Publicidad
Mohamed A. El-Erian: los siguientes son seis sucesos importantes para evaluar y monitorear en las próximas semanas

Mohamed A. El-Erian: los siguientes son seis sucesos importantes para evaluar y monitorear en las próximas semanas


La semana pasada, The Wall Street Journal informó que otro veterano y respetado inversor estaba intentando tratar de anunciar el fin de unos mercados financieros cada día más raros. George Soros empezó a hacer operaciones de nuevo y a posicionarse para lo que espera que sea una merma importante en los mercados de riesgo, que él considera muy sobrevaluados.

Sin embargo, para que sus apuestas sean rentables, será muy importante el momento elegido. Y acertar ese momento viene siendo particularmente difícil en mercados tan influenciados por las palabras y los actos de los bancos centrales.

La semana pasada, se confirmó de nuevo que hoy en día lo improbable y lo impensable pueden volverse realidad rápidamente en los mercados financieros. Las tasas de interés siguieron cayendo en todo el mundo, en tanto el bono alemán con vencimiento en diez años cerró a sólo milímetros de tasas negativas y la tasa promedio de las acciones de deuda del Gobierno quedaron bajo cero por primera vez. En Japón, la tasa nominal para el bono del Gobierno con vencimiento en quince años se sumó a su contraparte con vencimiento en diez en la zona negativa.

La caída en cascada de los rendimientos amplificó el carácter implacable del reciente achatamiento de las curvas de rendimientos, lo que suele ser señal de una recesión inminente, según las experiencias históricas (aunque en ocasiones anteriores, sin el grado de involucramiento de los bancos centrales que viene caracterizando este período). Sin embargo, a pesar de las liquidaciones del viernes, algunos mercados accionarios, entre ellos los de Estados Unidos, rondaron récords históricos y el petróleo tuvo una semana relativamente sólida.

Estas anomalías —y muchas otras ocurridas antes— han alimentado el temor a que haya problemas en el futuro. Pero las advertencias anteriores han tendido a caer en saco roto, lo que es entendible. Una estrategia ganadora en estos últimos años viene siendo apostar a la capacidad y la voluntad de los bancos centrales para intervenir en repetidas ocasiones para reprimir la volatilidad financiera e impulsar los precios de los activos, muchas veces a niveles muy superiores a los justificados por los fundamentos económicos y corporativos.

La mayoría está de acuerdo en que la capacidad de los bancos centrales de desacoplar los precios de los activos de los fundamentos tiene un límite. También hay un consenso general en que de no haber alguna mejora en la capacidad del sistema político para promulgar políticas integrales que reduzcan la dependencia excesiva de los bancos centrales para crecer, será difícil validar los precios actuales de los activos e impulsarlos de modo sustentable.

Pero esta situación no es suficiente para garantizar que las apuestas contra las tasaciones actuales de los mercados bursátiles de todo el mundo serán muy rentables. El momento elegido es importante, en particular en lo que atañe a la identificación de sucesos que podrían funcionar como catalizadores de una corrección.

Entonces, partiendo de la premisa de que tanto un desplazamiento de la política económica como un accidente del mercado podrían cumplir esa función transformadora, los siguientes son seis sucesos importantes para evaluar y monitorear en las próximas semanas.

1. Que el Reino Unido vote a favor de abandonar la Unión Europea en el referéndum del 23 de junio, lo cual podría tener un impacto perturbador sobre los mercados, especialmente si tras ese resultado no llega rápidamente una alternativa institucional creíble, como un acuerdo de asociación de libre comercio, que mantuviese el acceso a los mercados europeos.

2. Un retroceso importante de China mientras trata de implementar políticas fiscales para equilibrar entre el apoyo de liquidez a la economía y la gestión ordenada de un boom del crédito, lo cual elevaría por las nubes el endeudamiento interno de las empresas y los excesos en los mercados accionarios.

3. Indicios de que el tono aislacionista de las primarias presidenciales de Estados Unidos es más que mera retórica y posturas y señala un cambio decisivo tras décadas de liderazgo estadounidense de la globalización económica y financiera.

4. Grandes movimientos en los tipos de cambio que, al reflejar divergencias más amplias en las múltiples velocidades de las condiciones económicas y de política económica, diseminen la volatilidad al conjunto de los mercados financieros.

5. El resurgimiento del miedo a los bancos europeos que se atrasaron en la recaudación de capital y el fortalecimiento de tácticas operativas internas y aún no dejaron atrás el legado de un período donde asumieron demasiados riesgos.

6. Una mayor aversión a los riesgos entre los participantes del mercado que —al actuar por confiar en que los bancos centrales están preparados para intervenir constantemente para garantizar la estabilidad— ahora han enfrentado las importantes disparidades entre vencimientos, activos y pasivos, referencias o monedas en su búsqueda de retornos más elevados. Además, esto está dándose en mercados que han sido propensos a sufrir brotes periódicos de iliquidez relativa.

Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o la de Bloomberg LP y sus dueños.

Publicidad

Tendencias