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Tsunami de platas políticas arrastra a otro intocable: Julio Ponce forzado a dejar SQM Minoritarios y el mercado celebran su salida, sobre todo las AFP

Tsunami de platas políticas arrastra a otro intocable: Julio Ponce forzado a dejar SQM

Enrique Elgueta
Por : Enrique Elgueta Periodista y consultor senior en Comsulting.
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Si el Caso Penta puso a los controladores en prisión preventiva, difícilmente la tormenta sobre SQM podría no dejar heridos. Ponce quedará fuera del directorio tras 28 años, aunque mantiene control. Lo que no pudo la SVS con el Caso Cascada, lo lograron minoritarios extranjeros.


Ayer fue un día de impactantes desastres naturales. No sólo por la erupción del volcán Calbuco que remece a la zona sur del país, sino también por el anuncio de que Julio Ponce Lerou, tras 28 años ocupando ese puesto, abandona la presidencia del directorio de SQM.

Si el caso Penta dejó a los controladores del holding –Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín– en prisión preventiva por más de un mes, la tormenta sobre SQM tendría también que dejar heridos en el camino. El viernes, Ponce presidirá la junta por última vez. Mantendrá el control, pero quedará fuera del directorio.

Pese a que Ponce y los directores han insistido en que la responsabilidad es del ex gerente general Patricio Contesse y que por ello obligaron a este a renunciar, el histórico presidente de la minera había terminado en el epicentro del escándalo por platas políticas que ha puesto en jaque al aparato institucional, razón por la cual la presión para que saliera se había hecho insostenible.

Aunque su círculo de hierro se mantendrá en el directorio, los minoritarios y el mercado celebran su salida. Sobre todo las AFP, que mantuvieron su inversión en la empresa. Acerca de este punto, cabe señalar que la acción ha subido un 6,4% desde que se comenzó a especular que Ponce podría dejar el directorio.

De hecho, la idea de que Ponce tuviera que salir se había apoderado del mercado, si bien para la mayoría era más un sueño que una posibilidad real. Sin embargo, resultó ser lo segundo. Ayer en la tarde la empresa comunicó la nómina de directores propuesta por sus accionistas. El resultado no fue más que el fruto de las distintas rondas de negociaciones que se venían gestando hacía días –las mismas que motivaron incluso la visita de Ponce, su hermano y su director más cercano, Hernán Büchi, a inversionistas en Nueva York–, dejando a los principales accionistas minoritarios de la minera en condiciones de elegir un nuevo directorio, en el cual su histórico presidente no será parte.

En tal contexto, no está de más recordar que la canadiense PCS, que controla el 32% de la empresa, retiró a sus representantes en el directorio hace un par de semanas y había condicionado su vuelta a la mesa a que Ponce saliera del directorio. Algo similar demandaba el fondo norteamericano que controla el paquete más grande de acciones de SQM en el extranjero.

La trastienda de la salida

No hay dos versiones al respecto: Potash y los minoritarios extranjeros le doblaron la mano al empresario más duro del mercado chileno.

Fuentes que conocen su posición afirman que es un verdadero triunfo para sus intereses y aclaran que estos no iban a dar su brazo a torcer respecto de su principal objetivo: sacar a Ponce de la presidencia.

No había margen para negociaciones, ni siquiera acceder a cuotas de poder dentro de la empresa, como se planteó en algún minuto (elegir puestos clave en la administración de la compañía). Su permanencia en SQM estaba condicionada a la presencia de su actual presidente en el directorio, con la amenaza de sacrificar sus inversiones con una sobreoferta de acciones que podría afectar duramente el valor en Bolsa de SQM, el preciado activo de Ponce Lerou. Una posición que habría sido compartida por accionistas relevantes como SailingStone –principal tenedor de ADR de la minera, con cerca del 15%– e incluso Potash Corp (PCS), dueño directo del 32% de la compañía.

Ejecutivos de PCS se venían reuniendo en el país desde el martes con el fin de llegar mañana a la junta de accionistas con una decisión tomada. Era un hecho conocido que la visita que Ponce realizó junto con su hermano y Büchi a Nueva York, no fue del todo fructífera. Dicho viaje habría tenido el propósito de influir en los inversionistas extranjeros con el objetivo de que vieran en él a la persona idónea para seguir presidiendo la compañía. Hubo reuniones con SailingStone y distintos fondos, también con Bank of New York Mellon –representante de los tenedores de ADR–, pero no habrían resultado exitosas, señalan las fuentes.

En paralelo, el mismo martes hubo una reunión clave al interior de SQM. Contando con la presencia de Ponce y Patricio De Solminihac, gerente general de la minera, en dicha instancia se habría tratado el futuro del directorio. En ese almuerzo se arribó a la conclusión de que quedaban pocas alternativas y que Ponce tendría que abandonar la empresa que tanto él como Patricio Contesse convirtieron en una líder mundial de la industria.

Así, en medio de tal panorama, Ponce cedió un puesto que no tiene nada de cosmético para la compañía. Sus declaraciones al Ministerio Público así lo evidencian. La serie A de SQM elige a siete directores, mientras la B –la que más se transa en el mercado– sólo a uno. El ejecutivo, gracias a un pacto con la sociedad japonesa Kowa, es quien posee más acciones de la serie A y tiene el derecho a elegir cuatro de los ocho cupos disponibles, pero de haber un “empate en el directorio para elegir al presidente, se resuelve con una segunda votación en que sólo votan las acciones serie A; luego, los empates los resuelve el presidente del directorio”. Así lo afirmó el propio empresario en declaraciones que reprodujo La Tercera el domingo pasado.

Desde el círculo de Ponce admiten que su salida es «durísima». Para él SQM es su vida, explican, pero al mismo tiempo dicen que el empresario trata de restarle dramatismo, ya que sigue con el control de la empresa «más firme que nunca» y la que gana es SQM. Una derrota sería que él se viera obligado a vender, cosa que no tiene intención de hacer, aunque en el mercado creen que tarde o temprano tendrá que hacerlo.

Cabe recordar que la crisis que golpeó a Penta obligó a sus dueños a dejar directorios del grupo, abandonar la presidencia del holding, además de tenerlos en vías de vender algunos de sus principales activos, como el banco, en un proceso que mantiene a JP Morgan buscando compradores.

Büchi, ¿el nuevo hombre fuerte de SQM?

La nominación al directorio por parte de Pampa Calichera –sociedad de Ponce a través de la cual puede alcanzar el 32% de SQM– no dejó sorpresas. Sus cartas son las que siempre lo han acompañado: Hernán Büchi, Juan Antonio Guzmán y Wolf von Appen, actuales directores de la compañía. Aunque algunos abogados expertos en gobiernos corporativos opinan que, dado que los tres fueron formulados de cargos por la SVS, Ponce podría haber hecho un gesto al regulador y nombrar una lista renovada.

Ponce, junto a Büchi, Guzmán y Von Appen, fueron formulados por no haber informado en tiempo y forma de los US$ 11 millones que involucran a la compañía en boletas que no tendrían respaldo y que habrían sido para financiar a políticos.

A estos nombres se suma la candidatura independiente de Dieter Linneberg, quien en el marco del Caso Cascada fue un duro crítico del controlador de SQM.

Considerando que Pampa Calichera tiene mayoría para elegir al nuevo presidente de SQM y tomando en cuenta el estrecho lazo que éste mantiene con Hernán Büchi, se configura un escenario que deja a este último como el principal candidato para asumir la presidencia del directorio. Fuentes cercanas a la compañía sostuvieron, sin embargo, que su decisión dependerá de las eventuales presiones que pudiera haber sobre su figura.

Esto último, en virtud de los cargos que le formuló la SVS, lo que tiene a algunos accionistas minoritarios con la opinión de que “si bien es una buena señal la salida de Ponce, no es bueno para un gobierno corporativo que sus integrantes estén siendo acusados por la Superintendencia”.

A propósito de este punto, Carlos Pavez, titular de la SVS, fue consultado acerca del hecho de que hoy los directores formulados de SQM estén en condiciones de ser elegidos en ésta y otras empresas. En el marco de la cuenta anual de la entidad, efectuada el lunes, respondió: “La ley no establece ninguna incompatibilidad para que las personas que están sometidas a un proceso puedan ejercer como director (…). Pero también hay una responsabilidad de los accionistas en general, minoritarios y no minoritarios, para tomar sus decisiones informadas”.

Ante tal situación, Von Appen suena asimismo como posible carta para asumir la presidencia. “También fue formulado de cargos, pero el hecho de ser una persona que tiene su propio patrimonio, lo deja en una posición de mayor independencia”, afirman desde una AFP.

Los hombres de Potash

PCS optó por proponer nombres de su exclusiva confianza: Joanne Boyes, que trabaja desde 2004 en la firma canadiense y es responsable de las finanzas, contabilidad, tesorería y control internacional, además de participar del Comité de Auditoría de la compañía; Robert Kirkpatrick, quien es vicepresidente legal y secretario corporativo asistente de PCS, donde se desempeña desde 1994; y Arnfinn Prugger, vicepresidente técnico, con una trayectoria de más de 25 años en la empresa.

Los recién mencionados, reemplazan a Alejandro Montero, gerente general de BTG Pactual Chile, al abogado José María Eyzaguirre y a Wayne R. Brownlee.

En cuanto al octavo nominado, se trata de Edward Waitzer, ejecutivo propuesto por SailingStone para compartir el cupo como candidato independiente con Linneberg.

Estos son los ocho nombres de un directorio que justamente tiene ocho cupos, lo que supone que, en definitiva, sería la nueva mesa que tomará las riendas de SQM.

El mercado ronca más fuerte que la ciudadanía

Los casos Penta y SQM han impactado a sus principales ejecutivos, forzándolos a tomar decisiones difíciles respecto de sus empresas, un hecho que contrasta con el mundo político, donde hasta ahora nadie ha renunciado a nada ni ha dado un paso al costado.

La diferencia es que el mercado es implacable y el costo se mide en millones. En el caso de Penta, se trataba de la futura viabilidad del banco, la corredora y las aseguradoras. Para Ponce, fue el poder de los accionistas extranjeros y su amenaza de hacer caer las acciones de SQM sin importarles mucho las consecuencias.

La lista de nombres de la Nueva Mayoría y la Alianza envueltos en boletas presuntamente falsas, no hace más que robustecerse. Sin embargo, todos han mantenido sus cuotas de poder tanto en el Congreso como en La Moneda.

Ahora, en el mercado, fue el turno de Ponce, un hombre conocido por no dar nunca su brazo a torcer.

Es preciso recordar que por el Caso Cascadas fue multado en US$ 70 millones, pero hasta ahora el Ministerio Público no ha presentado cargos.

Por otra parte, el 1 de abril, el día en que El Mostrador Mercados publicó las vinculaciones entre SQM y La Moneda –tras conocerse las boletas por parte de Giorgio Martelli–, Ponce era uno de los asistentes a la final del Mundial de Polo, sin importarle la opinión de los cerca de seis mil presentes.

Es que nunca ha parecido importarle lo que dicen sobre él, así lo demostró en la batalla contra los minoritarios en el Caso Cascada, a pesar de que justamente –como dijo, en entrevista con La Segunda, el periodista Manuel Salazar, autor del libro Todo sobre Julio Ponce Lerou– la opinión pública constituye hoy su peor enemigo.

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