Publicidad
Larga vida al Rey Opinión

Larga vida al Rey

Pablo Flamm
Por : Pablo Flamm Periodista deportivo
Ver Más


Desde el título obtenido con el Barcelona por la Liga Española el debate se instaló de nuevo. Soy uno más de los testigos de esta discusión respecto a quien es o ha sido el mejor jugador de la historia del fútbol chileno, si Elías Figueroa o Arturo Vidal. Agradezco haberlos visto jugar a ambos, conocer de cerca sus historias y por ahora no voy a entrar en el juego de establecer esa determinación, porque alguna vez Fernando Morena explicó que era injusto establecer el equipo del siglo, tomando en cuenta que los jugadores de la década del 30 no eran iguales a los de los 80. Y tiene razón.

Así que dada la contingencia, esta columna hoy será sobre el «Rey Arturo». Si comenzamos por los números de la carrera de Vidal, éstos son gigantes, son 20 títulos a sus 31 años. Ocho coronas de campeonato en forma consecutiva jugando en Europa y en tres ligas distintas: 4 con Juventus, 3 Bayer Münich y ahora la obtenida con Barcelona. Marca récord. Las alcanzó en tres de las competencias más importantes del mundo. Las top five son Inglaterra, España, Italia, Alemania y Francia.

Aún recuerdo un partido del 2005 -era comentarista de CDF- y ese día en Antofagasta algunos jugadores de Colo Colo me comentaron «ojo con Vidal, va a ser un crack». En ese partido frente a los locales, Borghi lo utilizó de central y literalmente jugó un partido redondo. Lo elegimos la figura del encuentro. En el aeropuerto, «el Bichi» nos indicó que este muchacho Vidal iba a dar que hablar y vaya que tenía razón.

Arturo Vidal es un distinto, por que tiene una mentalidad diferente a todos y siempre quiere ganar, refrenda su amigo y preparador físico personal Juan Ramírez. Y claramente es así. Uno escucha declaraciones desde sus inicios, esa recordada selección de Sulantay y los conceptos eran siempre los mismos: ser el mejor y ganar todo. Los apodos que se ha ganado a lo largo de su carrera son merecidos: Rey Arturo, Gladiatore, Guerrero, todos elogios de compañeros y entrenadores  absolutamente justificados. Tiene una condición física y técnica que es solo de los elegidos.

Vidal puede jugar en cualquier equipo del mundo. Se puede dar ese lujo, elegir donde quiere estar. Pero también muchas veces debe manejar y controlar ese carácter que más de algún problema le ocasionado en su vida profesional, incidentes por todos conocidos. Temperamento, energía, fuerza y valor le sobran al oriundo de San Joaquín.

Esa hambre de gloria lo llevan a un pedestal de los jugadores de elite y que con su llegada al cuadro catalán, ha ido mejorando cada vez más. Técnica tiene de sobra, pero estar en el régimen que implica ser un jugador del Barcelona -algo así como ser parte de un grupo de elegidos con pinzas- le ha enseñado otros códigos que de seguro le han servido dentro y fuera de la cancha. Tal como dice la leyenda del club en catalán «Més que un club».

Vidal logró entrar en ese sitial en que la historia y los logros hablan por sí solos. Se siente y se ve jugar cómodo en el Barcelona, porque le entregó al fútbol asociado y vistoso, carácter y temple para las batallas más bravas, como fue la semifinal de ida en Champions ante el Liverpool. Ahí el King Arturo hizo un partido de colección.

Pronto cumplirá 32 años, pero Vidal juega como el niño que se inició en el Rodelindo Román -el club de su amores- y eso en un jugador ya hecho es bastante difícil de encontrar. Puede seguir sumando estrellas y logros por doquier.  En Europa a pesar de conquistar casi todo, su sueño y anhelo es la Champions. Todo apunta a que está cada vez más cerca y ojalá por su carrera sea así.

Vuelvo a decir que soy un agradecido, por ser parte de la generación que creció con muchas derrotas y sueños truncados y que esperamos años para ver levantar una Libertadores o Copa América. Soy un agradecido de haber visto algo de la tremenda carrera de Elías Figueroa -tres veces el mejor de América y uno de los mejores centrales de la historia del fútbol mundial- y a la vez, agradecido por las conquistas de ambas Copas Américas con Vidal como protagonista, junto con su maravillosa carrera profesional.

Por eso y con permiso de Vidal, digo que es «Don King», por hacer un homenaje a Elías Figueroa y por supuesto refrendar la exitosa trayectoria de Arturo Erasmo Vidal Pardo, dos chilenos extraordinarios y que han sabido prestigiar la bandera nacional.

Si logra o no la Champions lo sabremos luego, pero no quedará ninguna duda desde hace rato, que ese muchacho que apodaban Celia Punk por su peinado y que hoy es el King Arturo, tiene un reino ganado de sobra en esa galería única para los distintos. En buena hora…

Larga vida al Rey.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias