Publicidad
Fernando Atria (FA): «Que algunas leyes sean más difíciles de modificar que la Constitución me parece una incoherencia» PAÍS Foto: Pablo Ovalle Isasmendi de Agencia Uno.

Fernando Atria (FA): «Que algunas leyes sean más difíciles de modificar que la Constitución me parece una incoherencia»

María Arriagada
Por : María Arriagada Periodista de El Mostrador
Ver Más

El convencional apuesta por aprovechar la nueva instancia de la Comisión de Armonización para dar dos batallas que no fueron acogidas por el Pleno en la realización del borrador que se presentó esta semana en Antofagasta. Una es especificar un quórum más alto que la mayoría simple para que el legislador pueda hacer reformas constitucionales, y la otra, revivir la norma que resuelve discrepancias entre los órganos legislativos, la famosa insistencia del Congreso de Diputadas y Diputados. Señala que el actual Poder Legislativo no debería tener la capacidad de hacer reformas constitucionales con los quórums que se especifiquen en la nueva Constitución, si es aprobada. Además, asegura que tras el proceso de armonización del borrador recién estaremos frente a un “texto constitucional” y, una vez que este sea el objeto de discusión, “va a empezar a ser evidente que el proceso constituyente, con todos los problemas que tuvo, fue exitoso”.


La Comisión de Armonización enfrentó sus primeros tres días de funcionamiento. Su misión es hacer recomendaciones al Pleno a partir de la detección de omisiones, inconsistencias, contradicciones, repeticiones o faltas de ortografía en el borrador constitucional, con el fin de elaborar un texto coherente. En esta primera etapa, sus integrantes votaron las propuestas de corrección que hizo al texto la experta en filología Claudia Poblete, doctora en la Universidad Autónoma de Barcelona; definieron a los abogados que expondrán ante la comisión, como Javier Couso, Tomás Jordán y Marisol Peña; también, acordaron los nombres que tendrán los capítulos de la nueva Constitución.

Aunque muchos de los ojos están puestos en la Comisión de Normas Transitorias, en Armonización habrá discusiones elementales para el diseño del Sistema Legislativo. Fernando Atria, convencional del Frente Amplio (FA), reconoce dos: el quórum para que el legislador pueda hacer reformas constitucionales y una norma que resuelve discrepancias entre los órganos legislativos.

La segunda se trata de la facultad del Congreso de Diputadas y Diputados de insistir —con 4/7— en su proyecto de ley original, ante el resultado de una comisión mixta con enmiendas de la Cámara de las Regiones.

Estos dos elementos quedaron fuera del borrador constitucional, al ser rechazados por el Pleno, pero Atria considera que la ausencia de ambos genera incoherencia en el borrador, razón por la que insiste en la posibilidad de revivirlos en la Comisión de Armonización. 

-¿Está de acuerdo con que el mecanismo de reforma constitucional haya quedado con quórum de mayoría simple, que es el mismo de una ley?
-Es incoherente porque en otros casos, tratándose de leyes, se exige la mayoría calificada, es decir, no de los presentes, sino que de los miembros. Que algunas leyes sean más difíciles de modificar que la Constitución me parece una incoherencia. Yo esperaría que eso se pudiera corregir en Armonización, elevando el quórum de aprobación de esas normas constitucionales al menos a la mayoría calificada, que es la mayoría de los integrantes, o a 4/7, que fue la propuesta original.

-¿Cuáles fueron las leyes que quedaron con exigencia de mayoría calificada del Congreso de Diputadas y Diputados y de la Cámara de las Regiones al interior del borrador constitucional?
-Leyes que se refieren a partidos políticos, sistema electoral, Banco Central, órganos autónomos, etcétera. Leyes que se refieren a la infraestructura legal del Estado democrático. Son de mayoría calificada, mayoría de los miembros en ejercicio, no contramayoritarias.

-El Gobierno propuso que las reglas de quórum rijan inmediatamente cuando entre en vigencia la nueva Constitución. ¿Qué postura tiene frente a que el actual Congreso pueda hacer cambios a la Constitución?
-Evidentemente va a haber un período en que va a estar rigiendo la nueva Constitución y las instituciones antiguas –el actual Congreso–. En ese período, en mi opinión, deberían valer los quórums en general, de reforma legal, pero la Reforma Constitucional debería estar sujeta a una vacancia, es decir, que no pudiera hacerse, o que se someta a condiciones más dificultosas. Esa es una discusión para la Comisión de Normas Transitorias. Si la Convención propone un texto y es aprobado por el pueblo, creo que la posibilidad de que después pueda ser fácilmente modificado por el Congreso no es razonable.

-Durante las distintas negociaciones que permitieron la elaboración del Sistema Legislativo que se propone se usó la metáfora de que era un conjunto de engranajes, es decir, que los artículos dependían entre sí. ¿Cómo queda este plan sin el inciso que le permitía al Congreso de Diputadas y Diputados insistir en su proyecto original?
-El sistema legislativo no es un conjunto de disposiciones de las cuales se puede negociar y acordar cada una en sus propios términos y después pegotear todas juntas. Es un sistema que tiene una lógica. Y parte crucial en toda la discusión fue que el Congreso de Diputadas y Diputados, compuesto por un criterio de representatividad proporcional, con algunas correcciones –paridad y escaños reservados para pueblos originarios–, tenía una posición preeminente frente a la Cámara de las Regiones. La regla crucial ahí era la posibilidad de insistencia. Yo no creo que quede un sistema formalmente contradictorio, evidentemente no, pero sí queda un sistema en ese sentido incoherente.

-¿El sistema legislativo que quedó en la Constitución es un bicameralismo asimétrico? Dado que la Cámara de las Regiones es revisora en 19 temáticas y que todo proyecto debe iniciar y terminar en el Congreso de Diputadas y Diputados.
-Bueno, ahí tienes un ejemplo de la incoherencia de la cual te hablo. Porque, si no hay posibilidad de insistencia, no se puede decir que todo termina en el Congreso de Diputadas y Diputados. Y ese es un punto en el cual todos los que estábamos en esta conversación estábamos de acuerdo.

-¿Cuál es la lógica detrás de que la Cámara de las Regiones tenga menos poder?
-Uno de los aspectos fundamentales del principio democrático es que el poder político se distribuye igualitariamente entre los ciudadanos. Eso se manifiesta en la regla una persona, un voto. Un órgano como el Congreso de Diputadas y Diputados no puede responder matemáticamente a este principio –por las correcciones como paridad y escaños reservados para pueblos originarios–, pero tiene que acercarse lo más posible. El problema de eso, dada la distribución demográfica de Chile, es que atender únicamente a eso implicaría una concentración de la representación en Santiago.

Esa constatación demográfica no debería llevarlo a uno a negar el principio democrático, sino que a buscar una forma de compensar ese efecto político de la distribución de la población. Para eso es la Cámara de las Regiones. Para que en la discusión legislativa exista una óptica regional con una participación importante.

Sin elementos como el de la insistencia, una región donde viven cien o doscientas mil personas, tendría el mismo poder que una región donde viven siete millones de personas.

-¿Por qué en ese diseño sería importante la facultad de insistencia del Congreso de Diputadas y Diputados en su proyecto original?
-A lo que la facultad de insistencia del Congreso de Diputadas y Diputados llevaría, es a que se produzca una relación entre la Cámara de las Regiones y el Congreso, en que la voz de las regiones que se manifiesta en la Cámara tenga incidencia, pero que la decisión final la tenga el Congreso, donde se forma la voluntad política del pueblo chileno conforme al principio democrático.

-Con lo aprobado, ¿qué pasa si el Congreso de Diputadas y Diputados rechaza las enmiendas que pueda hacer la Cámara de las Regiones a los resultados de una comisión mixta entre ambos órganos?
-En rigor, eso no está solucionado por la Constitución. Lo cual muestra que hay un problema, una incongruencia, un vacío.

-¿Se puede arreglar la ausencia de la insistencia del Congreso en su proyecto original a través de alguna de las comisiones finales?
-La Comisión de Armonización tiene por objetivo corregir incoherencias, vacíos, yo creo que es una oportunidad para hacerlo.

-¿Es un riesgo para la CC que un grupo que ya se ha pronunciado acuda a la Corte Suprema si se sigue levantando el inciso de insistencia, por ser esta práctica, de acuerdo a ellos, no seguir el Reglamento?
-No veo que sea un riesgo para el proceso. Si ellos consideran que hay razones para concurrir a la Corte Suprema y cumplen las condiciones que establece la Constitución para ello, es su derecho.

-¿No cree que el daño comunicacional que podría producir la idea de llevar de nuevo al Pleno la idea de la insistencia del Congreso puede deslegitimar el proceso y reforzar el rechazo?
-No veo por qué. Esto es parte de las condiciones reglamentarias de la Comisión de Armonización. Habrá algunos, como siempre hay, que dirán que esto no se puede hacer, que dirán que esto amenaza el proceso. La libertad es libre, cada uno tiene derecho a su opinión.  

-El Reglamento dicta que la Comisión de Armonización detecta omisiones, inconsistencias, contradicciones, repeticiones y faltas de ortografía, ¿puede incorporar un inciso?
-La discusión sobre las competencias de Armonización ignora el hecho de que esta comisión no puede ella misma cambiar nada, solo propone cambios al Pleno. Este se pronuncia por 2/3 de los votos, es decir, con el mismo quórum que se pronunció cuando aprobaba las normas. Supongo que hay algunos que dirán que no hay ninguna incoherencia, entonces podrá haber desacuerdo. Pero ese desacuerdo se soluciona primero en la comisión, que por 2/3 tiene que proponer indicaciones de armonización y, después, se soluciona en el Pleno.

-Ahora que hay un borrador, y de cara al 5 de julio, cuando se entregue la Constitución final, ¿advierte posibilidades de que cambien los resultados de las encuestas en las que por ahora la opción Rechazo concentra más adherencia?
-Creo que es posible en la medida de que la discusión sea más acerca de la Constitución propuesta y menos acerca de los sahumerios u otras cosas que pasan en la Convención. Todavía no podemos ver la Carta Magna, lo que tenemos ahora es un consolidado de normas aprobadas, que no es un texto constitucional. Cuando uno lo lee no tiene ninguna lógica ni orden. Pero debería salir de este proceso de armonización algo que fuera reconocible como un texto constitucional, con una estructura clara, fácil de entender, con los artículos que son redundantes consolidados. Cuando eso sea el objeto de la discusión, va a empezar a ser evidente que el proceso constituyente, con todos los problemas que tuvo, fue exitoso. 

Publicidad

Tendencias