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Messi: Un “genio” sin sangre, un ídolo sin alma…

El astro del Barcelona no tuvo fútbol ni carácter para empujar a Argentina hacia el título que le quitó Chile en la Copa América.


La familia Messi lo pasó mal en la tribuna del estadio Nacional, cuando un grupo de hinchas chilenos transformados en energúmenos los insultaron groseramente obligando a la intervención del embajador de Argentina.

Y Lionel, considerado el mejor futbolista del plantea, lo pasó aún peor en una noche amarga donde no pudo brillar de acuerdo a la jerarquía que la asigna la historia.

El crack del Barcelona no se convirtió en el líder que esperaban los argentinos y ni siquiera marcó algún desequilibrio en la faceta que más distingue: el juego individual.

A Messi lo marcaron en forma alternada y a ratos también lo trataron con una rudeza que el árbitro colombiano no quiso neutralizar: en el primer tiempo, Gary Medel le propinó un puntapié en el estómago al crack trasandino que, en otro contexto, habría merecido la expulsión directa. Pero el juez sólo lo sancionó con tarjeta amarilla…

En Argentina hay frustración por el discreto despliegue de la Pulga, que no fue determinante ni trascendió en los momentos en que el equipo reclamaba la luz de su talento.

Y en rigor, este equipo albiceleste tuvo otros bastiones en la final: el zaguero Mascherano, el central Demichelis, el delantero Agüero y hasta el “gladiador” Biglia.

Sin embargo, en Santiago Messi no apareció para asumir el liderazgo ni para ser el comandante de su “ejército” en la batalla final. El zurdo es un ídolo que lidera las hazañas del Barcelona en Europa, pero –acaso agotado por una temporada intensa- en esta Argentina combativa fue un “genio” sin alma, un caudillo sin sangre, apenas la sombra que alguna vez amenazó la gloria eterna de Maradona…

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