Credit Suisse, Citigroup y BTG venían recomendando comprar acciones locales a sus clientes en las últimas semanas. Decían que estaban baratas y que lo peor ya había pasado. Esa recomendación al parecer había hecho eco entre los inversionistas si uno juzga el stock de ventas cortas. Pero para los que por meses apostaban en contra del IPSA, el desplome de ayer fue una apuesta muy rentable.
O los inversionistas se están moviendo a contracorriente o el desplome bursátil generalizado de la jornada de ayer, definitivamente, no estaba en sus cálculos. Es que mientras los principales indicadores del mundo anotaron pérdidas, lastrando al IPSA en un negativo 2,8%, las ventas cortas anotaron el mínimo en seis años.
Según cifras de Bice Estudios, hasta el viernes pasado, el stock de posiciones para estas operaciones –que apuestan a una caída en una acción– se redujo hasta los $27.634 millones, cayendo en una semana un 11,4%.
Las caídas más relevantes se vieron en Cencosud, cuyo stock se redujo desde los $1.555 millones hasta los $455 millones, configurando un escenario muy distinto al de meses previos cuando precisamente este papel concentraba las mayores ventas cortas del mercado local. Asimismo, en CAP, Latam Airlines y CMPC se vieron reducciones.
Sólo Bci destacó entre los papeles que generan apetito por ventas cortas, pues su stock de posiciones creció desde los $1.087 millones hasta los $1.992 millones.
Citigroup y BTG venían recomendando comprar acciones locales a sus clientes en las últimas semanas. Decían que estaban baratas y que lo peor ya había pasado. Credit Suisse tiene a Chile como el único mercado en la región como «overweight».
Esa recomendación al parecer había hecho eco entre los inversionistas. Pero para los que por meses apostaban en contra del IPSA y que seguían fieles a su posición, el desplome de ayer fue una apuesta muy rentable.
