PAÍS
Crédito: Agencia Uno
El doctor en ciencia política y director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, se refirió a la renuncia del ahora ex comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, tras la citación de la ministra en visita Romy Rutherford en calidad de inculpado. Esto, a su parecer, establece la existencia de un sistema de «baja responsabilidad» en el país. “Lo de Martínez viene a expresar un poco eso. En Chile no pasa nada y eso es porque hay un sistema de baja responsabilidad y eso tiene un efecto político importante, porque de alguna manera lleva a la gente a pensar que hay actores de la sociedad, los militares, los políticos, los jueces, los medios de comunicación, que de alguna manera no son tocados y esa sensación de impunidad, de que hay un trato distinto, instala el germen de la corrupción», sostuvo. Por otro lado, Moreno compartió la responsabilidad del Ejército con las autoridades civiles que están al mando de las Fuerzas Armadas. “Esto también es responsabilidad de que los civiles tampoco se hayan hecho cargo de esto. Recordemos que hasta donde sabemos las Fuerzas Armadas no se mandan solas y están subordinadas al nivel civil, es decir a las autoridades civiles, eso son los ministros y ministras de Defensa”, añadió.
El doctor en ciencia política y director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, se refirió sobre la bullada salida del general Ricardo Martínez del cargo de comandante en Jefe del Ejército tras ser citado a declarar por la ministra en visita, Romy Rutherford, en calidad de «inculpado». A su parecer, esto tiene relación con que en Chile existe un sistema de «baja responsabilidad» ante estos y otros hechos, lo que genera una sensación de malestar en la población.
“Lo que está pasando con el excomandante en jefe del ejército, es la confirmación de que en Chile como que existiera un sistema de ‘baja responsabilidad’, nadie le cobra cuenta por desempeño a nadie, por consiguiente, da lo mismo hacerlo bien de hacerlo mal y esto facilita el estancamiento de la mediocridad, facilita el estancamiento de la falta de ética y facilita la corrupción», sostuvo en conversación con El Mostrador en La Clave.
«Eso tiene un efecto político importante, porque de alguna manera lleva a la gente a pensar que hay actores de la sociedad, los militares, los políticos, los jueces, los medios de comunicación, que de alguna manera no son tocados y esa sensación de impunidad, de que hay un trato distinto, instala el germen de la corrupción», agregó.
Moreno comparó el caso de Martínez con otros casos emblemáticos del último mes, tales como la salida de Andrés Allamand del Ministerio de Relaciones Exteriores o la carta del presidente del Servel, Andrés Tagle, que cuestionaba el sistema proporcional y la elección de los convencionales, aludiendo a que eso ponía en duda su «origen democrático». A raíz de esto, sostiene que estos actos quedan en la impunidad sin ningún tipo de sanción.
«Se nos olvida en febrero lo que pasó con el exministro Andrés Allamand y su situación con un cargo internacional mientras tenía otro cargo en Chile, asumió el cargo allá sin haber renunciado acá, no pasó nada. El fin de semana, el presidente del consejo directivo del Servel se despachó una columna en un diario de circulación nacional, cuestionando la legitimidad de la Convención misma. Cuestionando la legitimidad democrática, de origen, a pesar de que él está a cargo de la institución que está mandatada para llevar adelante los procesos electorales y no pasa nada», planteó.
Por otro lado, el doctor en ciencia política compartió la responsabilidad del Ejército con las autoridades civiles, quienes a su parecer, no se hicieron cargo de la problemática».
“Esto también es responsabilidad de que los civiles tampoco se hayan hecho cargo de esto. Recordemos que hasta donde sabemos las Fuerzas Armadas no se mandan solas y están subordinadas al nivel civil, es decir a las autoridades civiles, eso son los ministros y ministras de defensa”, expresó.
“Se instaló esta idea de un acuerdo tácito entre el poder militar y el poder civil, en donde el poder militar les dijo ‘bueno, ustedes hagan como que ustedes me mandan y yo hago como que les obedezco’ así ha funcionado esa relación, es una relación asimétrica. Nadie estaba controlando, el ministro, los subsecretarios, los auditores del ministerio, nadie está controlando toda esta situación y tiene que llegar después de denuncias anónimas», añadió.
Sobre los desafíos que enfrentará el gobierno del futuro Presidente Gabriel Boric en la materia, Moreno espera que se pueda monitorear de mejor manera lo que hace el Ejército con los recursos que se les entrega, lo que a su parecer generará tensiones entre ambos actores.
«Uno esperaría que el nuevo Gobierno restablezca, de manera clara, con sistemas que permitan monitorear adecuadamente lo que están haciendo en términos de gestión de los recursos las Fuerzas Armadas», aseveró.
«Evidentemente eso probablemente va a generar tensiones, porque los militares se van a resistir a esto y eso puede generar tensiones que vamos a ver como se resuelven. No va a ser fácil producto de la situación que estamos viviendo hoy día, en donde la imagen del ejército está tan severamente cuestionada, sobre todo del alto mando”, concluyó.
