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Diversidad e Inclusión en la Empresa Columna de opinión

Diversidad e Inclusión en la Empresa

Cristián Pizarro
Por : Cristián Pizarro Gerente de Comunicaciones, AACC
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Actualmente, el énfasis está puesto en las individualidades, en tanto cada persona se valora por lo que es y por lo que puede aportar. Lo importante para las empresas es entender que la diversidad constituye un activo dentro de la organización, y que la “no discriminación” se manifiesta como un imperativo para hacer efectiva la inclusión.


Durante los últimos años, nuestro país y el mundo, han sido objeto de grandes cambios culturales y de participación social. La población está envejeciendo debido a un alza en las expectativas de vida y a la baja natalidad, las mujeres han asumido un rol protagónico en el sector productivo, los flujos migratorios han aumentado considerablemente, y las personas de la diversidad piden cada día con más fuerza ser consideradas en la sociedad y el mundo laboral.

Frente a este escenario, las organizaciones están llamadas a actuar de acuerdo al contexto sociocultural de un país cambiante, buscando la mejor forma de adaptarse a este entorno, incorporando en su negocio el desarrollo sostenible, vale decir, integrando en su cadena de valor los impactos sociales, ambientales, económicos, y obviamente, las relaciones con sus diversos grupos de interés.

En este entorno laboral es donde emerge el concepto de diversidad, el cual se ha convertido tanto en un desafío para las organizaciones, como en una fuente de oportunidades y crecimiento. La correcta gestión de la inclusión ofrece a las instituciones la posibilidad de atraer y mantener grandes y diversos talentos, además de mejorar la calidad de los productos y servicios que ofrece, al recoger mejor las características y preferencias de sus beneficiarios y clientes, también diversos.

Actualmente, el énfasis está puesto en las individualidades, en tanto cada persona se valora por lo que es y por lo que puede aportar. Lo importante para las empresas es entender que la diversidad constituye un activo dentro de la organización, y que la “no discriminación”, se manifiesta como un imperativo para hacer efectiva la inclusión.

Por esta razón, la elaboración de documentos que establezcan claramente la postura de la empresa en lo que a diversidad e inclusión se refiere, permitirá instaurar prácticas claras respecto a la relación o vínculo con personas en situación de discapacidad y con otros grupos de especial protección.

En este contexto, es sumamente importante considerar los principios inspiradores y rectores, tanto a nivel nacional como internacional, en temas de diversidad e inclusión. Del mismo modo, revisar los conceptos que inspiran estas temáticas, para así generar igualdad de oportunidades en todas las personas y accesibilidad universal a todos los grupos de alcance.

El objetivo final de todo este esfuerzo, debe dar como resultado que en un futuro cercano las organizaciones se sientan motivadas a incorporar trabajadores sin importar su género, etnia, edad, situación de discapacidad y condición sexual, entre otras características, y que las instituciones entiendan y sean capaces de cumplir las necesidades de las personas según su individualidad. Solo así estaremos haciendo realidad el compromiso con la sostenibilidad.

Entendemos que las empresas son, por sobre todo, comunidades de personas. Y, por lo tanto, estas –las comunidades de personas– y no los procesos, ni la tecnología y ni siquiera las utilidades, constituyen el fin último de aquellas. Si las empresas no sirven a las personas, a las familias, y en definitiva a la sociedad, no sirven para nada y dejan de ser sostenibles y auténticos vehículos de perfección humana.

Cristián Pizarro Allard
Gerente de Asuntos Corporativos
Caja Los Andes

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