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Fernando Luchsinger: “Los bosques de algas poseen mayor capacidad de absorber CO2 que los árboles” CULTURA

Fernando Luchsinger: “Los bosques de algas poseen mayor capacidad de absorber CO2 que los árboles”

Emilia Aparicio
Por : Emilia Aparicio Periodista El Mostrador
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El documentalista expuso en Puerto de Ideas Antofagasta junto a la doctora en Ciencias Biológicas, Gladys Hayashida, este sábado 22 de abril –el Día de la Tierra– sobre la explotación de los bosques de algas en las costas de América. Estas áreas subacuáticas son el refugio y alimento de cientos de especies, ayudan a capturar millones de toneladas de CO2. Sin embargo, estos espacios están desapareciendo muy rápido por culpa de la acción humana. “Estos bosques submarinos están en peligro no por el cambio climático sino por la sobreexplotación humana. La gente piensa que las algas tienen un fácil y rápido crecimiento, pero estos árboles marinos no. Es un problema enorme que queda invisibilizado porque ocurre debajo del agua, pero la verdad es que nuestros bosques nativos submarinos son explotados a tala rasa”, expresó el periodista a El Mostrador.


Estas áreas subacuáticas son el refugio y alimento de cientos de especies, ayudan a capturar millones de toneladas de CO2, producen parte importante del oxígeno que respiramos y protegen las costas de las constantes tormentas que produce el cambio climático. Sin embargo, estos espacios salvajes están desapareciendo muy rápido por culpa de la acción humana. El alto precio del alginato extraído de las algas ha producido una explotación sin control de este valioso recurso.

Este fin de semana se realiza en la ciudad de Antofagasta el Festival Puerto de Ideas, distintos expertos reflexionarán sobre los principales desafíos científicos y sociales que existen en las sociedades actuales, entre los expositores está Fernando Luchsinger, documentalista especialista en ciencia y medio ambiente.

El periodista de la Universidad Católica expuso este sábado 22 de abril –el Día de la Tierra– junto a la doctora en Ciencias Biológicas, Gladys Hayashida, sobre la explotación de los bosques de algas en las costas de América.

Estas áreas subacuáticas son el refugio y alimento de cientos de especies, ayudan a capturar millones de toneladas de CO2, producen parte importante del oxígeno que respiramos y protegen las costas de las constantes tormentas que produce el cambio climático. Sin embargo, estos espacios salvajes están desapareciendo muy rápido por culpa de la acción humana. El alto precio del alginato extraído de las algas ha producido una explotación sin control de este valioso recurso.

“Al igual que los bosques en superficie, los bosques marinos son esenciales para la vida en nuestro planeta”, expresa el documentalista a El Mostrador.

Fernando Luchsinger se ha dedicado a registrar este fenómeno, ha trabajado para The Nature Conservancy, WWF, Rewilding Chile, PEW, Oceana, Blue Planet II BBC  y Fundación MERI.

Desde el Himalaya a las profundidades del océano

Desde que estaba estudiando, Fernando Luchsinger ya estaba registrando la naturaleza, en la universidad participó en varias expediciones al Himalaya como escalador y camarógrafo.

“Esas fueron mis primeras experiencias en participar en un proyecto documental: registrar parte de las imágenes que se usarían para los documentales de las ascensiones. En ese momento no participé en el montaje. Más adelante, editar fue obligatorio”, relata.

Sin embargo, al registro submarino llegó de manera diferente.

“Me di cuenta que, a pesar de tener al frente uno de los océanos más increíbles, no había mucho material submarino y el que había mostraba un mar que no era el que yo veía cuando buceaba. Ahí incursioné en el registro audiovisual submarino”, agrega.

Dentro del área del periodismo científico sostiene que los “principales desafíos son la falta de recursos y de espacios en televisión, que es donde yo trabajo”.

 “También existen otros desafíos como las complicaciones de divulgar temáticas científicas donde el lenguaje es muy preciso y es difícil de traducir a un lenguaje más comprensible. Pero eso se soluciona con la práctica. También, creo que existe desconfianza del mundo científico al mundo periodístico. Además me da la impresión que en el mundo de las ciencias hay algunos (los mayores) que piensan que la difusión es un trabajo de categoría inferior”, opina.

“Afortunadamente hay un grupo de científicos más jóvenes que se están dedicando justamente a divulgar sus espacios de interés”, agrega el documentalista.

Actualmente, Luchsinger está trabajando con la organización The Nature Conservancy (TNC) para un proyecto de parque marino frente a las costas de Chaihuin en Valdivia y también en un plan de protección de los humedales alto andinos.

Además, está realizando Frontera Azul, una serie de reportajes sobre el mundo submarino de Chile para el noticiaro 24Horas de TVN.

“Es el primer y único espacio en los noticiarios nacionales dedicado exclusivamente a la temática de los océanos y ha tenido muy buena recepción. Nos estamos dedicando principalmente a nuestra biodiversidad y las problemáticas que la afectan, pero también pasaremos a registrar parte de nuestro patrimonio histórico submarino”, manifiesta.

La importancia de los bosques marinos

Los bosques de algas poseen mayores capacidades de absorber y retener el dióxido de carbono que los árboles en tierra firme. También,”son alimento y refugio de cientos de especies de animales, son los espacios de reclutamiento de los grandes cardúmenes  migratorios de especies comerciales. Protegen las costas de las marejadas  reduciendo la fuerza de las olas”, explica Luchsinger.

“Estos bosques submarinos están en peligro no por el cambio climático sino que por la sobreexplotación humana. La gente piensa que las algas tienen un fácil y rápido crecimiento, pero estos árboles marinos no. Es un problema enorme que queda invisibilizado porque ocurre debajo del agua, pero la verdad es que nuestros bosques nativos submarinos son explotados a tala rasa”, sostiene.

En ese sentido, afirma que “es el ser humano, movido por diversas motivaciones, la principal amenaza para la vida en este planeta. Una de las cosas sorprendentes de esa manera de actuar es que se pone (nos ponemos), en riesgo como especie”.

No obstante, es optimista y agrega que el ser humano tiene la inteligencia para solucionar las cosas.

“Creo en esa creatividad que es capaz de alcanzar cualquier propósito, pero también hay un sentido de urgencia del cual hay que insistir. Hay que entender que esta batalla contra el Cambio Climático no es para salvar al planeta, es para salvarnos a nosotros mismos y alargar nuestra existencia en la tierra.  La Tierra ha experimentado catástrofes planetarias de mayor envergadura y la vida siempre ha resurgido  con un renovado esplendor. Somos nosotros los que no estaremos ahí  si seguimos abusando del planeta”, concluye.

 


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