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Fundación Neruda celebra los 80 años de la llegada del Winnipeg con exposición y lanzamiento de libro CULTURA

Fundación Neruda celebra los 80 años de la llegada del Winnipeg con exposición y lanzamiento de libro

Entre los inmigrantes a bordo venían personas que serían un gran aporte al país como los destacados artistas Roser Bru y José Balmes, entre otros.


En el 80 aniversario de la llegada a Chile de un grupo de refugiados españoles, por gestión de Pablo Neruda, la fundación homónima lanzará un libro en Santiago y presentará una obra artística en Valparaíso.

El primer evento será la inauguración de la obra artística “Oscilación de un exilio” del destacado artista Fernando Prats, este sábado 7 de septiembre a las 12:00, en la Casa Museo La Sebastiana (Ricardo de Ferrari 692, Valparaíso).

Esta obra es la presentación del proyecto que el artista instalará de forma definitiva en la Plaza Neruda de Barcelona, España, el próximo año.

Posteriormente, en la capital, se realizará el lanzamiento del libro “Pablo Neruda y el Winnipeg”. El ex presidente de Chile, Ricardo Lagos, presentará en el ex Congreso Nacional (Compañía 1101), el volumen que reúne los textos de Pablo Neruda en relación a la gesta.

Será el lunes 23 de septiembre a las 12:00 horas, con entrada liberada.

Aporte al desarrollo

«El justificado orgullo de Pablo Neruda por la hazaña del Winnipeg y la posterior evidencia del profundo y positivo significado que tuvo para Chile en aspectos sociales y culturales, el aporte de esos inmigrantes, nos debería hacer reflexionar en este aniversario respecto al día de hoy, tiempos de inmigración masiva , y la posibilidad de construir una sociedad más inclusiva, justa y amplia. Con seguridad, es lo que pensaría el poeta en estos tiempos», señala Fernando Sáez, director ejecutivo Fundación Pablo Neruda.

El 2 de septiembre de 1939, con la ayuda del gobierno del presidente Pedro Aguirre Cerda y Neruda, se hizo posible la llegada de más de 2.000 españoles al puerto de Valparaíso, quienes se incorporaron a Chile como ciudadanos. Todos llegaron a bordo del célebre barco “Winnipeg”.

Huían de la Guerra Civil española (1936-1939), donde el militar Francisco Franco derrotó al gobierno constitucional e impuso una dictadura que duró cuatro décadas. Neruda se había desempeñado allí como diplomático.

Los refugiados que llegaron en el Winnipeg, hicieron un considerable aporte al desarrollo nacional, especialmente en la minería, la industria, las obras civiles, la pesca, el turismo y en la cultural y el arte.

Médicos como Antonio Rodríguez Calleja ejercieron en poblaciones rurales aisladas. Antonio y Eduardo Carcavilla crearon una fábrica de materiales eléctricos con capacidad para competir en los mercados internacionales.

Víctor Pey participó en importantes obras de ingeniería, como los trabajos de construcción del puerto de Arica, además se ser el dueño del legendario diario «Clarín».

Mauricio Amster renovó el diseño tipográfico nacional, mientras Joaquín Almendros creó la Editorial Orbe, que en su tiempo tuvo gran importancia. Leopoldo Castedo hizo un aporte sustancial a nuestra historiografía, y Roser Bru y José Balmes se convirtieron en grandes figuras del arte y José Ricardo Morales, de la dramaturgia.

Estos son sólo algunos ejemplos de la contribución que entregaron los españoles al país que les abrió las puertas.

La historia

El Winnipeg, el barco elegido para esta misión, era un buque de carga pesquero, que no llevaba más de 100 pasajeros bien acomodados. Se modificó en su capacidad para albergar a más de 2.000 personas. Zarpó del puerto fluvial de Pauillac, en Francia, la mañana del 4 de agosto de 1939.

El viaje a Chile duró 30 días, y los últimos días de navegación los hizo cerca de la costa y a oscuras, por temor a sufrir atentados de submarinos alemanes.

El día 26 de agosto de 1939, el barco atracó en Arica, en donde descendieron un grupo de pasajeros que se instalaron en dicha ciudad del norte de Chile; la tarde- noche del 2 de septiembre, el Winnipeg atracó en el puerto de Valparaíso.

Al día siguiente, a las 9 de la mañana, comenzó el descenso de los pasajeros. Los refugiados recuerdan con emoción el recibimiento a su llegada a Valparaíso. Los esperaban autoridades civiles y militares, dirigentes políticos, de sindicatos, estudiantiles, y numeroso público, que entonaban canciones republicanas para recibirlos.

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