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Falta de institucionalidad propia y financiamiento estatal de la Cineteca Nacional, la herida del patrimonio audiovisual nacional CULTURA Créditos Imagen: Emilia Aparicio Ulloa

Falta de institucionalidad propia y financiamiento estatal de la Cineteca Nacional, la herida del patrimonio audiovisual nacional

Emilia Aparicio
Por : Emilia Aparicio Periodista El Mostrador
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Este fin de semana se celebra el Día del Patrimonio, la instancia que busca dar a conocer espacios, exposiciones y labores relevantes para el patrimonio del país. Justamente la Cineteca Nacional es una de las instituciones que se encarga de preservar, conservar y difundir el patrimonio audiovisual de Chile. Actualmente cuenta con casi 20 mil rollos de cine y ha realizado más de 22 mil funciones de cine. El Mostrador conversó con Mónica Villaroel, la directora de la Cineteca sobre la importancia de la labor que realizan y también sobre la falta de apoyo del Estado que reciben. Desde su inauguración en 2006, la Cineteca pudo crearse gracias al apoyo de la Fundación Centro Cultural Palacio de La Moneda, sin embargo, debe postular a fondos para poder desarrollar sus proyectos. “El formar audiencias nuevas para el cine chileno, salvaguardar el patrimonio y ponerlo a disposición del público también es fundamental y no podemos estar permanentemente acudiendo a fondos concursables”, expresó Villaroel.


Desde finales de abril de este año la Cineteca Nacional volvió abrir sus salas desde el inicio de la pandemia en 2020, comenzaron proyectando en 35 mm películas chilenas, la reapertura fue más lenta que otras salas independientes, sin embargo, la Cineteca Nacional no solamente exhibe películas, sino que también tiene una labor patrimonial importante.

Desde que las condiciones sanitarias lo permitieron los integrantes del equipo de la Cineteca pudieron seguir trabajando en los laboratorios que no se encuentran en el Centro Cultural la Moneda como sus salas sino que en otra sede ubicada en la comuna de Ñuñoa justo a un costado de la Casa Memoria José Domingo Cañas, en una casa cedida por comodato por el Servicio de Vivencia y Urbanización para poder alojar los laboratorios y las bóvedas de conservación.

“Nosotros tenemos dos líneas de trabajo que tienen que ver con la misión de la Cineteca, que es salvaguardar y la difusión del patrimonio visual chileno. ¿Qué significa esto? Que no solamente tenemos que conservar sino que también preservar, es hacer distintas acciones para que esas películas no se pierdan y no se terminen destruyendo”, comentó Mónica Villaroel, la directora de la Cineteca Nacional.

El espacio se abrió en 2006 en el Centro Cultural la Moneda donde contaban con una bóveda y poco a poco fueron recolectando obras audiovisuales, Mónica Villaroel, estuvo desde el inicio en el proyecto y desde 2015 asumió como directora. Actualmente, la Cineteca es miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) y de la Coordinadora Latinoamericana de Archivos de Imagen en Movimiento (CLAIM).

“El cine es un soporte privilegiado para representar identidades y también para generar procesos de identificación. O sea, la gente cuando ve una película chilena de distintas épocas se remite a un pasado histórico que tiene que ver con la memoria, con la memoria del país y también muchas veces con la memoria familiar y con la memoria íntima. Es por eso que la tarea de salvaguardar el patrimonio es tan importante, porque también en muchos casos es el único testimonio”, sostuvo la directora.

Laboratorios y espacios de conservación

La Cineteca adicionalmente a la sala de cine, un microcine, un archivo online con más de 500 títulos patrimoniales y una plataforma web para programación de estrenos en línea, cuenta en Ñuñoa con cuatro bóvedas climatizadas para conservar soportes –fílmico, nitrato, video y digital– además de un espacio de documentación, un laboratorio fílmico y un laboratorio de restauración digital.

En estas bóvedas conservan casi 20 mil rollos de cine con películas que van desde 1903 a la actualidad, entre la colección tienen importantes películas del cine chileno como Palomita blanca (1973-1992) de Raúl Ruiz, Llampo de sangre (1954) de Henry Vico, Incendio (1926), de Carlos del Mudo, la Colección Yankovic-Di Lauro (1958-1965), El húsar de la muerte (1925) de Pedro Sienna y muchas otras más.

La labor que cumplen para el patrimonio audiovisual del país es fundamental, sin embargo, no es una institución que dependa del Estado como lo son otras cinetecas latinoamericanas como la de México o de Brasil. La Cineteca Nacional depende de la Fundación Centro Cultural Palacio la Moneda que es una organización privada.

“Sin duda países como México o Brasil tienen un desarrollo tecnológico importante porque históricamente ha habido una preocupación del estado por apoyar el tema de la conservación del patrimonio, restauración y difusión cosa que en Chile todavía no ocurre. La institucionalidad de la Cineteca todavía está pendiente. Nosotros dependemos formalmente de la Fundación Centro Cultural Palacio de La Moneda pero la sede dedicada por la ley que creó el Ministerio debería estar en la Subsecretaría del Patrimonio del Ministerio”, declaró Mónica Villaroel.

“La fundación alberga y acoge a la Cineteca desde su origen, así fue planteado en el proyecto original porque en ese momento no había tiempo para crear una institucionalidad propia, pero quedó pendiente en el tiempo y es algo que hay que abordar sin cometer errores, hay que hacer un proceso bien hecho, sin duda el Estado se tiene que hacer cargo del patrimonio”, agregó la directora de la Cineteca Nacional.

La deuda del Estado con el patrimonio audiovisual

En ese sentido, al igual que gran parte de la industria cultural en Chile, la Cineteca debe postular a fondos concursables para poder financiar proyectos y justamente labores relevantes para la conservación del patrimonio, la restauración y formar audiencias dependen de ese financiamiento.

“No es posible que dependamos de fondos concursables para poder desarrollar nuestro quehacer”, manifestó Mónica Villaroel.

También, añadió que “el formar audiencias nuevas para el cine chileno, salvaguardar el patrimonio y ponerlo a disposición del público también es fundamental y no podemos estar permanentemente acudiendo a fondos concursables”.

Para entender la relevancia del espacio Mónica Villaroel explicó que la Cineteca es como la Biblioteca Nacional pero de archivos audiovisuales. Igualmente la directora expuso que las labores que realiza la Cineteca tienen un alto costo debido a los procesos a los que deben ser sometidos los archivos, aunque destaca que pese a que la Cineteca Nacional es relativamente nueva a nivel latinoamericano se encuentra a un buen nivel.

“Creo que hemos logrado ponernos al día y estar bastante altos en relación al resto de América Latina y eso hace un trabajo en equipo y yo creo que es súper importante valorar también el equipo humano y ahí detrás hay un equipo humano que es absolutamente entregado al quehacer de las entregas y que si alguien dice aquí se trabaja con mucho amor lo hacemos en este lugar. Hay un compromiso de vida de toda la gente que trabaja en el patrimonio  en General”.

Repatriación de películas

 Además de preservar, conservar y difundir el patrimonio audiovisual una de las tareas que hace la Cineteca es repatriar películas que están en otros países del mundo, desde Argentina, Estados Unidos, Canadá y otros países. Hasta el momento han logrado traer 82 películas de destacados directores como Patricio Gúzman, Silvio Caiozzi, Miguel Littin, Olando Lübbert, entre otros.

Lo visual chileno estaba disperso y sigue estando disperso en el mundo, por distintas razones, algunas salieron en los 60, otras en los 70 junto con un golpe de Estado. Hay otras que se terminaron de montar en el exilio, como La batalla de Chile, por ejemplo, pero se filmó acá. Hay una cantidad de títulos que salieron por ejemplo porque Chile no tenía laboratorios, entonces los cineastas tenían que necesariamente ir a Argentina. Canadá, Estados Unidos, Francia”, explicó.

Formación de audiencias

Igualmente en otro de los aspectos que se destaca la Cineteca es su trabajo con las audiencias, en sus salas han recibido más de 630 mil personas y en sus plataformas web casi seis mil quinientas visitas. En ese sentido, para la Cineteca es clave que sea pensado como un archivo abieto

“Decidimos tener un archivo de puerta abierta y hoy día tenemos cerca de 500 títulos más online que cualquiera puede verlos entonces. Y esos títulos van desde el registro histórico hasta películas patrimoniales antiguas. En el fondo no sacamos nada con tener guardados los archivos si no los ponemos, entonces tenemos que tener también esa vinculación con el público”, afirmó Villaroel.

En ese sentido para el Día de los Patrimonios la Cineteca restauró en su laboratorio digital la colección fílmica sobreviviente de la compañía cinematográfica Magallanes Films, productora precursora del cine en Chile a cargo de los cineastas José Bohr y Antonio Radonich.

Se trata de ocho registros documentales con formato de actualidades o noticieros, dos filmes de propaganda institucional y dos fragmentos de ficción que datan de los años 1918 a 1923, lo que los convierte en uno de los patrimonios fílmicos más antiguos conservados en el país.

Este material se presentó presentado a la comunidad de Magallanes en modalidad de cine concierto el viernes 28 de enero, a las 19:00 horas, en el Teatro Cinema Porvenir, en una función especial de preestreno. También, hay una función programada para este domingo 29 de mayo de 16:00 a 20:00 horas en el Microcine ubicado en el nivel -2 del Centro Cultural La Moneda.

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