Destaca su propuesta de impulsar sólo proyectos «económicamente viables»
El influyente medio estadounidense destaca que el ascenso de la precandidata presidencial «se produce en medio de una crisis de confianza en Chile». Y agrega que mientras Piñera promete más libre mercado, Guiller consolidar las recientes reformas educativas, laborales y fiscales «el Frente Amplio busca impulsar cambios más radicales».
Beatriz Sánchez, la candidata presidencial que se catapultó de la nada al tercer puesto prometiendo destruir los últimos vestigios del modelo económico neoliberal de Chile, quiere que una cosa quede “muy, pero muy clara”: su coalición sólo propondrá proyectos económicamente viables.
“Hay muchas fantasías y caricaturas sobre nosotros”, dijo Sánchez en entrevista la semana pasada. “No queremos pasarle una aplanadora a todo, cambiarlo todo o refundar el país. Muchas políticas públicas continuarán”.
Es más Bernie Sanders que Hugo Chávez, de acuerdo a Bloomberg.
Propone reducir o eliminar el papel del sector privado en la educación, la salud, las pensiones y la vivienda, mientras que se alentará a la industria a invertir más en investigación y desarrollo y a fabricar productos de mayor valor agregado en Chile.
Apuntan a que lo que se consideraría común en Francia o Alemania es revolucionario en Chile, que se vivió al amparo de 30 años de crecimiento tras las reformas inspiradas en los “Chicago Boys” del exdictador Augusto Pinochet.
Para Sánchez y la coalición del Frente Amplio que espera representar, ese crecimiento se produjo a costa de desigualdad y servicios sociales deficientes. Ella aprovechó la ira de miles de chilenos que salieron a las calles estos últimos años para exigir educación gratuita, mejores pensiones y atención médica y la protección del medioambiente.
“Una buena parte del Frente Amplio tiene sus orígenes en las protestas callejeras”, dijo Sánchez. “Eso me enorgullece. Hay que escuchar lo que le está sucediendo a la gente y los políticos de hoy no están escuchando”.
El apoyo a Sánchez subió a 11 por ciento en la encuesta más reciente de GfK-Adimark, con lo cual queda detrás del multimillonario expresidente Sebastián Piñera y de Alejandro Guillier, el principal candidato de la coalición gobernante. El Frente Amplio escogerá a su candidato a presidente el 2 de julio y las elecciones nacionales se celebrarán el 19 de noviembre. Si ningún candidato obtiene más del 50 por ciento de los votos, habrá una segunda vuelta el 17 de diciembre.
El ascenso de Sánchez se produce en medio de una crisis de confianza en Chile mientras el país atraviesa su cuarto año consecutivo de crecimiento lento tras superar el umbral de país desarrollado. Hoy los políticos compiten por encontrar una solución a la desaceleración. Piñera promete más libre mercado; Guiller, consolidar las recientes reformas educativas, laborales y fiscales; y el Frente Amplio busca impulsar cambios más radicales.
La coalición anunciará un conjunto de propuestas en agosto, dijo Sánchez. Pero ya se están discutiendo algunas ideas. Una es un sistema catalogado de regalías según el cual cuanto más valor agregue una empresa a un producto, menos impuestos pagará. Las mineras que exportan concentrado de cobre pagarían más que las empresas que lo transforman en cables de cobre.
El Frente Amplio también quiere abolir los fondos de pensiones privadas, frenar a los proveedores de atención médica privados y garantizar la educación superior gratuita para todos.
Muchos temen que propuestas tan radicales puedan espantar la inversión y empujar una economía lenta a una recesión. Por algo el actual gobierno de la presidenta Michelle Bachelet negoció con la oposición derechista: para contar con los inversores.
Pero para Sánchez, es un programa que debería atraer a muchos chilenos desilusionados por los partidos tradicionales.
“Hay un porcentaje importante de gente, un 20 por ciento, que busca una alternativa a lo que proponen las otras coaliciones”, dijo.
Ante la pregunta de si apoyaría al candidato de la coalición oficialista en un balotaje entre este y Piñera en diciembre, Sánchez hace una pausa, sonríe y dice: “Hoy estamos trabajando para meternos en la segunda vuelta”.
