Gasto se ralentizó a 1,7% en junio
Informe del equipo de estudios del banco señala que el ritmo de ejecución de la inversión pública es «algo mejor a la observada el 2015, aunque persiste un rezago significativo en Salud». Detalla que recaudación, tanto de IVA como de la Minería, continúan golpeadas por el bajo dinamismo de la demanda interna y el bajo precio del cobre. Aseguran que el déficit fiscal está financiado para este año.
La inversión pública sería clave en la segunda parte del año, tras desacelerarse en junio.
Eso es a lo que apunta el Departamento de Estudios del BBVA.
Un informe publicado ayer para sus clientes detalló que el gasto público se ralentizó en junio, creciendo solo 1,7% real. Esto anticiparía una expansión en torno a 4,6% en el segundo semestre de este año, para cumplir con las metas de Hacienda. Esa cifra «apoyaría en algo más la demanda interna respecto a la primera parte del año y llevaría sin dificultad a la expansión presupuestada de 4,2% del gasto fiscal este año».
Pese a esto, destacan que el ritmo de ejecución de la inversión pública se percibe «algo mejor a la observada el 2015, aunque persiste un rezago significativo en Salud».
En cuanto al déficit fiscal, que se concentrará en el segundo semestre, «está financiado, aunque muy probablemente requerirá continuar con liquidación de dólares de Otros Activos del Tesoro y las licitaciones de deuda soberana».
Respecto a las cifras de empleo con apoyo fiscal, indican que hay retrocesos al segundo trimestre. «Observamos una reducción de 2.591 cupos en los Programas de empleo de Coyuntura Económica, donde las principales regiones afectadas son las que muestran las mayores tasas de desempleo a nivel nacional, según las cifras publicadas por el INE».
En su análisis, destacan asimismo que la recaudación, tanto de IVA como la proveniente de Minería, continúan golpeadas por el bajo dinamismo de la demanda interna y el bajo precio del cobre.
