El subsecretario Alejandro Micco anunció que la iniciativa que se enviará esta semana incluye un ajuste al mecanismo de fiscalización que hasta ahora había ideado el SII. Dentro de las compensaciones que se negociaron durante la discusión del Protocolo de Entendimiento entre la derecha y el Gobierno se acordó que cada cajetilla o envoltorio que contenga tabaco debe ir con un sello, timbre o marca que permita su fiscalización por vía electrónica.
Casi pasó sin pena ni gloria durante la discusión de la Reforma Tributaria. Sin embargo, dentro de las compensaciones que se negociaron durante la discusión del Protocolo de Entendimiento entre la derecha y el Gobierno se encontraba el incorporar un programa de trazabilidad destinado a controlar la aplicación de los impuestos específicos, concretamente a los cigarrillos.
Y así quedó establecido en la Reforma Tributaria, que señala que cada cajetilla o envoltorio que contenga tabaco debe ir con un sello, timbre o marca que permita su fiscalización por vía electrónica.
Si bien la maquinaria del SII se había echado a andar para licitar el sistema en su totalidad –las bases se encuentran en Contraloría–, a juzgar por las palabras este lunes 7 del subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, a Radio Cooperativa, se estudia la posibilidad de que el Servicio no licite todo el sistema, sino que opte por combinar la factura electrónica con un sello. “Se pueden mezclar las tecnologías y está dentro de los ajustes a la Reforma Tributaria que estamos viendo”, dijo. Al tiempo que indicó que esta idea “salió a último minuto” y, por eso, las bases de la licitación están en Contraloría.
Los rumores de lobby por parte de la tabacalera, que supuestamente se opondría a este sistema de trazabilidad como lo venía diseñando el SII, circulaban hace días. Tanto así que la periodista Cecilia Rovaretti le preguntó expresamente a Micco, quien rechazó la idea de plano, argumentando que las empresas de tabaco formales son las más interesadas en que se ponga en práctica este sistema porque disminuye el contrabando.
Una respuesta en el mismo sentido había dado la British American Tobacco Chile (BAT Chile) a El Mostrador Mercados la semana pasada, al indicar que este mecanismo “genera un instrumento útil para enfrentar el comercio ilícito de productos de tabaco” y que “de acuerdo a la información disponible a la fecha, no hemos detectado ninguna desventaja”.
Los timbres fiscales cada vez más usados
De acuerdo a un artículo de la Revista de Administración Tributaria, publicado en agosto de este año, cada vez se utilizan más los timbres fiscales para el tabaco y el alcohol con el fin de reducir el comercio ilícito y la evasión tributaria, ya que permiten identificar y autentificar el producto.
En 1990, se estimó que se emitieron 47.000 millones de timbres para cigarrillos en el mundo. A fines de 2005, esta cifra había crecido a 127 mil millones y para este año se esperaba llegar a los 135 mil millones.
La misma publicación del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT) señala que América Latina y el Caribe representan casi el 14% de los timbres de licores del mundo y el 7% de cigarrillos. “Al menos 12 países utilizan timbres fiscales –para tabaco, alcohol o para ambos–», lo que significa que la mayoría no los utiliza. Entre estos, Chile.
Sin embargo, en la medida que los impuestos aplicados a los cigarrillos encarecen el valor de la cajetilla, aumenta el incentivo para que se comercialicen de manera ilegal a un precio más bajo. De hecho, las cajetillas que se venden en Argentina son 6 veces más baratas que las que se comercializan en Chile, graficó Micco.
En un estudio que realizó Michel Jorratt para la CIAT, con datos de 2011, el ex director del SII estimó que la tasa de evasión en los cigarrillos llegaba a 17,3%, lo que implicaba una pérdida fiscal total de US$ 527 millones.
Por eso, la Reforma Tributaria, que subió el impuesto específico de los cigarrillos, introdujo también esta nueva forma de fiscalización y su puesta en marcha comenzó a paso firme.
En octubre de 2014 se dictó la circular que instruía sobre los cambios en el impuesto al tabaco. Se realizaron dos consultas públicas al mercado (RFI) a través del portal Mercado Público, con el objeto de apoyar la elaboración de las bases de licitación y chequear las capacidades que existen en el mercado. La primera se efectuó entre enero y marzo, y la segunda, en junio de este año.
En marzo de 2015, se tomó razón del Reglamento del Sistema de Trazabilidad Fiscal. Dos meses después se publicó la circular relativa a las formas de pago del sistema de trazabilidad por parte de los contribuyentes. En junio se emitió otra circular donde se instruía la implementación del sistema de trazabilidad. Luego se elaboraron las bases para una licitación internacional, las que como ya se dijo se encuentran en la etapa de toma de razón ante la Contraloría, según informó el subsecretario Micco.
¿Qué dice el reglamento? Establece el Sistema de Trazabilidad Fiscal al Tabaco que, dentro de la jerga, se conocerá por las siglas SITRAF (TAB) y quedó definido como una plataforma integral que contendrá información respecto a la producción, fabricación, importación, elaboración, envasado, distribución, comercialización y aspectos de interés tributario, de bienes afectos al impuesto específico al tabaco.
Esto se logra a través de la colocación de estos sellos o timbres en cada producto que se procese en las líneas de producción y en su activación cuando sale para su comercialización. Los costos de la implementación son de cargo fiscal.
Este sistema debería ser implementado por el proveedor de cada empresa de tabaco, que deberá dar cuenta de la información recabada al SII. En caso de que se trate de una importación, deberá enviarle los sellos correspondientes a su proveedores para que ingrese a Chile con el sello ya puesto.
Los tipos de comercio ilícitos
Hay al menos cuatro tipos de comercio ilícitos, según la CIAT. Están los productos legales distribuidos localmente, donde el fabricante de manera deliberada produce un volumen excesivo que comercia en parte sin pagar impuestos. Este comportamiento puede desincentivarse a través del uso de timbres fiscales en las líneas de producción y por la fiscalización en los mostradores de venta que podrá distinguir los productos que pagaron impuestos de los que no lo hicieron.
Otra modalidad es la que se llama “retorno de exportación”, donde productos que se fabrican en una jurisdicción, son exportados a un territorio vecino para evitar impuestos internos y, posteriormente, pasados nuevamente por contrabando a la jurisdicción original y vendidos a un precio menor.
Según la CIAT, los “mecanismos de seguimiento y rastreo pueden de forma confiable revelar las prácticas de exportación del fabricante a quien se le está enviando el producto”.
También se da la distribución de productos de tabaco ilegales –que pueden ser falsos o fabricados por una empresa sin licencia– que se distribuyen en distintos países.
Por último, están los productos de tabaco ilegales –elaborados sin un registro o licencia– que se distribuyen dentro de una jurisdicción. Aquí se supone que el fabricante evita la responsabilidad de obtener una licencia.
En compás de espera
Aunque aparentemente hay consenso sobre las ventajas de implementar el sistema, el Ministerio de Hacienda estaría por una solución intermedia, la que incorporaría dentro de las indicaciones que se darán a conocer para simplificar la Reforma Tributaria, de acuerdo a lo señalado por Alejandro Micco.
“Vamos a hacer un ajuste con el objeto de hacerlo más simple para que lo pueda hacer el SII, unido a la implementación de la factura electrónica. Se puede pedir que en la factura vaya indicado cuántas cajetillas de cigarrillos se compraron y de qué número a que número de cajetilla. Con esa información se puede ir al negocio respectivo, solicitar ver las cajetillas y chequear si estas corresponden a la numeración adquirida o no. Si no corresponden, significa que hay algo raro”, explicó el subsecretario, quien también especificó que se licitará “una parte de la tecnología, pero no la totalidad del sistema”.
Por el momento, no hay más claridad sobre lo que se pretende realizar y habrá que esperar a que el Gobierno envíe su proyecto de simplificación, lo que debería suceder en los próximos días.