La farmacia, controlada por capitales mexicanos, presentó ante el Tribunal de Libre Competencia un estudio donde demostraría que el operador de tarjetas sostiene una diferencia tarifaria «arbitraria» contra farmacias y supermercados en el país, y no existirían argumentos para sostener dichos cobros.
Cruz Verde hace notar su descontento por el monopolio de Transbank en el país.
Según informó diario Pulso esta mañana, un estudio encargado por la farmacia concluyó que la diferencia tarifaria que efectúa el operador de tarjetas a supermercados y farmacias es arbitraria y no existen argumentos razonables para que se mantenga.
La farmacia, controlada por la mexicana Femsa, presentó este estudio elaborado por el académico de la Universidad Católica, Joaquín Poblete, al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC).
En el informe se detallaría que las tasas de descuento que aplica Transbank a farmacias en Chile no es justificado y que las tasas de cobro aplicadas son las más altas en el mundo, luego de comprar el caso nacional con 317 mercados, con marcadas diferencias entre los cobros hechos al retail y a las farmacias por el uso de tarjetas de crédito o débito.
«Estas diferencias resultan hoy arbitrarias, y en casos en que empresas que son consideradas de distintos rubros compiten en venta de los mismos productos (por ejemplo farmacias y minimarkets o supermercados compiten en una gran cantidad de productos) atentan contra la sana competencia”, sentencia el estudio.
Añade que “dada la baja tasa de fraude, es imposible que estos costos expliquen la diferencia en la comisión que pagan farmacias y supermercados”, lo que explicaría mayores costos por seguridad, pero agrega que “para que el fraude explicara diferencias de comisiones entre farmacias y supermercados -de hasta un punto porcentual como las que observamos-, el fraude en farmacias debiese ser 2000 veces el fraude en supermercados. Esta cifra parece altamente improbable”.
Desde la otra vereda, y como señala la publicación de Pulso, la defensa de Transbank en el proceso en el TDLC cuestionó la consulta ingresada por Cruz Verde y defendió el modelo de cobros y las diferencias aplicadas a farmacias y supermercados.
La empresa solicitó al TDLC rechazar la supuesta “discriminación arbitraria de precios” que denunciara Cruz Verde, señalando que “no aportó antecedentes suficientes para configurar, razonablemente, la existencia de una desventaja competitiva”.
