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Lo que viene Opinión

Lo que viene

Pablo Flamm
Por : Pablo Flamm Periodista deportivo
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Duele aún la derrota, absolutamente, pero profundizando hay herramientas para seguir batallando el camino del mundial. Lasarte deberá trabajar y agudizar, con fineza de relojero o sastre, quiénes pueden seguir siendo alternativas válidas para este grupo de jugadores experimentados. Algunos en Brasil quedaron en deuda y peligra su continuidad, otros asomaron como alternativas, pero deben subir muchísimo su nivel. El gran ganador de este torneo para Chile: Ben Brereton. El inglés-chileno demostró ser una opción válida para el ataque y, a medida que se vaya entendiendo y conociendo mejor con sus compañeros, será sin duda un aporte.


Martín Lasarte, en la conferencia de prensa tras caer ante Brasil, dice “estoy orgulloso de mis jugadores”, “estamos armando grupo y lo más importante es clasificar al mundial, de eso me hago cargo”.

Y ese siempre ha sido el objetivo del charrúa, quien, en este breve período a cargo de la Roja, ha comenzado a mostrar cosas interesantes en lo táctico y cómo lograr recuperar la competitividad de la “generación dorada”.

Y sin duda ahí existe un punto a favor. La base está y aún puede seguir entregando competencia y excelencia. Claramente, no tienen el fuelle y físico de hace seis o siete años, pero el espíritu de seguir entreverados entre los mejores del continente parece estar intacto.

Más allá del resultado ante Brasil, que puede ser engañoso, ya que a lo menos Chile mereció el empate y de ahí en adelante podía pasar cualquier cosa, ver a Bravo, Isla, Mena, Medel, Aránguiz y Vidal competiendo mano a mano con una de las mejores selecciones del mundo, deja un halo de esperanza y buena sensación respecto a que el camino a Qatar se puede pelear.

Chile hoy no somete, pero tampoco es sometido. El falso partido ante Paraguay fue una mancha que dejó lecciones. Acá en Sudamérica se disputan las clasificaciones más duras del mundo, por la calidad de jugadores, condiciones climáticas (humedad, calor, altitud) y además el factor de que un alto porcentaje de los futbolistas vienen de ligas europeas con un desgaste importante, no obstante, hay material para discutir un cupo.

Los “viejos rockeros” están vigentes y, claro, no con el fuelle de hace algunos años, pero la experiencia y manejo de este tipo de situaciones las tienen de sobra. Por algo, la mayoría de ellos compiten cada fin de semana con los mejores jugadores del orbe. Tema personalidad, precisamente, no es un problema para ellos.

Tenemos una oncena titular: Bravo, Isla, Medel, Sierralta o Maripán y Mena; Aránguiz, Pulgar y Vidal; Sánchez, Vargas y Brereton. Pero no alcanza con ello y por eso Lasarte decidió sumar a jóvenes emergentes para que en el día a día fueran entendiendo cómo es la alta competencia. Los nombres de Arriagada, Montes, Valencia, González, etc., seguirán siendo parte de este nuevo proceso y esperando que alguno que otro nombre que no haya sido tomado en cuenta pueda mejorar su rendimiento para sumarlo al plantel.

Se vienen dos partidos muy duros y bravos en septiembre. Recibimos a Brasil con la obligación de dejar los puntos en casa y luego se debe ir a Colombia a tratar de recuperar unidades perdidas en casa. Dos selecciones muy fuertes y que pueden marcar el derrotero de Chile rumbo a Qatar 2022.

Duele aún la derrota, absolutamente, pero profundizando hay herramientas para seguir batallando el camino del mundial. Lasarte deberá trabajar y agudizar, con fineza de relojero o sastre, quiénes pueden seguir siendo alternativas válidas para este grupo de jugadores experimentados. Algunos en Brasil quedaron en deuda y peligra su continuidad, otros asomaron como alternativas, pero deben subir muchísimo su nivel.

El gran ganador de este torneo para Chile: Ben Brereton. El inglés-chileno demostró ser una opción válida para el ataque y, a medida que se vaya entendiendo y conociendo mejor con sus compañeros, será sin duda un aporte.

Los “viejos rockeros” aún tienen funciones por dar. Llega el momento de la pausa, respirar hondo y seguir adelante, porque el camino a Qatar está bravo, pero se puede.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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