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“Perdidos pero no olvidados”: el conversatorio sobre desaparecidos extranjeros en dictadura CULTURA

“Perdidos pero no olvidados”: el conversatorio sobre desaparecidos extranjeros en dictadura

Emilia Aparicio
Por : Emilia Aparicio Periodista El Mostrador
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En el Museo de la Memoria se conmemoró la desaparición de Boris Weisfeiler y Maarten Melle Visser en Chile en 1985. Los casos no están calificados como violaciones de derechos humanos. El conversatorio destacó la búsqueda de justicia y posibles vínculos con Colonia Dignidad.


Este jueves se llevó a cabo en el Museo de la Memoria un evento conmemorativo sobre la desaparición de dos hombres extranjeros en el sur de Chile en 1985. Se trata de Boris Weisfeiler (43 años al momento de su desaparición), un matemático ruso con ciudadanía estadounidense que desapareció el 4 de enero de 1985 en la Octava Región, y Maarten Melle Visser (18 años al momento de su desaparición), de los Países Bajos, a quien se le perdió el rastro casi un año después en el volcán Osorno. Sin embargo, ninguno de estos casos de ciudadanos extranjeros desaparecidos durante la dictadura en Chile están calificados como violaciones a los derechos humanos.

“Las dos familias iniciaron acciones judiciales en Chile alrededor del año 2000. Y los casos han pasado desafortunadamente por múltiples ministros e investigadores, con extrema lentitud, muy pocos avances y hasta ahora con resultados bastante diferentes. Y ninguno fue calificado como víctima de violación de los derechos humanos”, explicó la periodista de investigación y ponente Pascale Bonnefoy.

La periodista ha seguido los casos junto a las familias durante varios años. Según relató, hay ciertas similitudes en las dos historias: ambos eran hombres  que estaban mochileando solos en Chile durante la dictadura, no hablaban español, nunca habían estado en Chile, tampoco tenían contactos en el país y ambas familias llevan casi 40 años buscando a sus familiares sin mayores respuestas.

Perdidos pero no olvidados

El conversatorio “Perdidos pero no olvidados. Reflexiones sobre las desapariciones en dictadura de Boris Weisfeiler y Maarten Melle”, fue organizado por el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos (MMDH) junto a las embajadas de Estados Unidos y Países Bajos.

“La desaparición de Boris Weisfeiler hace cuatro décadas sigue siendo una tragedia sin resolver. Boris no era solo un matemático de notable talento y profesor de la Universidad Estatal de Pensilvania, era un hermano y tío, un colega respetado y amigo para muchos. Su desaparición durante la dictadura de Pinochet es una historia de angustia que ha llevado a una búsqueda interminable de respuestas y justicia”, expresó la embajadora de Estados Unidos Bernadette Meehan.

En la misma línea, la embajadora de los Países Bajos, Carmen Gonsalves, señaló que “los años han pasado, la edad de los papás de Maarten avanza y para ellos es muy importante encontrar la verdad. Estamos muy agradecidos de quienes están apoyando a la familia en el esfuerzo incansable de encontrar a su hijo”.

En búsqueda de la verdad

Si bien en el caso de Weisfeiler, la Corte Suprema de Chile falló en 2023 en desmedro de la víctima y sus familiares, considerándolo un delito común y, con esto, prescrito. Casos como estos ponen de manifiesto tensiones en las narrativas históricas y oficiales en materia de memoria y derechos humanos en Chile.

La discusión en torno a estos dos casos fue moderada por la periodista Matilde Burgos junto a Sandro Gaete, analista del área de coordinación y búsqueda del Programa de Derechos Humanos, Patricio Zapata, abogado y presidente del Directorio del MMDH y Pascale Bonnefoy, periodista investigadora sobre derechos humanos.

“El museo recuerda a todas las víctimas, tanto aquellas respecto a las cuales tengamos una certificación oficial como a aquellas respecto a las cuales todavía eso no ha sido posible. Este es un espacio de memoria para todas las víctimas y en ese sentido resulta absolutamente pertinente que hablemos de estas dos personas, de Boris y de Maarten”, expresó Patricio Zapata.

Por otro lado, el analista del área de coordinación y búsqueda del Programa de DDHH mencionó que “en el trabajo que estamos realizando en el equipo del Plan Nacional de Búsqueda contamos con el apoyo de tecnologías de teledetección, que antiguamente no estaban disponibles. Hay mayores avances en los temas genéticos de identificación que pueden eventualmente ayudar bastante en este caso”.

“Ahora, si bien es cierto que no se trata de casos calificados, el Plan Nacional de Búsqueda incluye a todas las víctimas desaparecidas en dictadura por la represión que realizó el Estado en la época”, agregó Gaete.

En ese sentido, la periodista Pascale Bonnefoy recordó la incansable labor de búsqueda de la hermana de Boris Weisfeiler y los padres de Maarten Melle Visser, quienes pudieron ver el conversatorio en vivo desde Estados Unidos y los Países Bajos.

Además, Bonnefoy recordó que han surgido pistas que indicarían que los casos podrían estar relacionados con Colonia Dignidad.

“Los padres [de Maarten] van todos los años a ver al ex jefe de seguridad de Colonia Dignidad, Erwin Fege, que está libre en su casa. Porque él era jefe de seguridad en Colonia Dignidad en el año 85. Si alguien llegó como prisionero ahí, él lo recibió o él tendría que haber sabido”, explicó.

Además, mencionó el documental que hizo la hermana de Maarten, “Twee Levens”, sobre la desaparición de su hermano.

“Lois le pregunta, ¿es posible que Maarten haya sido llevado? ¿Es posible que haya estado en Colonia? Y él dice, ‘no es una idea descabellada’. Y hasta ahí llega. Pero ante los tribunales no han dicho nada o no han insistido mucho, tal vez, con él. Entonces, Colonia siempre tiene un aura de misterio y de maldad, diría yo. Hay muchos cuerpos ahí. Hay muchas personas que perdieron la vida ahí. Hay muchas personas enterradas ahí. Que se sigue buscando. Hay más gente de lo que uno piensa que está ahí. Pero si hay alguien de, no sé, 60, 70, 80 años, que ya pasó la vida sin pisar una cárcel, ¿por qué se van a molestar ahora en decir algo? O sea, arriesgar los últimos años de su vida en una condena en prisión o procesado. Entonces, es difícil que entreguen información”, expresó la periodista.

Por último, dijo que “hay mucho que hacer, digamos. Hay muchas causas en que se dejaron de hacer diligencias o incluso excavaciones por falta de recursos, por falta de interés, por falta de tiempo, porque los ministros manejaban 200 casos al mismo tiempo. Porque todo es extremadamente lento. Pero bueno, yo sí soy optimista también, yo creo que hay una decisión de Estado”.

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