Publicidad

El desconocido nexo del ex vicepresidente de La Polar con el secretario del directorio

El parentesco entre Heriberto Urzúa y Juan Enrique Allard, quien tomaba nota de cada sesión, no fue cuestionado por el directorio. Incluso, un miembro nunca se enteró. No es ilegal, pero fácilmente cuestionable porque están en juego la independencia y la imagen. Más, tratándose de La Polar, donde todo se hizo mal.


Se sentaron en la misma mesa un año y diez meses. Mientras uno hablaba, el otro escribía en un notebook. Su relación  trascendía lo profesional: ambos eran cuñados. Todo lo que habló Heriberto Urzúa, el vicepresidente de La Polar, quedó registrado en las actas redactadas por el abogado Juan Enrique Allard, secretario del directorio, cuya hermana, Angélica, es casada con Urzúa.

Dueños de empresas abiertas en bolsa y ejecutivos plantean que es una situación anormal. Y que se complica cuando no hay un controlador, ya que no hay nadie que esté encima velando por cada decisión, al estar en juego su patrimonio.

“Si uno quiere que haya total transparencia no puede tener a un pariente de un director en un puesto como ese. Por una cuestión de independencia y de imagen, porque se presta para malas interpretaciones. No sólo hay que serlo, también parecerlo”, sostiene el controlador de una compañía del área de la salud que transa en la bolsa.

“Hay una política general que se aplica en muchas compañías, en la que no pueden trabajar familiares. No sólo a nivel ejecutivo; también a nivel de jefaturas de departamento, porque hay un conflicto de interés. Son pocas las personas que tienen la capacidad de separar los sentimientos, de abstraerse y poner a la empresa por sobre la relación familiar”, agrega un empresario que considera que los directorios en Chile son “bastante light”. Apunta, especialmente, a las AFP que, en La Polar, eligen a dos directores. “Más bien son relacionadores públicos. No van a poner a nadie que rompa huevos”.

Allard asumió como secretario del directorio de La Polar en agosto de 2009, cuando Barros & Errázuriz dejó de asesorar a La Polar en materias corporativas ante un posible conflicto de interés. La oferta para fusionar Supermercados del Sur, cadena controlada por Southern Cross, con La Polar, de la cual el fondo había sido dueña y tenía como directores a Raúl Sotomayor y Norberto Morita, lo puso en una situación de la que prefirió omitirse. Fue entonces que Allard entró en escena.

Cuñados son socios y trabajaron juntos en Hortifrut

Con una competencia despiadada entre las oficinas de abogados, siempre es bienvenida la llegada de un nuevo cliente. Quien lo hace mejora su estatus dentro de la oficina y se acerca a cumplir el anhelo de ascender a socio. Fue lo que logró Allard, quien entre sus méritos aportó dos empresas a la cartera de Guerrero, Olivos, Novoa y Errázuriz.

Allard llega como secretario del directorio a La Polar por su parentesco con Heriberto Urzúa. Como Allard es socio de Guerrero, el estudio pasa a encargarse de todos los asuntos corporativos, en reemplazo de Barros & Errázuriz. Lo raro es que pudiendo designar a cualquier otro abogado como secretario, lo hayan puesto a él”, comenta un abogado de la plaza sorprendido porque el hecho haya pasado desapercibido.

Esta relación no era conocida por todos. Al menos, uno de los directores que estuvo menos de un año representando a las AFP, no lo sabía. Mientras, un director reelegido el viernes pasado asegura que no había ningún problema, porque dice que Allard hacía bien su trabajo.

“El secretario es la única persona ajena al directorio que maneja la misma información. En una empresa seria se espera un poco más de independencia. Urzúa era vicepresidente y si el directorio hubiese estado molesto con Allard, ¿quién se iba a tirar contra el vicepresidente?”, plantea un alto ejecutivo de una empresa del rubro molinero.

[cita]El 22 de junio Juan Enrique Allard declaró como testigo ante los fiscales Luis Inostroza y José Morales y funcionarios de la PDI. Relató cómo eran las sesiones mencionando sólo a tres directores. Urzúa, el más activo.[/cita]

Los cuñados no sólo compartieron la mesa de La Polar. Desde hace más de una década son socios de varias firmas: First S.A, Ironfields Investments e Inversiones Pacific Trust. Esta última posee el 1,87% de Hortifrut, la mayor exportadora de berries de Chile. Allard es minoritario en Pacific Trust, con un  0,04% de los títulos.

El abogado también trabajó en Hortifrut, donde su cuñado es director y propietario de poco más de un 6%. “Urzúa convence a los dueños para que el estudio Guerrero sea la oficina de Hortifrut. Y el abogado que queda a cargo de la cuenta es Allard”, recuerda un ex ejecutivo de la frutera. Asegura que el parentesco entre Alfonso Swett –socio de la exportadora- y Allard, quien es su yerno, no fue determinantes en esta elección.

En 2008, la relación profesional se termina. Allard deja de asesorar a Hortifrut y el estudio Guerrero pierde el cliente. Según explica el ex ejecutivo, Víctor Moller y Juan Sutil –los fundadores y controladores de Hortifurt- no habrían compartido ciertas decisiones de Allard como llevar a juicio casos que podían resolverse fuera de tribunales.

Tras la partida, Hortifrut contrata a una abogada en forma interna y decide contar con la asesoría de distintos estudios, entre ellos, Philippi. Al año siguiente, los cuñados volverían a encontrarse en La Polar.

Allard declara ante la Fiscalía y destaca el rol de Urzúa

Las actas de La Polar, que fueron incautadas, son una prueba irrefutable de cómo cumplieron su rol los directores. Ninguno podrá decir que opinó algo si no quedó por escrito, porque cada uno recibió una copia que debía firmar a la sesión siguiente aprobando su contenido. Serán un material clave para la formulación de cargos que durante esta semana hará la Superintendencia de Valores.

El 22 de junio Juan Enrique Allard declaró como testigo ante los fiscales Luis Inostroza y José Morales y funcionarios de la PDI. Relató cómo eran las sesiones mencionando sólo a tres directores. Urzúa, el más activo.

En su primera alusión a los contenidos tratados por la mesa sostiene: “El tema del riesgo era una preocupación habitual de los directores. Hubo comentarios de Fernando Franke y Heriberto Urzúa que quedaron reflejados en el acta. Recuerdo que Urzúa, a  comienzos de marzo, comentó duramente el presupuesto de 2011. Señaló que había inconsistencias. Cuestionó a los ejecutivos en cuanto a si había alineamiento entre resultados y los bonos. Se pidió que esto no quedara reflejado en el acta. Fue muy dura la posición de Urzúa”.

Ante una consulta responde que las sesiones no se grababan. “Salvo la del 8 de junio que se grabó parcialmente. Se solicitó se grabara por Heriberto Urzúa”.

Continúa: “Las peticiones de mayor información las realizaba Franke y otros directores como (Francisco) Gana y Urzúa. Recuerdo que, en marzo de 2011, empezaron a aparecer que había muchas (operaciones) con más de una renegociación. (…) Franke cuestionó esto y manifestó su preocupación. En esta misma sesión Urzúa realiza duros cuestionamientos a la información y ejecutivos”.

Haciendo un balance destaca que “Franke, Gana y Urzúa eran los más inquisitivos en las preguntas o dudas sobre las provisiones y el riesgo”. A juzgar por sus dichos, no sólo tomó notas, también dio su opinión cuando el directorio analizó una propuesta de solución a los clientes engañados. “Les hice ver que debían asumir la responsabilidad de dejar de cobrar parte de lo que se debía”.

Ni el estudio Guerrero ni Allard respondieron las consultas de El Mostrador.

Publicidad

Tendencias