS, Hong-Jin Yang, investigador del Instituto de Ciencias Espaciales y Astronomía de Corea del Sur, presentó los ambiciosos planes de ambos países. Un observatorio conjunto de Corea del Sur y del Norte que se construirá en el monte Paektu. Una montaña de 2.700 metros de altura en territorio norcoreano.

Aunque tengan  prevista la construcción del observatorio, Hong-Jin Yang nunca ha visto a sus colegas. Los surcoreanos tienen prohibido comunicarse con Corea del Norte. «Hay que pasar por el Ministerio de Reunificación”, explica Yang a DW: «El ministerio enviará el mensaje posteriormente, algo que no es fácil ni rápido”. «Corea del Norte es una sociedad oculta”, agrega Sun Hwa Hahn: «Es muy difícil encontrar a una persona de contacto. Por su parte, Stone puede enviar correos electrónicos desde Estados Unidos. Pero siempre son direcciones colectivas de institutos y la respuesta no es inmediata. Aún así, Yang se muestra optimista y poder viajar al norte para conocer a sus compañeros. A más tardar, cuando el observatorio esté construido.

Atentos al volcán

Además de haber sido el lugar elegido para el observatorio conjunto, el monte Paektusan también es un volcán activo. Su erupción de 946 es conocida como la «erupción del milenio”. Supuestamente, ha sido una de las tres más grandes en los últimos 10.000 años, cree Richard Stone.

En la zona se detecta actividad sísmica desde 2002 y la montaña parece estar hinchada por un depósito de magma en el interior. Una erupción del Paektusan afectaría también a China, Corea del Sur y Japón, dice el experto: «Ha sido poco estudiado. Ni siquiera sabemos por qué está ahí, ya que se encuentra fuera del cinturón de fuego del pacífico”. Por encargo de Corea del Norte, Richard Stone organizó una misión de  vulcanólogos británicos al país en 2011. Con la ayuda de sismómetros, mapearon las cámaras de magma y publicaron los hallazgos. Según Stone, tales trabajos conjuntos solo surgen a través de una cooperación real.

Más barreras

Sin embargo, investigar en y con Corea del Norte continúa siendo difícil a pesar de la apertura. Por ejemplo, prácticamente no hay acceso a internet, explica Stone, algo que dificulta el intercambio de datos con otros socios de cooperación. Debido a las sanciones aplicadas sobre el país, realizar una misión de investigación requiere mucha preparación. Especialmente, si Estados Unidos está involucrado. Además, todo lo que introduzcan los científicos en el país requiere tener un permiso de sus propios Gobiernos, «desde una computadora hasta una memoria USB”, reconoce Stone.

Entretanto, todos están expectantes ante la próxima reunión de los presidentes de  Estados Unidos y Corea del Norte, Donald Trump y Kim Jong-Un, el  27 de febrero. «Hay muchas expectativas de que la reunión alivie las sanciones”, explica Stone, «para que nuestro trabajo en Corea del Norte sea más fácil de cara al futuro”.

Publicidad

Tendencias