Jefe de medioambiente de EEUU promete escuchar a los científicos… pero hasta cierto punto

La Agencia de Protección Ambiental del presidente Donald Trump ha prometido prestar más atención a los consejos de sus propios asesores científicos… hasta cierto punto.

El administrador de la EPA (siglas en inglés de la agencia), Andrew Wheeler, ofreció la garantía en una carta de ocho páginas a la Junta Asesora de la Ciencia (SAB) de la agencia, después de que el panel se quejase de que la agencia estaba ignorando su propia investigación al relajar las normas ambientales de la Administración de Obama, que restringían las emisiones de automóviles, centrales eléctricas y pozos petroleros.

El comité asesor está formado por un grupo de más de 40 investigadores y expertos externos encargados de revisar la información técnica utilizada por la EPA. El panel presta asesoría sobre asuntos científicos generales y examina los programas de investigación de la agencia.

Wheeler dijo que había pedido a las oficinas de la EPA que compartieran información con los asesores expertos antes y que fuera más transparentes sobre temas regulatorios clave mediante «sesiones informativas más rápidas y frecuentes». Asimismo, Wheeler dijo que pediría consejo a la junta sobre cómo la EPA puede informar mejor al público sobre los riesgos para la salud y el medio ambiente.

Wheeler manifestó que la agencia recurrirá a comités asesores especializados para recomendaciones de políticas específicas, tras haber disuelto subcomités especializados de expertos en calidad del aire para «agilizar» sus revisiones.

Wheeler también señaló que su interés en el consejo del SAB tenía un límite. Las decisiones de la EPA «están basadas en consideraciones científicas», dijo Wheeler, pero en última instancia, «la EPA debe tener en cuenta un amplio rango de consideraciones» para garantizar que sus acciones son «razonables, defendibles y coherentes con nuestras responsabilidades para con el pueblo estadounidense».