NUEVA CONSTITUCIÓN
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La idea es que esta nueva Comisión sea permanente y autónoma, y “que aborde la Cultura como un eje transversal en la redacción de nuestra nueva constitución, otorgándole al Estado un rol garante de los derechos culturales”, sostiene el documento respaldado por más 160 organizaciones culturales.
A las afueras del ex Congreso, los convencionales Ignacio Achurra y Malucha Pinto, en conjunto con más 160 organizaciones culturales, presentaron una carta a la Mesa Directiva solicitando la creación de una Comisión de Cultura en la Convención Constitucional.
La presidenta de la Mesa, Elisa Loncon, recibió la petición y destacó que la cultura “nos pertenece a todos nosotros los seres humanos, porque es nuestra condición creativa que necesitamos para seguir siendo seres humanos íntegros”.
La idea es que esta nueva Comisión sea permanente y autónoma, y “que aborde la Cultura como un eje transversal en la redacción de nuestra nueva constitución, otorgándole al Estado un rol garante de los derechos culturales”, sostiene el documento.
Según las agrupaciones firmantes, la Comisión es necesaria para que el Estado tenga «un rol garante de los derechos culturales». “Porque la cultura y los Derechos Culturales no son un apéndice de los derechos sociales, o de cualquier otro espacio de discusión”, afirman.
El constituyente Ignacio Achurra de Convergencia Social, comentó que es fundamental que nuestro nuevo texto constitucional contenga a la cultura “como un eje transversal y que contenga además un robusto y consistente catálogo de derechos culturales que debemos construir con las diversas organizaciones que habitan este territorio”.
En tanto, Malucha Pinto, convencional por el Partido Socialista, sostuvo que en la Constitución debe garantizar el acceso cultural como “derecho a crear y participar de la vida cultural de una comunidad, el deber de conservar los modos de vida propios de las comunidades y sus creaciones, el resguardo a la libertad de creación y expresión, el derecho a la información y comunicación, el derecho a una educación intercultural, el derecho a la educación artística, el derecho a la memoria, la protección y uso de las lenguas, el fomento de una economía creativa sustentable”.
La carta destaca que la cultura, a través, de sus diversas manifestaciones es pilar fundamental del «desarrollo de una sociedad, por tanto del desarrollo humano de los pueblos. La cultura rompe con la hegemonía patriarcal del intelecto como camino de conocimiento y de relación entre las personas y entre las comunidades, abriéndose hacia espacios sentipensantes, hacia los cuerpos, hacia nuestras cosmovisiones aportando profundidad y trascendiendo aproximaciones binarias en la construcción del mundo».
