Europa, Sudamérica, y Estados Unidos son los destinos preferidos por los chilenos y frente a la pandemia y nuevas normas para los pasajeros en cada país, los servicios de asistencia al viajero pueden marcar la diferencia.
Los destinos preferidos por los chilenos, durante el último año pre pandemia, fueron Europa (35,0%), Sudamérica (26,2%) y Estados Unidos (15,4%).
Y si bien estas cifras presentaron distorsión en años atípicos como 2020 y 2021, debido a la crisis sanitaria, en 2022 se repiten dada la flexibilidad de medidas de prevención por la pandemia.
Sin embargo, hay aspectos que se deben considerar para que el viaje se transforme en una buena experiencia y sin contratiempos. En ese contexto, la contratación de seguros de asistencia en viaje que brinden asesoría, una completa cobertura y asistencia 24 horas los 7 días de la semana se vuelve en una obligación.
Adriano Muñiz, gerente comercial regional de Latin Assistance, explica que “la primera medida que debemos tomar a la hora de planificar, es corroborar qué requisitos migratorios exige el o los países de destino. Lo segundo, es chequear el estado de sus fronteras a partir de las nuevas normativas para el Covid-19, ya que muchos requieren certificados de vacunación, PCR pre viaje y seguro con cobertura Covid-19 obligatorio”.
La recomendación de un seguro u otro dependerá de los costos médicos asociados al país que se visite. Asimismo, por lo general, el tipo de asistencias al viajero diferencian por los montos globales de cobertura.
“Por ejemplo, Argentina, un clásico destino para los chilenos, si bien exige cobertura Covid-19, no establece un monto especifico a cubrir por el seguro. Nuestro país, en cambio, sí fija una cobertura mínima de 30.000 dólares. En el caso de Estados Unidos, tienen los costos internacionales más elevados en medicina, por lo que se recomienda llevar montos de cobertura a partir de 50.000 USD”, explica el ejecutivo.
Muñiz advierte sobre la importancia de escoger un seguro confiable y con respaldo y experiencia. “Lo mínimo con que debe ofrecer un seguro de viaje para cumplir con una buena protección al viajero es cobertura médica en caso de accidente y enfermedad, repatriaciones sanitarias, funerarias, medicamentos y cobertura Covid-19”.
En tanto, los precios de los planes varían entre $4.300 y $ 71.775 el día, dependiendo de la compañía y del nivel de cobertura que se busque. “Existen alternativas Executive que ofrecen cobertura geográfica mundial total, incluyendo asesoramiento, gestión y compensaciones en casos de extravíos y demoras de equipaje, retrasos y cancelaciones de vuelos e inconvenientes legales o idiomáticos. Además cubre preexistencias, embarazo, Covid-19, deportes recreativos y responsabilidad civil”, asegura Muñiz.
Otras urgencias que se producen habitualmente en vacaciones, son consultas médicas asociadas a gastroenteritis u otitis, esguinces de tobillos, internación en unidades UCI, Test PCR, o incluso, apendicitis. “El viajero debe tener presente que cualquiera de estos u otros inconvenientes pueden presentarse, y es por ello que la asistencia al viajero no puede ser pasada por alto”, advierte Muñiz.
Además, el experto hace hincapié en los cuidados que hay que tener con respecto al resguardo que de objetos personales, ya sea en aeropuertos o en hoteles, por ejemplo, asegurando equipos electrónicos.
“Hoy en día el 60% de los trabajadores lo hacen desde su ordenador o laptop, además de portar auriculares y cámaras de fotos. Por eso su hurto se ha convertido en el delito que más ha crecido y que nos trae grandes dolores de cabeza, como perder nuestros datos personales, contraseñas, fotos y todo tipo de información confidencial. Más allá del valor nominal, siempre debes llevar contigo un seguro de confianza para proteger cada uno de tus accesorios”, sostiene.
Finalmente, se recomienda corroborar qué artículos puedes o no llevar en tu equipaje, y considerar el tiempo adecuado para llegar al aeropuerto, para así ahorrar tiempo al embarcar y desembarcar del avión. “El tiempo que demanda la atención al público es una de las variables que ha impactado fuertemente en la pandemia, generando una ralentización de los procesos que puede llegar hasta el 40% de exceso, dependiendo del tipo de vuelo y de la documentación que el pasajero deba presentar”, concluye.