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Inversiones en bonos, otra forma de invertir CONTENIDO PAGADO Crédito: Getty Images

Inversiones en bonos, otra forma de invertir

La manera más eficiente de invertir en bonos y minimizar los riesgos es hacerlo a través de fondos mutuos y/o de inversión, los cuales permiten acceder a muchos bonos a la vez, diversificando el riesgo. Así se reducen significativamente las probabilidades de pérdidas en nuestros ahorros (inversiones).


Una de las varias maneras de invertir es comprando bonos o renta fija, lo cual es menos riesgoso que hacerlo a través de acciones o renta variable, pero más que un depósito a plazo. Emitir bonos de parte de las empresas en una manera de endeudarse con el público o las personas en lugar de pedir un préstamo a un banco u otra entidad del sistema financiero. Al invertir en bonos, las personas le están prestando dinero a las compañías a una tasa determinada o puede ser un bono de un gobierno de un país también o de entidades públicas. Los bonos luego de ser emitidos se transan públicamente en las bolsas de valores y/o plataformas especializadas.

El emisor del bono, es decir la entidad a la que se le está prestando dinero, lo emite a una tasa de interés determinada, que dependerá de los niveles de éstas en el mercado en general, pero también de la calidad de la empresa que lo emite, el plazo al cual está pidiendo el préstamo y del país en que opera la compañía o entidad que lo emita. Entonces, el emisor del bono está obligado a realizar pagos en una cantidad y en un período de tiempo determinados al inversionista/ahorrante. Dicho emisor garantiza la devolución del capital invertido y una cierta rentabilidad si es que se mantiene el instrumento hasta su vencimiento y el emisor no falla en pagar, lo que suele ocurrir con poca frecuencia.

De ahí que la rentabilidad de los bonos no es necesariamente fija. Aunque pagan un cupón o interés fijo, a la vez éstos transan en un mercado secundario (como las bolsas), tienen un precio, que, como todo producto, varía según oferta y demanda y otros factores.  Uno de los principales factores de los que dependen los bonos son los niveles de las tasas de interés. Por ejemplo, si un bono se emite a una tasa de interés anual de 5% y mientras ese bono no vence, las tasas de un país suben a un 7%, será más atractivo invertir en los nuevos bonos. Por lo tanto, el precio del bono que inicialmente compramos, de querer venderlo, debe bajar su precio para compensar la menor tasa a la que fue emitido. Por eso se dice que los bonos o renta fija tienen implícito el riesgo de tasas de interés.

Otro riesgo inherente a los bonos es el riesgo de crédito que está relacionado a la solvencia del emisor, ya que incorpora la posibilidad que éste no pueda pagar los intereses o el capital al vencer el bono. Cabe mencionar en este punto que existen agencias calificadoras encargadas de evaluar y publicar el nivel de riesgo de la renta fija.

La manera más eficiente de invertir en bonos y minimizar los riesgos es hacerlo a través de fondos mutuos y/o de inversión, los cuales permiten acceder a muchos bonos a la vez, diversificando el riesgo. Así se reducen significativamente las probabilidades de pérdidas en nuestros ahorros (inversiones).

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