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Salir del pantano DEPORTES Crédito: ANFP

Salir del pantano

Victor Gómez Lizama
Por : Victor Gómez Lizama Periodista y profesor Escuela de Periodismo U. de Chile. Documentalista; asesor en comunicación estratégica.
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Hace años la FIFA demanda a los regentes del fútbol local la separación de la ANFP de la Federación de Fútbol de Chile. Así funciona este deporte en casi la totalidad de los países asociados a una de las federaciones más importantes del mundo. Se propicia generar más recursos y oportunidades para todos los participantes del balompié incluso de las ligas amateur. La propia ministra del Deporte, Alexandra Benado, ex seleccionada nacional, ha reclamado en más de una oportunidad la división entre el ente del fútbol profesional y del federado, cuando el Estado casi no se atreve a intervenir.


La próxima elección de la ANFP enfrenta a las listas de Pablo Milad, Fernando Aguad y Lorenzo Antillo. En el papel tres opciones que suponen variedad de liderazgos para enfrentar la crisis severa del balompié local caracterizada por dificultades en la administración (más de $ 4 mil millones de déficit de la ANFP), falta de transparencia, continua vulneración de la legalidad y nulos resultados deportivos.

Hace años la FIFA demanda a los regentes del fútbol local la separación de la ANFP de la Federación de Fútbol de Chile. Así funciona este deporte en casi la totalidad de los países asociados a una de las federaciones más importantes del mundo. Se propicia generar más recursos y oportunidades para todos los participantes del balompié incluso de las ligas amateur. La propia ministra del Deporte, Alexandra Benado, ex seleccionada nacional, ha reclamado en más de una oportunidad la división entre el ente del fútbol profesional y del federado, cuando el Estado casi no se atreve a intervenir.

¿Qué sucede que pasan los directivos y la separación no se produce? Las respuestas son variadas: hoy los recursos económicos que genera y pertenecen a la Federación financian los gastos operacionales de la ANFP, es decir, subvenciona al fútbol profesional a cargo – en su mayoría- de empresarios y sociedades anónimas. Con estos fondos se pagan entre otros ítems los arbitrajes, gastos de administración y, además, gastos operativos de los torneos. Los empresarios y directivos de clubes han sido incapaces de manejar los cerca de 90 millones de dólares que les entregó durante este año TNT Sports por derechos televisivos a 16 equipos de Primera A y 15 de Primera B. Cifras que se repiten año a año.

Otra explicación deriva de los altos sueldos que perciben los directivos que presiden la ANFP. A modo de ejemplo, Pablo Milad, que encabeza una corporación sin fines de lucro, no debería recibir salario por su cargo, sin embargo, al presidir en paralelo la Federación recibe mes a mes desde la CONMEBOL cerca de 20 mil dólares más bonos de representación y viáticos por eventos. Gran parte de las causas judiciales por corrupción de Sergio Jadue en Estados Unidos provinieron de fondos CONMEBOL y FIFA.

En otro flanco, los estatutos de la ANFP impiden la concentración de la propiedad de más de un equipo en manos de un propietario. En los hechos -vía palos blancos o leguleyadas- son varios los equipos controlados por un empresario que, a la hora de votar por gastos de torneos, cambios de estatutos, formas de campeonatos lo hace calculando según sus diversos clubes. Como muestra un botón, el empresario Felipe Muñoz maneja la propiedad de Rangers, Copiapó y Antofagasta.

También los estatutos locales como internacionales prohíben que los representantes de jugadores manejen o formen parte de la propiedad de los clubes por razones de ética deportiva y concentración económica. Norma que tampoco se cumple con ejemplos conocidos, entre ellos: Fernando Felicevich propietario de La Serena y con notoria influencia sobre otros equipos; Sergio Morales dueño de Coquimbo; Christián Bragarnik controlador de La Calera y San Luis, y Cristián Ogalde mandamás de Santa Cruz y Magallanes, flamante campeón de la Primera B.

La Superintendencia de Casinos y Juegos fue tajante en afirmar que las casas de apuestas deportivas en línea operan en completa ilegalidad en Chile, por lo que, en 2019 presentó una denuncia en el Ministerio Público y la Fiscalía investiga su funcionamiento. Pese a la lapidaria advertencia más de 10 de estas plataformas virtuales funcionan íntimamente ligadas a la ANFP, a la selección chilena y a los clubes profesionales mediante millonarios auspicios como sponsors en camisetas y avisos publicitarios en sus estadios. De hecho, el torneo de Primera B se denomina con el nombre de una casa de apuestas. Los directivos del fútbol se defienden y acusan un vacío legal, argumento que también recogen medios de comunicación y exfutbolistas para difundir la publicidad de estas agencias ilegales.

La Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados se hizo eco de los efectos negativos que produce el vínculo de casas de apuestas en línea y el fútbol. Apelan al daño a la salud pública por la creciente ludopatía en la población local, al no pago de impuestos porque sus dueños no tributan en Chile, porque registran sus actividades en paraísos fiscales (Malta y Curazao) y, además, por la latente amenaza ética de afectar los resultados deportivos presionados por los millonarios flujos de las apuestas. Interpelado por los parlamentarios, Pablo Milad solicitó que cualquier prohibición legal sólo se ejerza a partir de 3 años más para no afectar los contratos comerciales de la ANFP ni de los clubes.

El 23 de octubre Colo Colo se coronó campeón de Primera A en duelo ante Coquimbo en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso, pero no recibió la copa ni dio la vuelta olímpica como el sentido común manda. La razón: el duelo se disputó sin hinchada visitante por prohibición de la autoridad “para proteger a la comunidad local”, lo que obligó a postergar por una semana la ceremonia de premiación de su título 33 en el estadio Monumental. Por años la ANFP ha sido incapaz de garantizar la seguridad dentro y fuera de los estadios; el hilo entre directivos de clubes y barras bravas aún no se corta, y para peor, diversos partidos del torneo actual se disputaron sin público o con aforo restringido para evitar refriegas. Sin ir más lejos, la semifinal de Copa Chile entre Unión Española y U de Chile se retrasó 30 minutos por incidentes con hinchas azules en el ingreso a Santa Laura.

Los resultados deportivos reciben – directa o indirectamente- todos los efectos negativos de los malos manejos en Quilín. Este año ningún equipo nacional avanzó en la etapa de grupos de Copa Libertadores. Mientras en la Copa Sudamericana, Colo Colo y Universidad Católica apenas llegaron a octavos de final. Tendencia de malos números internacionales que se repite hace años. Ni hablar de la selección mayor que ni con Reinaldo Rueda ni con Martín Lasarte pudo clasificar a Qatar y La Roja solo remató en el séptimo lugar de la clasificatoria condenando a mirar por TV el mundial. Hoy sólo queda esperar que una renovación de jugadores al mando de Eduardo Berizzo rinda en la próxima clasificatoria.

Hace unos días, en entrevista con La Tercera, el ex presidente de la ANFP, Ricardo Abumohor, calificó como el peor momento del fútbol chileno. Milad, Aguad o Antillo tienen la palabra para revertir esa crisis, claro que antes, sin exigir soluciones mágicas, deberán: Separar la ANFP de la Federación. Terminar todo vínculo con casas de apuestas en línea. Limitar la acción de los representantes en la propiedad de los clubes. Meter mano a fondo en la calidad del torneo local. Y recuperar la presencia de los hinchas en los estadios. Sin esas y otras medidas, no se ve cómo ni por dónde salir del pantano.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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