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Proyecciones de los mercados para 2016: las compañías petroleras y mineras esperan que lo peor ya haya pasado

Proyecciones de los mercados para 2016: las compañías petroleras y mineras esperan que lo peor ya haya pasado

El artículo del Financial Times señala que los bancos dudan que los precios alcanzaron su punto más bajo y dicen que no reflotarán pronto.


Después de uno de los peores años para las empresas petroleras y mineras, los inversionistas parece que ya no preguntan si hay oportunidades en los commodities debido al fin del superciclo.

La pregunta clave para 2016 es si la actual bruma que hay sobre el sector representa el estadio que antecede a una recuperación o simplemente es la “nueva normalidad”, caracterizada por años de sobreoferta y mercados débiles. En otras palabras, ¿los precios ya llegaron a su piso o se mantendrán bajos por un tiempo largo?, se pregunta un artículo del FT.

Los precios del petróleo lograron un promedio cercano a US$ 55 el barril en 2015, casi 50% menos que el año pasado, mientras que el cobre, carbón y hierro se han hundido a niveles que arrastraron a la baja las acciones de las compañías a niveles récord.

Las compañías mineras como Glencore argumentan que los metales tales como cobre y níquel han sido injustamente tratados por el colapso del precio del petróleo y los especuladores que intentan encontrar vías para apostar en contra de China.

La demanda física en Asia se mantiene robusta y creciendo, mientras que la provisión de minerales se muestra vulnerable a la caída de precios, donde varios proyectos quedaron bajo los costos de producción.

Al otro lado se encuentran influyentes bancos como Goldman Sachs y un grupo agresivo de hedge funds que operan en China, los cuales ponen sus fichas a que los precios seguirán cayendo. Mientras la economía china se desacelera, billones de dólares de inversiones en proyectos de energía y minería se ponen bajo presión debido a la caída de los precios. Ellos dicen que los precios incluso podrían caer más y se mantendrán a estos niveles hasta que haya nuevos ajustes en la oferta y se balancee el mercado.

No es sorprendente que los inversionistas se hayan desilusionado de los commodities después de cuatro años de retornos extraordinarios. A fines de agosto, los activos de commodities bajo administración llegaban a US$ 242 billones, de acuerdo a Barclays, el nivel más bajo en seis años. A inicios de año se registraba un total de US$ 259 billones. El retorno total del índice S&P GSCI ha descendido 26,3% este año, siendo el quinto peor desempeño anotado.

Petróleo

Encontrar algún inversionista optimista respecto al mercado del petróleo es difícil. La política saudita en la OPEP de abrir el flujo para presionar a los productores de alto costo ya lleva un año y pocos esperan que el cartel cambie su curso cuando se reúnan en Viena este viernes.

Inventarios en los países desarrollados han llegado a los 3 billones de barriles, lo que no tiene precedentes, de acuerdo a la Agencia de Energía Internacional, y a inicios del próximo año necesitará absorber las exportaciones provenientes de Irán, debido a que las sanciones en contra del país se levantaron.

Pero el plan de Arabia saudita está mirando hacia el largo plazo y es probable que en 2016 comience a dar frutos. Con precios que están a la mitad de lo que se promedió entre 2010 y 2014, la industria estadounidense del shale ha disminuido el número de pozos que están explorando.

Hacia el segundo semestre de 2016, muchos analistas ven que el mercado podría apretarse. Aunque no se esperan precios en torno a los US$ 100 el barril, sí habrá un alza que permita sustentar una inversión para las producciones futuras. A Arabia Saudita probablemente le gustaría un precio en torno a US$ 60 u US$ 80 el barril.

Los metales industriales

Es el sector de commodities el que está más ligado al destino de China. Por eso, las visiones sobre lo que ocurrirá con los precios del cobre, níquel y zinc son muy divergentes.

Goldman Sachs ha proyectado que el precio se comercializará en torno a US$ 4.500 la tonelada a fines del próximo año, habiendo llegado a su punto más bajo en seis años cuando anotó los US$ 4.481 el mes pasado.

La desaceleración de la economía china, que importa el 45% del metal rojo, está en parte detrás del diagnóstico del banco. El metal también ha estado bajo presión por la agresividad de ciertos fondos que invierten en Asia y que encuentran que la mejor forma de apostar contra China es a través de este mineral.

Sin embargo, Glencore y otras compañías mineras argumentan que las ventas a China continúan fuertes y creciendo.

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