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Función gratuita documental “Atacamex” en sede UDEC, Santiago

Función gratuita documental “Atacamex” en sede UDEC, Santiago


Función documental “Atacamex”

  • En sede de Universidad de Concepción,. UDEC, Santiago, Av. Providencia 1925. Metro Pedro de Valdivia.
  • Jueves 26 de septiembre | 17:30 horas.
  • Entrada liberada.

Con la presencia de su director Julián Rosemblatt, se realizará mañana, a las 17.30 horas, la primera exhibición del documental “Atacamex” en la Para el Dr. Osvaldo Ulloa, director del Instituto Milenio de Oceanografía, de la ciudad penquista, esta será una nueva oportunidad para dar a conocer el trabajo de los científicos y biólogos, desarrollado en la fosa submarina más profunda de nuestro territorio, ubicada en la región de Antofagasta.

Finalizada la exhibición del documental se ofrecerá una mesa redonda a cargo de Julián Rosemblatt y conducido por la Directora de Comunicaciones de la Iniciativa Científica Milenio, Soledad Hevia.

Hallazgo de nuevas especies

Investigadores chilenos y extranjeros descubrieron nuevas especies en el punto más profundo del Pacífico suroriental. La misión científica desplegó un vehículo autónomo y un sistema de redes en las costas del norte de nuestro país, en la denominada Fosa de Atacama, donde detectaron crustáceos en el suelo marino –a 8 mil metros– y peces a más de 5 mil metros, nunca antes descritos.

El hallazgo representa la “apertura de una puerta” para desarrollar ciencia de frontera en Chile en este campo, según destacó el director del IMO, el Dr. Osvaldo Ulloa.

Esta exploración tuvo como hito alcanzar, por primera vez, el punto más profundo del Pacífico suroriental, en una fosa de más de 5.900 kilómetros cuadrados de extensión frente a las costas de la región Antofagasta, donde se conectan la litosfera oceánica de la placa de Nazca con la litosfera continental de la placa Sudamericana. El vehículo robótico, bautizado como Audacia, llevó a cabo estudios de diversas variables químicas, físicas y biológicas y capturó imágenes hasta hoy desconocidas del océano chileno tras descender hasta los 8.081 metros. Antes de la expedición, el punto más profundo registrado en la Fosa era de 8065 metros.

“La vida en el océano forma una gran trama. Allí, los organismos dependen de la existencia de otros para poder vivir.”, explicó el Dr. Ulloa, en la primera proyección en Santiago del documental que recoge los 19 días de travesía de la expedición. “Pero aún hay muchas cosas que no conocemos: quiénes viven, cuáles son sus interacciones, cómo se reproducen, cómo se alimentan unos de otros, y que es lo que sustenta, finalmente, toda la vida en el océano. Cada componente tiene un rol, y mucho de eso lo desconocemos. Y nuestro desafío científico es poder no solo conocerlo, sino también entenderlo”.

Nicole Ehrenfeld, directora ejecutiva de la Iniciativa Científica Milenio, valoró la proyección del documental como una oportunidad de conocer “todo lo que se vive, la emoción, la incertidumbre, que hay detrás de un proceso de descubrimiento científico, algo que quizás es difícil de transmitir y que esta historia cuenta muy bien”.

Depredadores del fondo marino

¿Cómo es el ambiente a más de 8 mil metros de la superficie marina? Osvaldo Ulloa respondió: “es un lugar oscuro, no hay absolutamente nada de luz, un lugar muy frío, casi al punto de congelación, pero quizás lo más característico de este ambiente, es que es de altísimas presiones, debido a que existen kilómetros de columnas de agua que ejercen una tremenda presión a esas profundidades”.En ese ambiente único y desconocido, la exploración tuvo como uno de sus principales hallazgos la captura de crustáceos, también conocidos como anfípodos, nunca antes descritos por la ciencia.

“Son organismos adaptados muy finamente para vivir comiendo lo que cae de la superficie. Una de las imágenes más impresionantes es cuando logramos bajar un jurel y estos organismos, similares a una pulga de mar pero de un tamaño mucho mayor, son capaces de aglutinarse y comerlo en tres horas. ¿Cómo se conectan? ¿Por señales químicas? Son algunas de las preguntas que intentaremos resolver con los estudios de algunos de los organismos que logramos extraer, y ya estamos analizando”.

Las nuevas especies recopiladas en la expedición científica por los investigadores del IMO se encuentran hoy en diversos análisis de taxonomía y también genéticos. “Ya tenemos la evidencia de que se trata de especies nuevas, y las estamos describiendo. Son organismos tremendamente importantes ahí abajo porque son los primeros que llegan a comer lo que cae desde la superficie. Son anfípodos, una especie de camarón crustáceo muy abundante en este fondo marino, de hasta 20 centímetros de largo”.

El Dr. Ulloa relevó que las especies que habitan en el océano profundo tienen una importancia enorme para la cadena trófica del océano, ya que su base alimentaria está en pequeños organismos, microscópicos. “A partir de ellos se construye esta trama hasta llegar, por ejemplo, a las ballenas”, precisó el investigador. Junto al vehículo autónomo también se lanzó una red denominada MOCNESS, que capturó a cinco mil metros peces también hasta hoy desconocidos.

“Estos peces tienen como una de sus principales características poseer mandíbulas muy grandes, es decir son grandes cazadores. El océano profundo es muy diluido, y por lo tanto sus chances de comer son muy bajas. Por tanto tienen que ser muy ágiles, como los grandes depredadores, y por eso tienen estas enormes mandíbulas. Algunas de estas especies de nuestras costas no están chequeadas en la literatura científica”, comentó .

Además de su captura, la misión logró varios hitos, uno de ellos, fue superar el récord mundial de registro en profundidad, cifrada anteriormente en 8.061 metros. Se llevaron a cabo medidas y observaciones en distintas variables, tales como oxígeno, salinidad y temperatura, además de la toma de imágenes (fotografías y videos) jamas observadas. También se almacenaron muestras de agua a fin de establecer sus propiedades químicas y qué tipos de microorganismos habitan allí.

Más desafiante que ir a la Luna

El Dr. Ulloa asegura que la complejidad técnica para descender hasta el punto de mayor profundidad del Pacífico suroriental es solo comparable a un viaje al espacio. “Es mucho más difícil poner un instrumento en el fondo marino que ir a la Luna debido a las altísimas presiones”, dijo el líder de esta misión científica, que recorrió durante 19 días las costas del norte del país en la embarcación Cabo de Hornos de la Armada. “Es un viaje exploratorio a un mundo tremendamente desconocido. El descubrimiento del océano es la última frontera que nos queda por conocer”.

La tripulación zarpó el 28 de enero de 2018 desde Valparaíso con el propósito de responder preguntas físicas, químicas y biológicas del ecosistema marino, a una distancia equivalente a la altura del monte Everest. El vehículo autónomo Audacia, un robot que descendería en caída libre desde la superficie al fondo marino, sería el encargado de lograr un hito nunca antes logrado en la ciencia nacional: la captura de imágenes y toma de muestras de la vida en la denominada “zona hadal” del océano, su región más profunda, entre 6 mil y 11 mil metros.

“La relación entre el punto más alto de la cordillera y el más profundo del océano es la distancia más extensa para cualquier país del mundo (en este parámetro). Y somos los primeros en explorar este rango”, dijo Kevin Hardy, el ingeniero australiano a cargo del diseño, en colaboración con ingenieros chilenos, del Audacia, un dispositivo autónomo que bajó hasta el fondo marino en caída libre, armado con cristales capaces de tolerar una presión extrema y herramientas para colectar agua y organismos vivos a través de trampas.

Hardy, quien construyó una máquina similar –pero de un costo 20 veces mayor– para la expedición con la que el cineasta James Cameron descendió hasta el fondo marino para intentar rescatar los restos del Titanic, subrayó que el desarrollo alcanzado en colaboración con los científicos del IMO para sumergirse a una zona de presión extrema, a más de 8 mil metros, representa la comprobación de que es posible explorar el océano profundo a un costo mucho menor al presupuestado hasta la fecha.

Los hallazgos de la misión de investigadores nacionales ha despertado el interés de la comunidad científica mundial. En los próximos meses, los protagonistas de la exploración a la Fosa de Atacama han sido invitados para estudiar dos de las más profundas fosas del planeta: la de Japón y la de las Marianas, en el Pacífico sur occidental, a 200 kilómetros de las costas de las Islas del mismo nombre (en Oceanía, pero bajo el control estadounidense). Se trata del punto más profundo de los océanos del mundo: 11.034 metros.

Ciencia de frontera

El Instituto Milenio de Oceanografía es uno de los 36 centros de excelencia financiados por Milenio, los que se dividen en 10 Institutos y 26 Núcleos. Desde 1999, este programa público de distribución de recursos para investigaciones de frontera –actualmente dependiente del Ministerio de Economía, ha apoyado 101 centros tanto en ciencias naturales y exactas como en ciencias sociales. La divulgación científica es uno de sus pilares estratégicos, con más de 1800 actividades de vinculación con los ciudadanos en los últimos cinco años.

Julián Rosenblatt, director de la cinta, relata que el documental “trata de acompañar a un grupo de científicos que se propusieron una meta casi imposible de explorar un lugar desconocido de nuestro planeta. Tenemos que transmitir este tipo de experiencias (…) porque necesitamos construir nuevas generaciones de científicos y la única manera de hacer eso es que se sepa que se esta haciendo”.

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