En su informe anual sobre Chile, dice que si se implementan bien, podrían “estimular la productividad y el crecimiento a largo plazo, pero el encarecimiento del capital y la complejidad del nuevo régimen impositivo probablemente tendrán un efecto negativo a corto plazo”.
El Fondo Monetario Internacional finalmente se pronunció en profundidad acerca de la reformas del Gobierno de Michelle Bachelet y su impacto en la economía.
En el informe anual sobre Chile, el FMI dijo que si bien el factor clave en la actual desaceleración económica ha sido el desplome de la inversión privada (principalmente como consecuencia del fin del boom de la minería), “la incertidumbre y los costos de ajuste asociados al programa de reforma estructural” han sido un elemento relevante en el enfriamiento de la economía.
Añadió que el principal riesgo al repunte del crecimiento es “la persistente debilidad de la confianza del sector privado y la inversión, en un contexto de incertidumbre sobre el programa de reforma estructural y el entorno externo”.
Pero el informe es claro en concluir que, a pesar del dolor a corto plazo que están causando, las reformas ofrecen beneficios a largo plazo para el crecimiento y la desigualdad.
“Si se implementan bien, estas reformas podrían estimular la productividad y el crecimiento a largo plazo, pero el encarecimiento del capital y la complejidad del nuevo régimen impositivo probablemente tendrán un efecto negativo en la actividad económica a corto plazo. Además, las reformas constitucionales y del mercado laboral anunciadas parecen haber acrecentado la incertidumbre del sector privado con respecto al entorno económico de Chile en el futuro”.
Bachelet ha dicho que mejorar la educación es clave para dar un impulso a la productividad y empujar a Chile a ser un país desarrollado.
El jefe de misión para Chile del fondo es citado en Bloomberg diciendo que Chile sufre de un “un capital humano de baja calidad”.
Rodrigo Valdés destacó que el FMI señaló que las reformas “tienen el potencial de mejorar la capacidad de crecimiento de la economía en el mediano plazo y mejorar la equidad”. Y reveló que el cálculo del organismo, apunta a un incremento del PIB potencial hacia 2020 en medio punto porcentual, aunque “por supuesto, estas reformas tienen que ser revisadas e implementadas”.
Estuvo de acuerdo con la recomendación de minimizar “los costos transitorios o de corto plazo de las reformas”, lo que –según manifestó– “está en línea con lo que el Ministerio ha estado haciendo y concordamos en lo grueso con esa idea”.
Acerca de la advertencia del FMI de tener cuidado por la complejidad de la Reforma Tributaria , Valdés explicó que “justamente, estamos en un proceso en el que decidiremos la próxima semana cuál es el mejor camino para hacer una simplificación”.
Donde discrepó fue con la recomendación del informe acerca de la necesidad de cautelar un funcionamiento eficiente del mercado del trabajo en el marco de la discusión de la Reforma Laboral. “En este ámbito se juega eficiencia, pero también temas de equidad y, por lo tanto, tenemos que tener un balance muy cuidadoso”, dijo el ministro.
Insistió en que toda reforma tiene que mirar la eficiencia del funcionamiento de la economía, pero dijo que «no es el único parámetro». Precisó que, en transformaciones en materia laboral, “no es solo la eficiencia lo que importa, (aunque) ciertamente hay que tenerla en mente”.
Esas fueron unas de las tantas conclusiones de la consulta del Artículo IV de 2015 que FMI hace todos los años con sus países miembros.
Economía sana
A pesar de esas advertencias, el informe dice que, pese al entorno externo menos favorable y a la baja del precio del cobre, “la economía chilena está fundamentalmente sana”.
El informe prevé que el crecimiento se acelerará “moderadamente al 2,5% en 2015, debido en gran parte al sólido apoyo de la política fiscal” y que la demanda interna privada se fortalezca en cierta medida en 2016, “gracias principalmente a condiciones monetarias muy expansivas y una recuperación gradual de confianza en las empresas que respaldan la inversión privada”. Para 2016 proyectan un crecimiento de 3,1%
El ministro Valdés dijo coincidir en general con la propuesta del informe del FMI de que es necesario que el Gobierno se apriete el cinturón y adopte una política fiscal menos expansiva y al mismo tiempo mantener una política monetaria acomodativa.
Este año el gasto fiscal aumentará en casi 10% y el deficit será de 3,2% del PIB, el doble del año pasado. Y por primera vez en cinco años Chile terminará el año con deuda neta.
