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Apertura en Bolsa de Hapag-Lloyd confirma que Vapores sigue siendo uno de los negocios más complicados del Grupo Luksic

Apertura en Bolsa de Hapag-Lloyd confirma que Vapores sigue siendo uno de los negocios más complicados del Grupo Luksic

Precio final de oferta fue de 20 euros por acción, muy por debajo de los 29 euros que tenía como techo en el plan inicial y luego de tres ajustes para atraer suficiente demanda del mercado. La operación igual recaudó los US$ 300 millones que tenía como meta. A junio 30 el valor libro de la empresa era de 33.6 euros por acción, lo que significa que su debut en Bolsa la valora a un tercio menos. La inversión del grupo en Vapores vale en el mercado menos de la mitad de lo que el holding ha invertido en la empresa para mantenerla a flote.


Ya es un hecho de la causa que sin la intervención del Grupo Luksic la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV) estaría quebrada.

Los Luksic entraron como socios estratégicos en 2011 y tomaron control de la naviera en 2012 para salvarla de una inminente quiebra. En tres años la familia pasó a tener control, soportaron pérdidas de casi US$ 2.000 millones y tuvieron que aportar más de mil 400 millones en aumentos de capital para que la naviera no quebrara.

El año pasado se sacaron el problema de encima, cuando firmaron un acuerdo vinculante de fusión con la alemana Hapag-Lloyd para crear la cuarta naviera más grande del mundo. Vapores es el mayor accionista y controla 34% de la propiedad. Abrirla en Bolsa era el plan final y ayudaría a recuperar parte de las millonarias inversiones.

Ayer, en una accidentada operación, finalmente Hapag-Lloyd cerró el negocio, levantando los US$ 300 millones que tenía como meta, pero tuvo que hacer sacrificios para que la operación cerrara con éxito.

El precio final de oferta fue de 20 euros por acción, muy por debajo el rango original de entre 23 y 29 euros que contemplaba el plan inicial, y luego de tres ajustes para atraer suficiente demanda del mercado.

Bloomberg informa que a 30 de junio el valor libro de la empresa era de 33.6 euros por acción, lo que significa que su debut en Bolsa la valora a un tercio menos. La inversión del grupo en Vapores vale en el mercado menos de la mitad de lo que el holding ha invertido en la empresa para mantenerla a flote.

De acuerdo a un comunicado de la naviera, en el marco de esta operación, se colocó un total de 15.212.978 acciones (incluido el 15% de los títulos reservados en caso de sobresuscripción).

La empresa destinará los fondos provenientes de la emisión de 13.228.677 nuevas acciones para invertir en buques y contenedores.

Tal como se había anunciado, y dando cumplimiento a lo acordado en el contrato, “los principales accionistas —Kühne Maritime (“Kühne”) y Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV)— suscribieron US$ 30 millones cada uno en el aumento de capital”.

Las 1.984.301 acciones para cubrir la sobresuscripción provienen de TUI, que tuvo que reducir el mundo que quería vender en forma dramática. Sumando eso, el volumen total de la colocación asciende a aproximadamente US$ 345 millones (cerca de EUR 304 millones).

Se espera que las acciones de Hapag-Lloyd comiencen a transarse en la Bolsa de Frankfurt y la Bolsa de Valores de Hamburgo el viernes 6 de noviembre.

Hace dos semanas Hapag-Lloyd tuvo que retrasar su debut bursátil, luego de la advertencia emitida por el grupo Maersk, que sostuvo que redujo en 15% sus expectativas de resultados del año 2015 debido a los bajos precios del flete de contenedores.

La débil demanda por las acciones de la naviera fue lo que obligó a los socios a bajar el precio de la oferta. Cuando recién saltaron al mercado los planes para abrirse en Bolsa, se especulaba que el valor de Hapag-Lloyd era cercano a los US$ 5.000 millones. Los controladores tuvieron que reducir el plan original de levanta US$ 500 millones en un 40%.

Hapag Lloyd entra a transarse en Bolsa en momentos en que el negocio naviero enfrenta una sobrepuerta de capacidad y precios por los suelos.

De acuerdo a un análisis de Manuel Cruzat, lo que demuestra la apertura en Bolsa de Haag-Lloyd es que los Luksic tarde o temprano tendrán que reconocer que el valor de su inversión está muy por debajo lo que ellos reflejan en los estados financieros del holding, Quiñenco, y bastante menos que lo que han invertido.

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