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Las extraordinarias utilidades del negocio de seguros previsionales

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Ad portas de su tercera licitación, este seguro ha permitido obtener ganancias por al menos US$300 millones en dos años y medio. La Cámara Chilena de la Construcción, BBVA y Rigel son los principales actores. Analistas estiman que las cifras atraerán nuevos actores a la industria y esta se hará más competitiva.

Cuesta encontrar en Chile negocios tan rentables como  ha sido hasta ahora el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS). Este producto, que hasta junio de 2009 pagaban todos los afiliados al sistema de AFP, y que desde entonces -y en forma definitiva a partir de julio de 2011- se ha transformado en un costo exclusivo de los empleadores, está dejando enormes ganancias a las compañías que han participado en las dos licitaciones realizadas en 2009 y 2010.

El SIS otorga cobertura a quienes pierden su capacidad para trabajar y generarse ingresos (invalidez), a niños que quedan huérfanos y a viudos/as (sobrevivencia).  La reforma previsional, aprobada en 2008 en el gobierno de Michelle Bachelet, permitió, además de liberar de este costo a los trabajadores (elevando entre 1% y 2% su sueldo líquido), aumentar los beneficios a los afiliados al sistema y licitarlo en forma pública entre las aseguradoras, buscando con ello reducir su costo.

En mayo de 2009 las aseguradoras compitieron por primera vez (para el periodo de julio de 2009 a junio de 2010), presentándose 10 oferentes. Ganaron Interamericana (ex AIG, hoy de la estadounidense Metlife), Ohio, Chilena Consolidada  (de la suiza Zurich) y BBVA (de la española del mismo nombre).

Un año después volvieron a competir, esta vez por dos años (hasta junio de 2012), recibiéndose 12 ofertas. En esa ocasión triunfaron Banchile con Euroamérica, Cruz de Sur con Security, Ohio, Interamericana, todas con una de las once fracciones licitadas, además de BBVA y Cámara, ambas con dos y cuatro paquetes, respectivamente. También irrumpió Valora, la firma de Felipe del Río, que luego pasaría a llamarse Rígel, con una fracción.

La comisión promedio de la primera licitación fue de 1,87% del sueldo bruto, cifra muy por sobre lo que se estimaba se pagaba hasta 2009. En el segundo proceso el promedio bajó a 1,49% .

En la industria señalaban entonces que el desconocimiento del nivel de siniestralidad que tendría este seguro hizo que las empresas ofertaran más caro al comienzo y bajaran con fuerza en la segunda licitación.

Con todo, el negocio ha sido más que positivo. Según el cálculo de una empresa que analiza a este mercado, las compañías que participan en este negocio obtuvieron al  menos $ 150 mil millones de ganancias (unos US$ 300 millones) desde junio de 2009. A este resultado ayuda que no hay gastos en fuerza de ventas (los clientes se adjudican por licitación) y que la gestión del seguro se prorratea y se paga a una entidad creada por la Asociación de Aseguradores de Chile (AACH).

Los mejores ejemplos de las utilidades que logran las aseguradoras son Cámara, Rígel y BBVA. La primera -perteneciente al gremio de los constructores, que además es dueño de AFP Habitat- es la más exitosa.  Ganó tres de 11 paquetes de afiliados en 2009 y cuatro en 2010. Gracias a ello acumula en dos años y medio UF 2,85 millones (unos US$ 120 millones) en utilidades netas.

La cifra, que podría parecer poco frente a otros negocios, como la minería o la banca, resulta significativa al considerar que casi quintuplica los US$ 20 millones que puso como capital inicial para el negocio. Por eso es que su rentabilidad sobre patrimonio (ROE) fue de 97% en 2011, cifra casi inigualable en cualquier industria chilena.

Rígel, que sólo ganó una fracción en la segunda licitación, se las arregló para obtener una utilidad neta de casi US$ 13 millones en un año y medio. ¿Su ROE? 49%.

Estas dos compañías sólo tienen este seguro, por lo que sus resultados revelan en plenitud el retorno del SIS.

El tercer caso es BBVA. Su última línea en 2011 fue de UF 775 mil (unos US$ 35 millones). Y aunque el SIS no es su único negocio, este representa el 73% de su primaje, es decir, representa gran parte de su negocio.

Según el presidente de la AACH, Fernando Cámbara, en el SIS ha habido fuerte competencia entre las aseguradoras, lo cual explica que el primaje de dicho ítem haya caído un 3,5% en 2011 respecto de 2010, por la caída en la comisión ofertada en la segunda licitación.

En la misma línea, un analista del sector explica que en la próxima licitación la competencia podría intensificarse, pues no se prevé que aumente la siniestralidad del sector, aunque esto siempre depende de la evolución de variables económicas como el empleo y el nivel de tasas, que hasta ahora se han comportado positivamente. Porque cuando sube el desempleo sube notoriamente el número de solicitudes de seguro de invalidez, lo cual eleva la siniestralidad y baja las ganancias de las aseguradoras. Por otro lado, si las tasas se disparan el costo de las pensiones que pagan las compañías también sube.

Eso sí, en las ofertas que se presentarán en mayo próximo (el proceso se abre en abril) no debiera haber mayores bajas en el piso de las comisiones que se oferten, sino más bien una reducción de las más caras.

Lo claro es que quien gane, al menos por ahora, tiene buenas perspectivas de obtener una jugosa recompensa.

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