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Carabineros: la policía “militarizada” que urge transformar en el proceso constituyente Opinión

Carabineros: la policía “militarizada” que urge transformar en el proceso constituyente

Francisco Reyes Paz y Juan Ignacio Valenzuela
Por : Francisco Reyes Paz y Juan Ignacio Valenzuela Francisco Reyes Paz (Antropólogo Social. Egresado Magíster en Políticas Públicas UC) y Juan Ignacio Valemzuela (Sociólogo UC- Magister Políticas Públicas UC)
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Francia, Inglaterra y Uruguay son ejemplos de policías que podemos observar durante el proceso constituyente. Estos países son llamativos debido a que poseen diferentes tipos de modelos policiales, sin embargo en cada uno de ellos existe un control civil hacia el comportamiento policial. El actual proceso constituyente abrió un camino hacia la inevitable refundación de Carabineros. Es necesario construir una institución policial que provenga desde lo social, la solidaridad y el respeto hacia los demás. Hoy en día es necesario que los futuros constituyentes transparenten sus posturas respecto al futuro de esta institución.


El día viernes 5 de febrero carabineros asesinó al malabarista Francisco Martínez, en Panguipulli en un control de identidad. Cinco balas fueron disparadas por el uniformado hacia el joven de manera totalmente desproporcionada y sin observarse efectivas medidas de mitigación no letales. ¿Esta acción se trata de un hecho aislado o representa el actuar sistemático de Carabineros? Los casos de Francisco, Anthony −el joven arrojado al río Mapocho en 2020− y Camilo Catrillanca son un ejemplo de prácticas institucionales en cuyo corazón se encuentra un estilo de policía basada en la militarización. Sin embargo, ésta no es la única forma de policía que existe en el mundo.

Hay ejemplos de esquemas de cuerpos policiales modernos, descentralizados y de carácter civil, como lo son los casos de Francia, Inglaterra o Uruguay. Estas policías pueden servir como referente al momento de la discusión sobre la transformación de Carabineros durante el proceso constituyente.

En nuestro país, los procedimientos de carabineros han estado en tela de juicio en la última década. Sumado al caso de Panguipulli, la prensa en los últimos años ha visibilizado una serie de eventos donde los procedimientos policiales se han visto cuestionados. Anthony, el año 2020, fue arrojado al río Mapocho en medio de un operativo policial quedando inconsciente, además de sufrir fracturas de cráneo y muñecas. Camilo Catrillanca fue cobardemente asesinado al recibir por la espalda un tiro en la cabeza, en 2018, mientras trabajaba la tierra en compañía de un menor de edad.

[cita tipo=»destaque»]Para ejemplificar, en Inglaterra la policía no lleva armas en su uniforme diario y, por otra parte, existe una institución denominada Policy Act, en donde la sociedad civil es la encargada de fiscalizar la actuación policial. El modelo policial uruguayo nace a partir de acuerdos políticos amplios en donde se modifica la naturaleza militar de la institución creando una policía civil, controlada y fiscalizada por la sociedad civil, teniendo la transparencia y probidad como valores primordiales de la institución. Por último, Francia sí posee una policía militar, pero ésta sólo actúa en zonas rurales por lo que el orden público depende netamente de la policía nacional francesa, de carácter civil y cuyo máximo responsable de la actuación policial es el presidente de la Nación.[/cita]

En el último estallido social, se han registrado más de 2000 denuncias de violencia policial por parte del INDH. Tampoco nos olvidemos del fraude al Fisco en donde altos mandos de Carabineros fueron formalizados debido a la malversación de fondos, más de 35.000 millones de pesos para ser exactos, transformándose en uno de los mayores fraudes que nuestro país recuerde.

Estos son tan sólo algunos casos que han hecho habitual el cuestionamiento hacia la eficacia de Carabineros, a la correcta o mala utilización de las herramientas que utiliza, si las tareas en que dedican sus esfuerzos son las correctas, la lejanía o la cercanía con la ciudadanía y el marco jurídico de la institución. Estos son algunos elementos de un debate que se acentúa a medida que se acerca el proceso constituyente.

Cabe preguntarnos qué es la policía. Según la RAE, ésta es el “cuerpo encargado de velar por el mantenimiento del orden público y la seguridad de los ciudadanos, a las órdenes de las autoridades políticas” (Real Academia Española, 2020). Sin embargo, resulta necesario visibilizar la carga histórica que tiene la policía chilena y su proceso de formación como institución militarizada, para entender los actuales procedimientos que han llevado a obtener víctimas fatales en situaciones que podrían haber terminado de otra manera.

La policía militarizada cumple el objetivo de combatir un enemigo interno, definido autónomamente por altos mandos de Carabineros. Esta militarización de la policía chilena comienza a principios del siglo XIX, a causa de una crisis que afecta al aparato policial de aquel entonces, por lo que se recurre al escuadrón de Carabineros del Ejército para que comience a cooperar esporádicamente con la policía de Santiago. A partir de esto, la militarización se materializó en 1916, cuando el Presidente Juan Luis Sanfuentes reorganizó las policías de la República como reacción a una revuelta ciudadana, es decir, la génesis de la actual policía se explica como una institución encargada de perseguir a un enemigo interno, que es parte de la ciudadanía y no de prevenir la ocurrencia del delito.

Esto se da principalmente debido a que la institución policial actual, al ser de naturaleza militar, todas las decisiones de estrategia, acción y prevención son tomadas por personas con formación militar, sin métodos científicos cuantificables para observar si efectivamente la estrategia disminuye la ocurrencia del delito. Bajo estos parámetros se estructuró un aparato policial centralizado, militarizado y, además, protegido constitucionalmente dado su lugar en la Constitución surgida en dictadura. Secretismo, autonomía y protocolos de fiscalización realizados por la misma institución son la tónica de una policía militarizada.

Por otro lado, Francia, Inglaterra y Uruguay son ejemplos de policías que podemos observar durante el proceso constituyente. Estos países son llamativos debido a que poseen diferentes tipos de modelos policiales, sin embargo en cada uno de ellos existe un control civil hacia el comportamiento policial.

Para ejemplificar, en Inglaterra la policía no lleva armas en su uniforme diario y, por otra parte, existe una institución denominada Policy Act, en donde la sociedad civil es la encargada de fiscalizar la actuación policial. El modelo policial uruguayo nace a partir de acuerdos políticos amplios en donde se modifica la naturaleza militar de la institución creando una policía civil, controlada y fiscalizada por la sociedad civil, teniendo la transparencia y probidad como valores primordiales de la institución. Por último, Francia sí posee una policía militar, pero ésta sólo actúa en zonas rurales por lo que el orden público depende netamente de la policía nacional francesa, de carácter civil y cuyo máximo responsable de la actuación policial es el presidente de la Nación.

El actual proceso constituyente abrió un camino hacia la inevitable refundación de Carabineros. Es necesario construir una institución policial que provenga desde lo social, la solidaridad y el respeto hacia los demás. Hoy en día es necesario que los futuros constituyentes transparenten sus posturas respecto al futuro de esta institución. ¿Queremos construir un país moderno con una policía militarizada? o ¿queremos una institución policial profesional y al servicio de la ciudadanía?

El debate sobre la refundación de Carabineros de Chile queda abierto.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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