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Cuatro años de vivir en peligro: CEOs se preparan para era Trump

Cuatro años de vivir en peligro: CEOs se preparan para era Trump

El desafío es prever qué hará Trump una vez que asuma. ¿Tomará enérgicas medidas en materia de inmigración, asestando un golpe a los mercados laborales de los restaurantes, el sector minorista y la construcción? ¿Subirá los aranceles a los productos de fabricación extranjera y abandonará los acuerdos comerciales, lo que podría castigar a compañías como Apple Inc. y Nike Inc.? ¿Presionará para que se rebajen las tasas de los impuestos y flexibilizará la regulación, medidas que suelen gustar a las empresas?


Como presidente electo, Donald Trump tiene una postura pro empresas y es partidario de rebajar los impuestos a las compañías. Y también muestra rechazo por el libre comercio y las grandes empresas.

Esta es una combinación desconcertante para los máximos responsables ejecutivos que tratan de dilucidar si Trump en la Casa Blanca será una bendición o un mal augurio. Planear el futuro no es tarea fácil cuando el próximo comandante en jefe es una persona de gatillo fácil en Twitter que propone políticas que podrían a la vez beneficiar y perjudicar a las compañías estadounidenses. Muchos declararon en entrevistas que eran cautelosamente optimistas… y que estaban algo nerviosos.

“Tengo mucha confianza con la llegada del nuevo gobierno”, dijo Manny Chirico, máximo responsable del coloso de la industria de vestuario PVH Corp., en Bloomberg Television. Acto seguido agregó: “Uno tiene que estar preocupado por algunos de los comentarios y el discurso sobre el comercio”.

El desafío es prever qué hará Trump una vez que asuma. ¿Tomará enérgicas medidas en materia de inmigración, asestando un golpe a los mercados laborales de los restaurantes, el sector minorista y la construcción? ¿Subirá los aranceles a los productos de fabricación extranjera y abandonará los acuerdos comerciales, lo que podría castigar a compañías como Apple Inc. y Nike Inc.? ¿Presionará para que se rebajen las tasas de los impuestos y flexibilizará la regulación, medidas que suelen gustar a las empresas?

“No creo que nadie tenga idea de qué debe esperar”, señaló David Yermack, profesor de la Escuela de Administración de Empresas Stern de la Universidad de Nueva York. “Las compañías tienen que hacer conjeturas informadas sobre lo que podría pasar y cuándo, pero hay una enorme incertidumbre”.

La preparación para los cuatro años de Trump ha sumado otro punto a la estrategia de relaciones públicas y la evaluación del riesgo reputacional. En Weber Shanwick, Liz Cohen, vicepresidenta ejecutiva de comunicaciones financieras, dijo estar aconsejando a los clientes llevar a cabo análisis de vulnerabilidad tal como lo harían en el caso de inversores activistas sin pelos en la lengua. “Evidentemente, en este entorno, es importante que las compañías estudien qué parte de su negocio podría ser criticada”.

Volatilidad presidencial

Con 17,3 millones de seguidores, el poder de los comentarios de Trump en Twitter es grande. Él lo usa para hostigar a las compañías tal como lo hizo con Hillary Clinton y sus rivales en las primarias republicanas. El máximo responsable de una empresa puede ser lanzado al ciclo de las noticias sin previo aviso.

“Eso es un poco inquietante”, dijo Gary Kelly de Southwest Airlines Co. “Hay algo de volatilidad. No sabemos de dónde van a venir los latigazos”.

Lockheed Martin Corp. fue uno de los blancos recientes. La empresa fue criticada por lo que el presidente electo consideró costos fuera de control para el caza F-35. La consecuencia inmediata fue dolorosa: el tuit hizo que la acción cayera 2,5 por ciento y eliminara casi US$2.000 millones de valor de mercado. De hecho, la queja de Trump respecto de Lockheed provocó bajas en otros contratistas de defensa, que habían tenido alzas por la expectativa de que su gobierno elevaría el gasto de defensa, considerando que durante la campaña había dicho que quería aumentar el número de efectivos, buques y aviones de guerra de los Estados Unidos.

Cualquiera sea la industria, “muchos piensan: ‘Ay dios, no quiero que tuitee sobre mí y mi compañía’”, dijo Ken Lowe, CEO de Scripps Networks Interactive Inc., que es propietaria de sitios web y canales de televisión por cable sobre estilo de vida. Y no hay forma de adivinar a quién atacará Trump después. “Muchos también pensamos: ‘Eso fue hoy. ¿Qué hará mañana?’”.

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