Los dos sindicatos mayoritarios españoles, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), habían pedido al nuevo Ejecutivo que preside el conservador Mariano Rajoy que subiera el SMI, petición que ha sido rechazada.
El gobierno español ha decidido congelar en 2012 el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 641,4 euros al mes (unos 838,5 dólares), informaron hoy fuentes sindicales.
Los dos sindicatos mayoritarios españoles, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), habían pedido al nuevo Ejecutivo que preside el conservador Mariano Rajoy que subiera el SMI, petición que ha sido rechazada.
Fuentes sindicales informaron hoy de que el Gobierno les ha respondido que congelará el salario mínimo y que la decisión será aprobada en el Consejo de Ministros del próximo viernes.
UGT y CCOO pidieron por carta el pasado 15 de diciembre al Gobierno que elevara en 2012 el Salario mínimo por la pérdida de poder adquisitivo acumulado por esta renta en los ejercicios 2010 y 2011 y que, según los sindicatos, está cercana al 3 por ciento.
En su petición las centrales sindicales recordaban que, según la Carta Social Europea, el SMI debe alcanzar el 60 % del salario medio neto de cada país, lo que equivaldría a unos 1.026,4 euros mensuales.
Por ello, UGT y CCOO querían que el Gobierno del Partido Popular (PP) recuperara la senda alcista que el SMI tuvo entre 2004 y 2009, situación que cambió por la crisis económica, lo que llevó al anterior Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero a aparcar su objetivo de que el salario mínimo llegase a 800 euros en 2012.
En el marco de esa política restrictiva la subida para 2011 se fijó en 1,3 %, lo que le situó en los actuales 641,4 euros mensuales.
España sufre desde 2008 una profunda crisis económica que ha elevado la cifra de desempleados a casi cinco millones de personas, el 21,52 por ciento de la población activa.
El próximo viernes el Consejo de Ministros dará luz verde a un primer paquete de medidas de ajuste, con la prolongación de los actuales Presupuestos Generales del estado marcados por la austeridad en el gasto, hasta que a finales de marzo se aprueben los nuevos.
El nuevo ministro de Economía, Luis de Guindos, trazó un sombrío panorama este lunes al adelantar que prevé una recaída de la economía en el último trimestre de este año y en el primero del próximo, lo que supondría una nueva recesión.
