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PDI detiene a banda que ingresó ilegalmente a 3.600 migrantes bolivianos al país PAÍS Crédito: ATON

PDI detiene a banda que ingresó ilegalmente a 3.600 migrantes bolivianos al país

Desde febrero, la banda -conformada por nueve personas- ingresó ilegalmente a cerca de 3.600 migrantes bolivianos a territorio nacional. Los detenidos cobraban 200 dólares para transportar a cada persona.


La Brigada Investigadora de Trata de Personas Metropolitana y la Fiscalía de Alta Complejidad de la Fiscalía Centro Norte descubrió y desbarató una banda -compuesta por nueve personas- dedicada al ingreso ilegal de inmigrantes bolivianos a territorio nacional.

Desde febrero, la banda ingresó a cerca de 3.600 migrantes bolivianos. Las autoridades estiman que por día entraban entre 40 a 60 -con un peak de 90 diarios- con destino a la comuna de Estación Central, Región Metropolitana.

«Esta agrupación delictual trasnacional captaba personas interesadas en ingresar al país con coyotes e ingresaban por pasos no autorizados, especialmente por Colchane, para luego ser transportados por buses y minivanes a la Región Metropolitana, que era el destino de las víctimas», señaló a Emol el prefecto prefecto inspector Alex Schwarzenberg, jefe nacional Antinarcóticos y Crimen Organizado de la PDI.

Según detalló la PDI, los detenidos corresponden a seis personas chilenas, dos venezolanos y una boliviana. Fueron aprehendidos en Alto Hospicio, Iquique, Antofagasta, Coquimbo y Santiago.

El grupo cobraba US$200 a cada persona que ingresaban al país. En total, considerando las 3.600 personas, llegaron a un estimado de US$ 720.000, cerca de 565 millones de pesos.

La fiscal Carolina Suazo comentó que entre las personas transportadas se encontraban menores de edad. «El hecho se agrava por la gran presencia de menores de edad. Son víctimas, tenemos niños acompañados y no acompañados. Organización traficó menores de edad que no venían con sus padres. Estamos tomando todas las medidas necesarias para prestarles la atención necesaria», dijo la persecutora.

Suazo añadió que existió «un importante riesgo» para la vida y salud de las personas, pues debían «cruzar a pie el desierto a altas horas de la noche» y luego permanecer hacinados en casas en Colchane. Allí los mantenían para posteriormente ser dirigidos a Santiago.

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