«La gente no está secuestrada, hoy día la presión que se está haciendo con este movimiento es solamente que Collahuasi cumpla con sus responsabilidades», aseguró Ricardo Arellano, presidente de la Federación de Sindicatos de la Minera.
Los ejecutivos de la minera Collahuasi suspendieron este martes el diálogo con los representantes de los 3.000 trabajadores contratistas que en demanda de mejoras laborales permanecen movilizados desde el pasado viernes en el norte de Chile, debido a que se mantiene el bloqueo de las instalaciones.
«Lamentablemente la compañía ha debido abandonar las conversaciones (…) debido a la negativa de estos dirigentes a liberar a los trabajadores que mantienen ilegalmente retenidos en los campamentos», indicó la empresa en un comunicado.
La mina «Doña Inés de Collahuasi», propiedad de Anglo American y de la suiza Xstrata Plc, se encuentra a 4.000 metros de altura, en las cercanías de Iquique, a 1.800 kilómetros al norte de Santiago, y en 2009 produjo 535.000 toneladas de cobre.
«Collahuasi no se encuentra en un proceso de negociación colectiva regido por la ley, ni tampoco estas acciones ilegítimas corresponden a acciones relacionadas con procesos colectivos de sus empresas contratistas», agregó la minera.
Los trabajadores, en tanto, señalaron que en las instalaciones que permanecen bloqueadas no hay personas retenidas, y acusaron a los ejecutivos de la compañía de criminalizar sus reclamos.
«La gente no está secuestrada, hoy día la presión que se está haciendo con este movimiento es solamente que Collahuasi cumpla con sus responsabilidades», aseguró Ricardo Arellano, presidente de la Federación de Sindicatos de la Minera.
El anuncio de la suspensión de las negociaciones por parte de la empresa llega un día después de que los trabajadores informaran que habían llegado a un preacuerdo con los ejecutivos para deponer el paro.
Los contratistas exigen a la compañía el pago de un bono de término de conflicto por un millón de pesos, y que se garantice un buen sistema de turnos de emergencia.
Además, piden una mejora en las instalaciones del campamento, donde denuncian que viven hacinados, y la aplicación de la ley de trabajo pesado que permite jubilarse antes de los 65 años.
Los trabajadores iniciaron su movilización el pasado viernes con el cierre de los accesos al complejo minero.
El sábado, Fuerzas Especiales de Carabineros emplearon gases lacrimógenos para despejar la entrada y detuvieron a 17 trabajadores, pero ese mismo día los empleados volvieron a bloquear el acceso a la mina, una situación que se mantiene hasta el momento.
