En su primera entrevista exclusiva luego de que anunciara la simplificación de la Reforma Tributaria, el ministro de Hacienda desestimó la idea del giro al centro y se refirió a la dupla Valdés-Burgos como un «mito urbano». Apuntó a que el equilibrio y la priorización en la reformas, tanto laboral como tributaria, es «porque tienen que trascender».
Luego del sonado anuncio de la simplificación de la Reforma Tributaria, el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés eligió el programa radial ‘Hablemos en off’, de Radio Duna, para dar una de las pocas exclusivas que ha brindado.
En el programa, que llega al corazón profundo de Sanhattan, el ministro explicó los alcances de la simplificación de la Reforma Tributaria, la importancia de equilibrar las reformas y se encargó de salir jugando sobre el cliché instalado acerca del vuelco del gobierno luego de su llegada, reforzando la idea de que se habla mucho de «realismo», pero poco de «sin renuncia».
En la entrevista, Valdés explicó que pese al impacto de su llegada luego de la salida de Alberto Arenas, su mandato es «hacer lo que pueda para que tengamos más crecimiento, y las cosas que se hagan, se hagan con un ojo en crecimiento».
«Alberto (Arenas) hizo una pega súper dificil el año que le tocó, además hizo un preparación previa y larga de este gobierno», agregó el ministro, que ahondó en el tema político.
«Se está generando un poco el mito urbano de ‘la dupla’ (Valdés-Burgos), y quiero decir que aquí hay un comité político. El gobierno funciona con la presidenta y bajo ella están los ministros, pero para el día a día, lo que es clave son los 4 ministros que conforman el comité político (Interior, Segpres, Segegob y Hacienda). Ese es el cuarteto que importa para que funcione», explicó.
Ante la consulta de si es el creador de la frase «realismo sin renuncia», el ministro respondió que «hay distintas maneras de poner esto, de nuestra hoja de ruta, porque cuesta encontrar una frase que equilibre. Debemos ser muy precisos en que tenemos una coalición diversa. Hay que generar consensos, hay que generar la sensación de pertenencia».
En ese sentido, el titular de Teatinos 120 señala que «nuestra sensación es que esto (las reformas) tienen que trascender y no son sólo 2 años y medio. Pero cuando uno dice ‘prioricemos’, se genera inmediatamente una tensión, porque se dice ‘qué es lo que no vamos a hacer'».
«Los países se construyen en mucho tiempo, no en 4 años. No podemos pretender que todo se hace y se termina en un periodo de gobierno», destacó.
Ante la consulta sobre la velocidad de las reformas, Valdés señaló que «estamos bastante de acuerdo todos (los ministros) en que tenemos que juntar restricciones económicas, restricciones de gestión y temas de legitimidad de la política, que requiere una atención particular», temas que serían claves a lo hora de haber sacado el pie del acelerador por parte del gobierno.
En ese sentido, Valdés señaló que «para que las cosas se hagan bien, no se puede hacer todo al mismo tiempo».
Es por eso que indica que que cuando se mira la hoja de ruta, no se trata sólo de un asunto económico, insistiendo en que el clima también influye
Ya en el debate tributario, y la simplificación de la reforma que el ministro presentó este lunes, Valdés salió al paso de las nuevas críticas y voces aún disconformes: «yo no escuché a nadie de las grandes empresas diciendo que iba a usar el sistema atribuido, todos iban a usar el semiintegrado».
En ese sentido, el ministro pidió seriedad, sobre todo a la oposición –»ellos fueron los que pidieron el sistema semiintegrado»–, explicando que el debate sobre los dos sistemas ya está zanjado.
Señaló además que «es malo que empiecen a confundirse las cosas, yo no voy a abrir la puerta a menores impuestos, no tratemos de pasar gato por liebre (…). Hoy la Pyme quedó con el mejor régimen y más conveniente que ha tenido en la historia».
«No vamos a cambiar ni la recaudación ni la progresividad. Las tasas no se tocan», añadiendo que «el cambio también se hace porque creo que había posibilidades de elusión fuertes con la mezcla», concluyó.
En cuanto a la Reforma Laboral, el ministro nuevamente fue enfático al señalar que es necesario encontrar equilibrios, pero dice que hay contextualizar primero, ya que como país «llevamos muchos años sin hacernos cargo de esto, y por lo tanto está más tensionado que lo demás, pero es tiempo ya de abordarlo».
